El vuelo del guacamayo tricolor ya no es el mismo, el guacamayo ya no regresa a casa sino emigra, se va, deja su hogar, extiende las alas en busca de un mejor futuro. El trabajo y el sudor de su frente ya no le alcanza para forjar un futuro prospero, le han devastado su habitad, ya no duerme, ya no come, ya no vive, trabaja y trabaja y no tiene nada, huela alto guacamayo, extiende tus alas pero no olvides el camino de regreso a casa.

El regalo de un futuro incierto es aquel que nos han regalado a los venezolanos, día a día en los rostros de la decepción, de la espera que pase algo, rostros estirados, hambrientos y abatidos por un futuro que parece no tener consuelo. Vuela alto guacamayo que tu regalo sea la libertad.

El regalo de un futuro incierto fue aquel que se nos dio, por elegir mal, o porque en su momento algunos muchos eligieron mal, una idea que parecía tener sentido se convirtió en alboroto y decepción, por no contar con que nuestras alas podían ser cortadas, aplastadas y destruidas por el mismo hombre, el igual, el que no hace frente a la adversidad sino que la causa, el mal hombre, el cruel, sin corazón, con avaricia y sin temor de cometer los actos mas espantosos y cobardes.

El regalo de un futuro incierto es no permitir una juventud normal, querer tener calidad de vida, formar una familia, compartir con tus amigos de la infancia, muy por el contrario estos se van, se separan, agarran vuelo, abren sus alas al encuentro con otras culturas, con otras vidas, nos despedimos sin saber si nos veremos luego.

Un futuro incierto, nos ha dado este gobierno genocida, asesino no solo de personas sino de deseos, asesino de esperanza, que nos acobarda porque tenemos miedo, en una tierra tan grande donde nos aplastaron los sueños, no solo a uno, a dos o 100 al menos, sino a una nación entera, que hoy duerme con los ojos abiertos, por el temor y la espera de que suceda algo nuevo.

Día tras día la incertidumbre arropa al más pequeño, llegando hasta el grande y al que no tiene tantos recuerdos, incluso al que conmemora haber vivido en una nación con desarrollo y oportunidades de empleo, ¿ como es posible que una persona arrebate tantos sueños?, asesine y continué al mando de lo que es ajeno. Un país dormido en donde todos han cogido vuelo, dejando atrás un universo entero, su tierra, sus amigos y todos sus anhelos de ver crecer sus hijos, sobrinos y nietos, en el lugar que le dio cobijo a tantos momentos, abandonar y dejar atrás un terremoto e incendio, un desastre con categoría que no cabe en un solo libro entero, una historia que quisiera no les hubiese tocado plasmar en su recuerdos, un regalo que no le deseo a nadie, el regalo de un futuro incierto.

Hoy en día pesan los sueños, son sueños moribundos, sueños que parecen ajenos, vuela alto guacamayo, encuentra tu vuelo, no permitas que te amarren a un futuro incierto, abre tus alas y encuentra tu centro, construye un universo perfecto, y regresa para reencontrarte con aquellos, que siempre han creído en ti, que siempre han estado en tu lado latiendo, del corazón a la vida, de los sueños los anhelos, consigue todo y más y enséñale a todos lo que es bueno, como las decisiones te pueden costar medio viaje, como un solo ser puede dañar un bosque entero, como decir no y no aceptar jamas de un ajeno, un regalo viciado, un regalo manchado con más preguntas que respuestas, no lo aceptes jamas y comprende por fin lo que es bueno, de rechazar muchas veces una idea, de rechazar un proyecto, de que muchas veces no sabes lo cierto y que errar es de humanos pero también hacer lo bueno, vuela alto guacamayo, vuela alto y a lo lejos deja crecer tu alas y demuestra de que estas hecho.

Raquel Ramirez