Conoce a tu Peludo#1-¿Maldad en los perros?Primera parte.

in #spanish5 years ago

Suele suceder que, cuando vemos a ese Pequeño pinscher miniatura del vecino o propio completamente histérico enseñando los dientes y con un amplio historial de mordidas a toda la familia que le da amor, comida y con quienes, además, juega e vez en cuando; mostrando ese comportamiento de forma “completamente aleatoria” solemos clasificarlo como un “perro malo”. Es decir, tomamos al perro como una criatura que realiza sus acciones completamente premeditadas y con “maldad” cuando el caso puede que no sea así en su totalidad y se trate de un comportamiento consecuente de una mala educación en el perro.

Sin embargo, puede que este comportamiento se trate, en parte, de la personalidad de nuestra mascota, en otras palabras de una característica netamente psicológica y que ocasiona este comportamiento. Pero si es así ¿Cómo podemos solucionarlo? ¿Debo deshacerme de mi perro? ¿Qué estoy haciendo mal?

En esta entrada narraré diferentes casos que derivan por lo general en estados de agresividad en los caninos, cómo fueron tratados y cuáles fueron las consecuencias de ignorar o negar ese tratamiento y tomar medidas adicionales con consecuencias terribles. También incluiré, al final, algunas recomendaciones para adquirir, adoptar o rescatar a un peludo.

El Carácter del Perro y la Carga genética (Razas)

Primero hay que tener en cuenta ciertos términos:

  • El carácter se define como el “conjunto de rasgos, cualidades o circunstancias que indican la naturaleza propia de una cosa o la manera de pensar y actuar de una persona o una colectividad, y por los que se distingue de las demás”
  • El temperamento “es la “materia prima”, el material sobre el que se modela el carácter y la personalidad, es innato, heredado e inmodificable”.
  • La Personalidad “constituye la Integración de los diferentes hechos físicos y psíquicos de la persona, de su temperamento y su carácter y determina su modo de actuar. Es, además de un modo de ser, un modo de actuar: una persona puede ser cobarde (carácter) pero comportarse valerosamente (personalidad). La personalidad de cada individuo es además única pues es el resultado de la relación “característica” que tienen sus sistemas psíquicos: percepción, cognición, emoción, motivación y acción”

En cuanto a comportamiento canino se refiere

Solemos referirnos a los perros como de Carácter sumiso y Carácter dominante. Conociendo a este último como el líder de manada, aquél que marca la pauta, mantiene el orden y establece el llamado “estado mental” al que se suele referir el conocido entrenador Cesar Millán. Y a los primeros como los seguidores del líder.

Sin embargo, hay matices dentro de este carácter que dependen de la personalidad del perro, es decir, al tener una manada podemos determinar quién es el líder y cómo se distribuye el poder dentro de la misma, por lo que perros de carácter similar pueden coexistir de forma jerárquica.

Tenemos entonces perros con personalidades totalmente tranquilas, se llevan bien con todos y son líderes de manada fuertes y respetables. Como líderes de manada netamente agresivos los cuales generan caos dentro del entorno.

Por lo tanto con esto se establece que el la agresividad no es una consecuencia directa del carácter del perro sino de su personalidad.

El comportamiento y las razas de perro

Los casos que expondré mas adelante tratan sobre perros mestizos, solo uno de ellos es de “raza pura” pero vale la pena aclarar este punto antes de continuar.

La raza del perro constituye su apariencia física y por lo tanto esto influye en su comportamiento, recordemos que, perros con hocicos pronunciados tanto grandes como pequeños son ideales para cacería, con mandíbulas de gran tamaño son ideales para ser perros de ataque y un gran etc.

Podemos tener una visión del comportamiento del perro dependiendo de su raza o razas que deje ver su apariencia al tratarse de un perro mestizo. Sabemos que si se trata de un Beagle o si tiene colores o características de Beagle, este será un perro con instintos de caza desarrollados, resolverá problemas un poco más rápido (cómo salir de ciertos lugares, por ejemplo) por lo que como dueños debemos darle una actividad física constante y equilibrada.

Esto no significa que porque un perro sea o tenga genética de cierta raza va a ser agresivo.

Esto significa que debemos informarnos del origen y el porqué del desarrollo de la raza que vamos a adquirir y saber que eso constituye parte de su personalidad. Esto lo desarrollaré mucho mejor en otra entrada, por lo que concluiré vagamente con lo siguiente: si eres un triatlonista no prentendas que tu acompañante de ejercicios sea un Yorkshire.

