La Vela de Coro, es una hermosa ciudad, repleta de una inmensa historia, tradición y folklore, de coloridas casas coloniales del siglo XVII, arquitectura influenciada por las islas de las Antillas Holandesas.

Conocida como “la puerta de entrada al continente Suramericano”.

Fue reconocida por la UNESCO en 1993, como patrimonio cultural de la humanidad. Es un sitio de diversas manifestaciones culturales, donde destaca internacionalmente la Fiesta de los Locos de la Vela, realizada los 28 de diciembre (día de los Santos Inocentes), buscando conmemorar la matanza sagrada impuesta por el Rey Herodes con el fin de asesinar al Niño Dios. Durante esta fiesta los transeúntes asisten con vestimentas y máscaras coloridas, y son denominados Locaínas, y transcurren por las calles de la ciudad, hasta llegar hasta la plaza de las banderas donde se escoge y se premia al mejor traje de la edición.

Cercana a esta plaza, nos encontramos con nuestro destino, el puerto de la Vela de Coro, que está ubicado en la pequeña ciudad del mismo nombre, en el municipio Colina, estado Falcón. Se dice que su nombre proviene de los marinos que patrullaban las costas, pues al ser el puerto inmediato de Coro, comúnmente se veía expuesto a los ataques de piratas enemigos, y los marinos al salir al patrullaje de estas costas, solían gritar “¡Vamos a la Vela!”.

Este sitio es de fácil acceso. Se puede llegar fácilmente desde Coro a través de carritos por puesto o busetas que pasan a la cercanía del terminal de Coro. Un trayecto corto de aproximadamente 15 minutos.
Si no te encuentras en Coro, es posible llegar a través de la carretera Coro-Morón, a doce kilómetros de la ciudad de Coro y a unos 170 kilómetros de la población de Tucacas.

Este gran puerto, posee un muelle con una linda vista, repleta de pequeñas embarcaciones y pescadores. Sin embargo no les voy a mentir, el lugar sufre de una inmensa contaminación, el agua del mar es bastante turbia, aun sí pude ver algunos pueblerinos bañándose en sus aguas. Hay montones de basura por todo el lugar, y el olor que se percibe en la zona, no es muy agradable. A pesar de todo, este lugar “devastado por el hombre” te deja disfrutar de lindos atardeceres y tomar algunas buenas fotos.

Foto Propia - En la playa de la vela

También es factible caminar hacia a la plaza que se encuentra bastante cercana, allí hay un anfiteatro donde se realizan los eventos festivos de la ciudad, y también hay una estatua del Generalísimo, Francisco de Miranda, que de hecho el 3 de agosto de 1806, izó por primera vez en suelo venezolano la bandera tricolor, justamente en la Vela de Coro.

La bandera sería luego adoptada por la Gran Colombia y más tarde serviría de base para el diseño de las banderas oficiales de tres países: Colombia, Venezuela y Ecuador.

Foto propia - Anfiteatro de la plaza de las banderas

Foto propia - En el anfiteatro de la plaza de las banderas

Foto propia - Monumento conmemorativa al Generalísimo Francisco de Miranda

Por otro lado, el pueblo también cuenta con excelentes restaurantes, especialistas sobre todo en comida marina. También hay muy buenas dulcerías, especialista en mancarrón y debudeque y ventas de coco en todas sus presentaciones (helados, conservas, cocadas).

El “debudeque”, torta de dulce elaborada con harina de pan viejo y dulce de panela

• Todas las fotos utilizadas son propias

• Cámara de Teléfono Celular BLU Energy

• Fotógrafo: Jorge C.

Un increíble lugar que desafortunadamente ha sufrido la negligencia del hombre, y lo han condenado a una gran decadencia. Es triste que las instalaciones gubernamentales no tomen cartas en el asunto, y siguen haciendo caso omiso a los llamados de los grupos conservacionistas y ecologistas que desean rescatar lugar. Espero que muy pronto cambie la historia y tengamos proximamente un puerto icono de Venezuela y el mundo, ya que el lugar tiene mucho potencial.

Gracias por leerme

¡Los leo pronto!