Dedicado a los pensamientos, a veces me atormentan, pero en la mayoría de las ocasiones logran reconfortarme… si observo mi pasado y examino en mi presente el cómo me hace sentir, llego a la conclusión de que a pesar de todo, no he vivido una vida tan mala.

Hace un tiempo me dedicaba a escribir novelas para un blog, eran algo sencillas, pero el punto es que debía escribir una novela corta en dos meses, y aunque a veces se me complicaba el tiempo, siempre lograba salir adelante.

Hoy les hablaré sobre cómo escribir una novela con éxito, y es que no es tan difícil como parece, para escribir una novela lo primordial es elaborar un conflicto. Cuando hablamos de conflicto nos referimos a la esencia del drama, si la novela que estás escribiendo no tiene un conflicto, pues está destinada al fracaso, porque el conflicto es el ingrediente principal de la novela, que irá moldeando toda la historia en sí misma.

Si te pones a revisar las novelas famosas, siempre tienen un gran conflicto que envuelve todo el drama desde el principio hasta el fin, y si eres un poco flojo para leer, también puedes evidenciar este tema si te detienes a ver series de televisión, pues parte de éxito está en el conflicto.

A ver, pero ustedes se estarán preguntando qué demonios es el conflicto… el conflicto es la fricción o el dilema que se produce entre el deseo y la oposición a este deseo, mediante ciertas situaciones que hacen que el protagonista se aleje de su meta. El conflicto hace vulnerable al protagonista (o a los protagonistas), y debe enfrentarlo durante el desarrollo de la novela.

El manejo del conflicto en la novela, es lo que hace interesante el texto, indistintamente si el resultado de las acciones son constructivas, destructivas o exitosas, al fin y al cabo lo que le interesa al lector es el crecimiento personal que emprende el protagonista. Además las mejores historias se mantienen en un sí y no, con respecto a la temática del deseo y la oposición hasta el final de la historia, lo que hace casi imposible predecir el final, creando una sorpresa y por ende una emoción única al lector.

A esto dentro de la escritura convencional se le conoce como «conflicto personal» y es que al igual que en la vida real, nuestros personajes en las novelas tienen problemas en sus vidas. El crecimiento personal del protagonista, depende de estos conflictos a los que se enfrenta de manera interna. Es muy normal que los escritores utilicemos emociones universales para elaborar los conflictos personales de nuestros personajes, como es el caso de los celos, necesidades afectivas, deseo, confusión, desamor.

Mientras que el punto anterior le añade complejidad a la novela, el papel antagónico es fundamental para la novela, pues también se denomina «conflicto externo» y básicamente es el resultado o las consecuencias que viven los personajes basados en sus decisiones (conflicto interno).

En otras palabras el papel antagónico, es esa fuerza que obliga a los personajes a cambiar ese algo que está mal dentro de sus vidas.

El papel antagónico lo puede representar casi cualquier cosa, no necesitamos un villano elaborado, vestido de negro y malvado como el demonio. El antagonista puede ser un desastre natural, un trabajo de los mil demonios, un compañero de trabajo tóxico, o hasta la depresión en la que vive sumido el protagonista…

Esto no es ni más ni menos que la sucesión de obstáculos que se le presentan al protagonista durante la novela, que le impiden conquistar el éxito. Es más el camino del clímax es la sucesión de fracasos que se desarrollan durante la novela.

En cada uno de los eventos el protagonista se enfrenta al antagonista, porque cada evento desafortunado que vive el protagonista y lo aleja de su éxito, de cierto modo, tiene que ver con la raíz del conflicto interno. Cada uno de estos eventos le aportan sabiduría vital al protagonista y le agregan realidad a la novela.

Cada obstáculo en el camino debe estar cargado de suspenso, esto le agregara emoción a la novela y hará que empatices con tu lector.

Trata de incluir suspenso en los diálogos. Te imaginas una novela en donde sus protagonistas no tengan ningún tipo de discusión nunca, por nada del mundo… que aburrido, ¿cierto?

Introduce el conflicto de manera disimulada en los diálogos, pero agrégales emociones reales, los conflictos en los diálogos, le ayudan al lector a entender a los personajes.

En cuanto al subtexto… cuando hablamos de subtexto nos referimos, a lo que no dicen los diálogos, por ejemplo, a los pensamientos de los personajes y al lenguaje corporal de los mismos. Debes incluir el conflicto en el subtexto también, para agregarle humanidad al protagonista. Debes recordar que las situaciones en la novela deben ser como los de la vida real.

A todos nos encantan los finales felices, pero cuando ese final no es el resultado del crecimiento personal de los protagonistas, por lo general los lectores no se ven cautivados con la novela. La idea es que sí, si quieres puedes incluir finales felices (pero intenta que sean reales) pero que para que eso ocurra, los personajes deben luchar por ello.

Queridos lectores, espero y mis técnicas les sirvan de ayuda, durante los próximos días estaré publicando tips para escribir una novela, sin embargo decidí comenzar por «el conflicto» pues en mi criterio es la parte más importante, ya que es la base de toda novela y lo que la vuelve interesante.