Ahora sí los “PERROS MALOS”

IMPORTANTE
Estas son anécdotas personales y reales, por lo que cambiaré ciertos nombres de los perritos y de las personas involucradas. Conservaré sólo el de Catira ya que probablemente hablaré de ella en entradas futuras. Iré desde el caso mas leve al caso mas fuerte.

CASO#1 Catira: Agresividad.

Apariencia física: Cruza probable entre chow chow y Samoyedo. Similar a un Eurasier
Contexto: Caso de abandono y maltrato por parte de dueños.
Consecuencia: Agresividad principalmente con humanos.

Catira fue una perrita de carácter dominante, una líder de manada completamente imponente. Desde el momento 0 establecía su poder sobre el grupo en el que se le colocara y aún así
mantenía la cabeza baja si en la manada se encontraba un líder de mayor jerarquía. Ella estuvo gran parte de su vida en el albergue y fui testigo de cómo, al morir el líder de su manada -macho cruza de pastor- impuso el orden inmediatamente, poniendo patas para arriba a la contendiente mas apta. Como consecuencia de este carácter y al tener una contendiente sumisa pero con gran disposición a las peleas una vez comenzó a envejecer iniciaron las disputas dentro de su círculo, lo cual pudo ser una de las causas de su muerte.

Teniendo esto claro hablemos del comportamiento de Catira con los humanos.

En cuanto la conocí ya se habían hecho tratamientos para que la tolerancia a los seres de dos patas fuera mayor. Ella amaba los paseos así que utilizaron eso y comida para poder acercarse mas a ella en la medida de lo posible, sin embargo ella siempre fue estricta con respecto a su espacio personal, podía permitir que la tocaras en sus términos, así mismo toleraba a los perros que no eran parte de su manada pero no tenía ningún miramiento a la hora de morder. Si se sobrepasaban con ella, ella sin duda atacaría.

¿Qué hubiera pasado si la hubiese llegado a adoptar?

Catira con su personalidad necesitaba un entorno donde las reglas estuvieran claras. En casa yo debía establecer que no eramos iguales a pesar de lo bien que nos lleváramos, de hecho hubo una vez en el albergue que ella no me hizo caso a mi sino a la persona encargada (es decir, mi mentora), mirándole directamente antes de seguir mis instrucciones y no permitió que su compañera de manada me hiciese caso tampoco. La perra esperaba las ordenes de mi superior. (Era la mejor perra del mundo)

Sin embargo si estaba yo sola o con otras personas que no fueran la dueña, ella me hacía caso sin miramientos, por lo que en casa no habría ningún problema.

Aún así, Catira no sería una perrita para jugar demasiado, para llevarla con niños, ni se dejaría examinar con facilidad. Ya que eso no formaba parte de su personalidad. Por lo que, a pesar de tener un tratamiento, tener confianza en los seres humanos y acercarse a ellos de forma activa calurosa y amorosa, el aspecto de querer su propio espacio y demostrar cuándo te habías pasado con un buen tatuaje de dientes en las manos no cambiaría, simplemente su rango de tolerancia se haría mayor.

Tampoco lo haría su actitud con otros perros, insisto su personalidad no era la de un perro alegre necesitado de cariño constante. Era la de un perro manso, que vendría a ti cuando la llamaras y estaría recibiendo cariño hasta el momento que ella decidiera alejarse de tu mano cordialmente pero permanecería a tu lado sin lugar a dudas.

¿Sería entonces una mala perra por tener este tipo de carácter? Pues la respuesta es no. A pesar de ser un perro con tendencias agresivas no hay maldad o premeditación en sus acciones.

CASO#2 BAMBAM: Amor tóxico.

Apariencia física: Puddle
Contexto: Perro consentido.
Consecuencia: Agresividad con los dueños, enfermedades consecuencias del estrés.

Hablar de BAMBAM es realmente difícil ya que toca muchas fibras sensibles para mi. Este perrito fue extremanadamente consentido durante su desarrollo y esto hizo que la familia, sin darse cuenta se subyugara a él, este mal hizo que el perro desarrollara una personalidad completamente agresiva a pesar de ser, aunque no lo crean, un can de carácter sumiso.

