SUEÑOS MARCHITOS

Cuantos sueños marchitos con el paso de los años. Cuantos anhelos, cuantos deseos, cuantas ilusiones. Es tan hermoso soñar. Cuantos sueños senos han marchitado. Sueños de amor, de superación, de crecer como personas, de alcanzar el objetivo de vida, de lograr lo esperado. Se ven marchitos por el tiempo, las circunstancias, por los obstáculos en el camino, por los tropiezos y caídas. A tal punto, que nos damos por vencidos y renunciamos a ellos. Cuantos habrán dicho, “es solo eso, un sueño”, sin luchar lo suficiente por alcanzarlo.

            

Vale la pena soñar! Lo más hermoso de los sueños es que nadie puede prohibirte que lo hagas, nadie puede decirte, “no sueñes con esto o aquello” o “con esta persona o aquella, no! Ellos son libres.  

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Pablo Neruda, en unos de sus poemas expresaba:

Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas, dotado de corazón singular y sueños funestos, precipitadamente pálido, marchito en la frente, y con luto de viudo furioso con cada día de vida, ay, para cada agua invisible que bebo soñolientamente, y de todo sonido que acojo temblando, tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría, un oído que nace, una angustia indirecta, como si llegaran ladrones o fantasmas, y en una cáscara de extensión fría y profunda, como un camarero humillado, como una campana un poco ronca, como un espejo viejo, como un olor de casa sola en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios, y hay olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores, posiblemente de otro modo aún menos melancólico, pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho, en las noches de substancia infinita caídas en mi dormitorio, el ruido de un día que arde con sacrificio, me piden lo profético que hay en mí, con melancolía, y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos hay, y un movimiento sin tregua, y un hombre confuso.         

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Así son los sueños, se ven casi muertos a veces, parecen sin sentido, sin esperanzas. Ellos están en nosotros, y nosotros somos los encargados de hacerlos realidad. Seguramente has visto muchos de tus sueños ya marchitos, casi muertos. Pero no, no los dejes morir! Eso que soñaste alguna vez puede hacerse realidad en ti, si luchas un poco más. Por eso vemos a tantas personas por ahí, marchitas, sin sueños, sin ilusiones, sin anhelos, porque seguramente se encontraron con muchos obstáculos en el camino y desistieron de ellos, quedando inconformes con la vida que llevan, desilusionados y frustrados, diciendo: Yo soñaba ser esto, o tener aquello, pero fue solo eso, se quedó en eso, en un sueño marchito. 

Espero que ese no sea vuestro caso. Si tienes sueños marchitos o a punto de marchitarse, revívelos! Revive tus sueños y sigamos soñando.           

By, @maguifalcon