Desde el mismo amanecer
contemplo del cielo el manto,
y comprendo que es un canto
lo que en el día he de tener
y poder agradecer
a mi Dios por el encanto.

Nada de lamentación
ni de tristeza ni lloro
porque existe es el decoro,
y el auge de una canción
para dar coloración
a mi amanecer de oro.

Vengamos con alegría
a recibir la alborada
con nuestra mejor mirada
en foco de algarabía,
y en el nuevo y bello día
¡que no nos perturbe nada!


Fotoarchivo de la escuela básica José Antonio Páez.

Autor: Landis Rafael Álvarez Lecumberre
@lecumberre
¡Qué bonito es ser poeta en este hermoso universo
para decir todo en verso desde la a hasta la zeta!

Muchas gracias por leerme, te invito a leer otros de mis escritos.

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