Al ser un perro pequeño fue tratado como un bebé durante todo su desarrollo, no hubo un orden jerárquico dentro de su entorno social, extremadamente mimado, literalmente los dueños se quitaban comida de la boca y se la daban a él y, además, su comportamiento con otros perros era terrible. De hecho pude presenciar cómo a penas llegó a una casa donde habitaban dos Puddles de su mismo tamaño entró antes que su dueña, orinó donde quiso y además probó comida del plato de los perros habitantes de esa casa. Afortunadamente, conseguí darle la batuta al líder de la manada de esa casa y permitirle ponerle orden a esa situación tan terrible donde BAMBAM inclusive quería montar a la perrita de la casa para ejercer su “dominio”.

Y ¡qué sorpresa! BAMBAM quien había llegado imponiendo como todo un machito se recluyó en una esquina cuando el caballero peludo de la casa le enseñó los dientes una vez recibió la potestad de establecer el control sobre sus dominios.

BAMBAM ya tenía un historial de mordidas a los miembros de su familia, incluso se mostraba repelente y agresivo al conocer a nuevas personas, exigía ser él quien liderara el hogar y se mostraba posesivo con su dueña. Sin embargo sabía que no debía meterse con gente nueva, no es un perro que se acerque a ti a morder directamente como lo hacía con sus dueños sino que retrocedía.

Todo esto representaba un estrés constante para el animal, inmaginense: Ser pequeño, no haber tenido una socialización adecuada y estar encargado de dos seres gigantes que no pueden valerse por si mismos y no atienden a tus ordenes así que tienes que morder, pero al mismo tiempo son ellos quien te alimentan y controlan las puertas y te pueden cargar y…

No, no…¿cómo puede lidiar con tanto estrés? Bueno convirtiéndose un viejo cascarrabias que no hace más que gruñir y morder, pero que por su condición de perro faldero irremediablemente busca calor humano.

Lo cual tuvo consecuencias directas en su salud: enfermedades en la piel, hígado, etc.

El perro sigue viviendo su vejez con una amargura suave, ya con energías sólo para gruñir levemente y mantener a raya a su compañero que es un gato. Recordemos, este no es un perro con características dominantes, es un seguidor que fue mal encaminado y eso produjo esa personalidad de cascarrabias.

Entonces ¿Sería un perro malo por esta actitud con sus amorosos dueños? Pues la respuesta es NO. Esta actitud como he dicho antes, fue consecuencia de la crianza, no forma parte de su carácter como tal, de hecho, estoy segura de que si este perrito hubiera tenido una estructura jerárquica adecuada y límites establecidos, se trataría de un perro amoroso y dócil. Lo digo por el comportamiento hacia sus dueños cuando estaba “tranquilo” y el comportamiento que tuvo con el Caballerito que le puso los límites claros.

CASO#3 FIRESTARTER: ¿Maldad?

Apariencia Física: Parecido al Basenji, tamaño mediano pelaje completamente blanco y mestiza.
Contexto: Rescatada, vista en la calle y atropellada por un auto. Trato amoroso pero en extremo condescendiente, se le permitió pertenecer a la manada desde el momento uno sin establecer liderazgo.
Consecuencia: Falta de respeto en la Jerarquía del hogar. Inestabilidad en la manada, mordidas a integrantes de la familia.

Para comenzar esta anécdota es importante aclarar lo siguiente: fui llamada a esta casa con la finalidad de comenzar una serie de paseos para una de las perritas de la familia, llamemosla: Lobita quien comenzaba a presentar signos de obesidad debido a su dieta y a que los paseos que realizaba eran relativamente cortos debido a problemas de salud de los miembros de la casa, trabajos y a una perrita que comenzaba ya la etapa de envejecimiento.

Por lo que cuando Firestarter llegó ya yo llevaba semanas entrenando a Lobita, paseándola, dándole directrices simples y había comenzado a bajar de peso, con la colaboración de la dieta indicada por el veterinario, por supuesto.

También he de decir que Lobita tiene un carácter bastante bueno y sumiso y para ese entonces ya había comenzado a corregir ciertos problemas mínimos que presentaba la familia. Digo esto para que entiendan algo importante: la familia ya tenía experiencia con perros y son muy buenos dueños dentro de sus conocimientos.

