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Netflix ha presentado recientemente sus resultados del trimestre, y los mismos han dejado muy mal sabor de boca a los inversores. Pese a aumentar beneficios, negras tormentas planean sobre el futuro de Netflix, pues pierde 100.000 suscriptores en EEUU, país de origen de la compañía. La empresa californiana, esperaba ganar 5 millones de nuevos clientes en todo el mundo, cifra que se ha quedado en 2,7 millones.

El pasado año, logró atrapar 5,5 millones de nuevos suscriptores.

Esta caída, aparece relacionada con la nueva competencia del mercado, hasta ahora dominado por el casi monopolio de Netflix.

Esa competencia, viene liderada por Disney ,compañía que ha decidido saltar al negocio del Streaming con su plataforma Disney +.Esta noticia, asiste una puñalada en el corazón de Netflix, pues la plataforma pierde todos los contenidos de Disney. Por si fuera poco, la compañía de Mickey Mouse, contará con las películas de 20 century Fox,recientemente adquirido por el gigante.

Así pues, Netflix se enfrenta a un enemigo con un negocio ya construido y más recursos económicos.
Otros rivales están listos para saltar al campo, como AT&T, quién ha adquirido recientemente Warner Media, o Amazon, ansioso de entrar en el negocio del Streaming, y que para desembarcar en sus playas afirma que apoquinará 5000 millones de dólares; este anuncio, ha hecho temblar las ya enclenques piernas de Netflix, que como respuesta anucnión,incrementará su gasto hasta 12000 millones, un 50% más de lo previsto.

¿Pero esto es viable? Los números indican que no, pues Netflix cuenta con 10300 millones de deuda, con datos obtenidos de Abril de 2019.El pasivo es un 57% mayor que en el mismo período de 2018,y casi triplica la deuda de 2017.
Otro dato que no indica al optimismo, son los flujos de caja de Netflix, los cuales se encuentran en terreno negativo. El flujo de caja, nos indica la liquidez de un negocio, mientras que los beneficios nos informan sobre la rentabilidad. La empresa tiene problemas en el flujo de caja, pues debe pagar las producciones por adelantado, acumulando unos 10800 millones de euros de flujo negativo en los últimos 5 años.

Así pues, Netflix se encuentra hundiéndose en las arenas movedizas. No paran de crecerle competidores, y la única respuesta de la compañía, es incrementar el ya de por sí desmadrado gasto. Tampoco es que cuente con muchas otras posibilidades.

El Streaming será un nuevo campo de batalla empresarial, y en mitad de las guerras que se avecinan, parece que ya tenemos el primer soldado caído.