Conquistado por la luz - Original de Maiquel Torcatt

Una vez mas sucumbo ante la magia de la luz en blanco y negro.

Esta vez en el interior de un edificio histórico, de paredes anchas y texturas rudimentarias. La ausencia de puertas y ventanas hace que la luz entre a su antojo y se derrame casi sin obstáculos por el interior de la edificación.

La fotografía es luz, eso es lo que enseñan a todo aquel que se interesa por la técnica fotográfica. Con el tiempo, el estudio y la experiencia no solo se aprende, se comprueba en la practica aquello de que la imagen es la interacción de la luz con las superficies, el color responde a esa interacción, se manifiesta, si prescindimos de él solo nos queda la claridad y la sombra fusionándose según ese recorrido riguroso pero sutil de la luz.

Pintar con luz, eso es la fotografía.
A veces la luz ya esta ahí, y el fotógrafo solo la captura con su cámara antes de que cambie, porque cambia constantemente cuando su fuente es natural.

Así me paso en esta oportunidad, al entrar en esa estancia y notar como se daban esas interacciones físicas entre ondas, superficies, texturas, materiales. Es el mandato de la sensibilidad estética quien ordena a las manos que acerquen la cámara a la cara, el ojo se asoma curioso por el visor y en una milésima de segundo el cerebro procesa las líneas y los volúmenes para crear una composición visual. Un proceso fluido y natural que conlleva a la creación de una imagen fotográfica.

El Fuerte Ozama es la primera fortificación militar construida por conquistadores europeos en suelo americano, levantado hace mas de quinientos años, a principios del siglo XVI en la Isla de la Española, que hoy en día comparten Republica Dominicana y Haití.

Ese dia andaba yo recorriendo Santo Domingo y no poda dejar de visitarlo, hice muchas fotos, pero esta es especial, esta fotografía no es del Fuerte, es de la luz que se adueña de el todos los días por la tarde.