El contexto jerárquico establecido en el hogar y que había funcionado durante años sin consecuencias graves era así:
Primer Lugar La gata de la familia.
Segundo Lugar Aka Líder de la Manada Perrita Viejita
Tercer Lugar Núcleo familiar humano
Cuarto y último Lugar: Lobita.

Establecido esto. Continuamos.

Firestarter fue rescatada tras ser atropellada por un auto por lo que la percepción de esta perrita por parte de la familia era bastante delicada. Una vez salida del veterinario fue llevada inmediatamente al hogar para ser atendida propiamente y darle calor familiar. A penas llegó Firestarter fue a “saludar”, curiosa, a la gata de la familia (Recuerden el orden de Jerarquía, es muy importante) y recibió un rasguño en la retina.

Lo cual, por supuesto, causó un revuelo y miedo en la familia ya que hasta ahora no había tenido ningún problema así entre los animales. Sin embargo esto no sería nada muy grave ni de lo que extrañarse demasiado.

En fin, llegó el día en que debía entrenar a Lobita, entré como era costumbre y dado todo lo que había aprendido durante los años en el albergue pude ver rápidamente que la actitud de la nueva miembro de la familia era algo de lo cual se debía tener un cuidado extremo: se dedicó a observar la actitud de Lobita, cómo ladró y cómo no fue hasta que se calmó y sentó que la saludé tras por supuesto saludar a la gata de la familia y luego a la familia.

Me observó con seriedad y dejó que la acariciara, pero eso era sólo una señal clara y absoluta de que sus acciones debían ser cuidadosas.

Firestarter era una perrita encontrada en la calle y por su comportamiento a la hora de comer (comía demasiado rápido y se mostraba posesiva) podría decirse que tuvo que pasar por mucho para conseguir alimento y quizá fue maltratada por su manada.

Su actitud preventiva y desconfiada daba mucho que desear por lo que no dudé en advertirles, Firestarter (ya entenderán por qué decidí llamarle así) era una perrita que sin duda iba a causar problemas, era una perrita que sin el debido cuidado podría morder.

A pesar de mis advertencias no podía hacer nada ya que una cosa era lo que yo decía y otra lo que ellos veían: una perrita abandonada, malherida y dulce ¿Cómo podían creer lo que les decía cuando ella demostraba todo lo contrario?

Fue cuando comenzaron los paseos que las cosas se volvieron inestables.

Yo paseaba a Lobita como siempre hasta que por fin Firestarter se recuperó por completo, era llevada de acá para allá y muy cuidada. Pero en seguida comenzaron los ladridos, comenzaron a llevarse mal, a mostrar comportamientos nada habituales, así que Firestarter comenzó a pasear conmigo, en un inicio intenté llevármela sola para evaluarla, pero no pasó mucho tiempo hasta que se paralizó y tuve que buscar a Lobita para que tomara confianza.

Esto último es completamente normal en los perros rescatados ya que se sienten mejor estando con perros y les cuesta confiar en la gente. Y no quería presionarla demasiado ya que quería priorizar su comodidad.

Vaya que no me esperaba lo que pasaría luego.

Una vez estando con Lobita a quien llevaba meses paseando y quien se comportaba de maravilla a la hora de socializar con otros perros. Firestarter comenzó a mostrar su verdadera personalidad: ella no peleaba…iniciaba peleas.

Cuando veía a otro perro y Lobita no correspondía a sus ladridos se colocaba detrás de mí y empujaba o mordía a Lobita en las patas traseras para cambiar su estado mental.

Lobita era un beta de nacimiento, una cruza de pastor mediana y de hocico largo sin inhibición de mordida. Se podrán imaginar qué pasaría si Firestarter lograba despertar su instinto de pelea.

Conmigo jamás ocurrió ningún incidente a pesar de las constantes faltas de educación a la hora de socializar que tenía Firestarter, ladrando a niños, ladrando a gente era sin duda un caso especial para ser tratado en otro tipo de ambiente sin embargo por los momentos la familia se mantuvo escéptica a mis advertencias.

Me llamaron cuando se dio la primera pelea. Firestarter y Lobita en el ascensor saliendo malherida la madre de la familia quien intento separarlas.

De allí todo cayó en declive, le advertí a la familia constantemente, les sugerí otro tipo de entrenamiento pero por cuestiones de trabajo, tiempo y dinero no pude hacer seguimiento.

