"Arreglando el entuerto"

Era una mañana cualquiera, en el fogón de una acaudalada familia en la época de la Colonia, con el tiempo contado, y tras dos días de maceración de una hermosa pieza de carne llamada "muchacho redondo", estaba a punto de servirse, cuando en un descuido de la matrona de la cocina, se percata, tras regresar del lavandero a la cocina, que su ayudante no había quitado del fuego el asado en cuestión: gritó en desesperación y en seguida empezó hacer magia con su sazón.

Retiró la parte chamuscada y como siempre llega visita inesperada, sin demora la rebanó y empezó a hacer un "dulcito" con un trozo e' papelón, que ella mismo vigiló para que no agarrara amargor y así ocultar el sabor.

Otras magias aplicó, pero el secreto completo no lo reveló, hoy en día se disfraza con cubito, salsa inglesa y no esta mal, pero hay muchas variantes y sazones que probar.

Entre cebollas, ajo, tomate, pimentón, orégano, comino y sal, un toque de pimienta que no ha de faltar, se dora la carne hasta negrita quedar y para rematar, un jarabe de papelón para el dulzor y ese "juguito" poder disfrutar.