ANTONIO JOSÉ RAFAEL, el segundo de cinco hermanos, el artista.

Sus obras no tienen nombre y no recuerdo en qué fecha las realizó, por lo que las siguientes imágenes no están en ningún orden específico, además, solo pude recopilar las que se encuentra en la casa de nuestros padres, donde pasamos toda nuestra niñez y adolescencia.

Estos son solo algunos de los cuadros realizados por él en su infancia y juventud, ya que al entrar a la universidad a los 19 años, más o menos, dejó su arte a un lado, con el sueño de que en algún momento pudiera retomarlo.

Desde muy pequeño, 6 tal vez 7, tuvo inclinación para las artes plásticas, todo lo que le pedían lo hacía casi a la perfección, como un profesional adulto, siempre le preguntaron quien lo enseñó a dibujar y el respondía con toda sinceridad, nadie, yo solo me imagino el dibujo en la cabeza y ya.

En su adolescencia, antes de entrar en la Universidad, realizó varios cursos y talleres de pintura, pero se aburría, porque todo lo que le enseñaban él lo hacía mejor, no es porque sea mi hermano, pero fue así.

En esa misma época se dedicó de manera autodidacta a realizar cuadros, pero no cualquier estilo, su especialidad eran “Mujeres semi desnudas”, hermosos cuadros, en total realizó una serie de 6, uno para cada una de sus tías, el primero, por supuesto fue para nuestra mamá.

La siguiente imagen es uno de dichos cuadros y los mismos fueron su último trabajo. Allí plasmó por última vez todo su amor por la pintura.

Lamentablemente, ingresa a la Universidad de Oriente, núcleo Nueva Esparta a estudiar algo prácticamente obligado, Administración de Empresas Turísticas; él quería estudiar Artes Plásticas, pero, se tenía que ir para Caracas, y adivinen, mi querida Madre no aceptó, no permitió que su hijito chiquito, el consentido de la casa, jejeje mentira; pero lo que sí es verdad es que no permitieron que se fuera para Caracas, una ciudad muy peligrosa, así que a mi hermano no le quedó de otra que estudiar Turismo.

Así pasaron los años y todos sus sueño se fueron quedando en el olvido, su habilidad en todo lo que respecta a artes plásticas nunca se olvidó pero tampoco la expresó en pinturas como las que mostré anteriormente, los cuadros.

Se limitó a conseguir trabajo fijo en la Coca-Cola, luego se casó, como manda la ley; actualmente tiene dos hijos, una niña de 12 años y un varón de 7 años… y vivieron felices por siempre… pues mentira.

Diecisiete años de trabajo sin faltas, sin problemas, sin reclamos como Preventista en la Coca-Cola, recientemente le obligan a renunciar debido a todos los problemas socio-económicos por los que pasa el país, él no tuvo de otra que aceptar y renunciar.

Este no es un cuento de hadas o príncipes donde todo termina feliz, no, actualmente está desempleado en busca de trabajo, así que quien lea esto, si sabe de algún trabajo para un hombre con 17 años de experiencia como vendedor, me lo deja en los comentarios, gracias, la gerencia.

Una nota extra, a mi hermanito lindo (así nos decimos por cariño) se le dan muy bien todo lo que tenga que ver con diseño de ropas, infantiles y de damas, además de las decoraciones de interiores y exteriores.

Antonio José Rafael, ejemplo de hombre, artista lastimosamente subestimado por él mismo, dispuesto, capacitado, definitivamente un genio en las artes de dibujar, diseñar y crear con sus manos y un papel o lo que sea; buen hijo, hermano, padre y esposo.