Situaciones similares siguieron sucediendo, fueron mordidos el padre de la familia y las hijas. Recurrieron a entrenamientos un poco más complejos (buscaron otra asesoría) pero al final nada funcionaba realmente.

Hasta ahora las peleas sucedían entre Firestarter y Lobita, o incluso con los miembros de la familia. Jamás se había metido con la gata de la familia o con la líder viejita.

Me enteré luego de un tiempo que Firestarter mordió en la zona de la quijada a una de las hermanas.

Aquí hago una acotación super importante: un perro que quiere matar va hacia el cuello. Un perro es una bestia y sabe cómo funcionan los cuerpos, cuando suceden las peleas por dominancia y control los perros van a las patas o hacia el lomo, si van a matar se dirigen al estómago o al cuello. Si tu perro te muerde la cara es una advertencia, puede que te muerda los labios o la nariz pero cuando va hacia la garganta tu vida corre peligro y debes tomar precauciones.

Finalmente ¿Qué ocurrió con Firestarter?

Pues, ni yo misma lo sé. Lamentablemente lo último que supe es que le pidieron a una de las hermanas -quien la llevó en primer lugar-que la sacaran de la casa, ya que tuvieron suficiente con lo último que sucedió: en una pelea la líder, ya anciana (recuerden el caso de Catira) se vio involucrada y terminó muriendo.

Entonces repetimos la pregunta ¿Firestarter era o es, no lo sé, una perra mala? Si me lo preguntan a mi, diría que sí, desde el momento 1 la perra era premeditada en sus acciones sabía qué hacer para ir escalando lentamente y lograr su objetivo de desestabilizar y luego ser la líder de la manada.

AHORA ACLARO: con esto no quiero decir que la perrita en cuestión era una villana a ser derrotada, no, era una perrita cuya personalidad estaba ligada al matar o morir. Era así su percepción de las situaciones y he ahí el por qué de su comportamiento.

Finalizando ¿Qué hacer con perros como Firestarter?

Primero quitarnos de la cabeza el hecho de que el perro vivió algún evento traumático y por ello hay que consentirle ese comportamiento. Debemos, con mucha paciencia y cuidado dejarle en claro al animal que nosotros somos quienes controlamos la situación y de esta forma él se sentirá seguro y no tendrá la necesidad de luchar para sobrevivir.

Segundo se deben tener en cuenta entrenamientos con refuerzos positivos y trabajos en una manada equilibrada.

No hacemos nada colocándole al perro collares de ahorque, de electro shock o pegándole, mucho menos negándole la salida a caminar, ponerle bozal o mantenerlo amarrado. Todo esto incrementa el estado de estrés del animal.

El entrenamiento positivo se hace en base a premios, a cosas que le sean de agrado al perro manejándose bajo la Ley del Efecto Thordike “si la consecuencia es placentera, el comportamiento sucesivo es mas probable y si la consecuencia es desagradable, el comportamiento sucesivo se hace menos probable”

También se debe someter al perro a una socialización con miembros de su especie, los perros entre ellos establecen ordenes y jerarquías, al colocar a Firestarter en una manada equilibrada y controlada por el entrenador esta aprenderá qué comportamientos son ideales y cuándo sentirse seguro o inseguro según qué situaciones.

Bien…por ahora dejaré la entrada hasta aquí ya que es mucha información y muy densa. En la segunda parte hablaré un poco mas del tratamiento para este tipo de casos, cómo prevenirlos y, además cuál es la mejor manera de escoger al nuevo miembro de tu manada. Déjenme saber si tienen alguna duda con respecto a lo relatado aquí y responderé en la siguiente parte 💕

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS y ENLACES

https://emocreativos.com/2012/06/04/diferencia-entre-temperamento-caracter-y-personalidad/

Sort:  

Sorprende lo mucho que sabes de perros. Yo tengo una golden retriever, es muy cariñosa aunque también dominante. Fue entrenada cuando cachorra por personas como tú, gente que sabe del tema. Veo que gracias a esa educación ella tiene una personalidad bastante equilibrada.

Ella es un poco miedosa con insectos y con todo lo extraño, pero con lo conocido no. Tiende a imponerse, pero también sabe contenerse.

Katherine, comparto este post que explica parte de las dificultades que vivimos en Steemit en este momento, con algunas sugerencias para obtener lo mejor de la crisis. Espero que sea de provecho.

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