Bueno debo contarles que este fin de semana pasado tuve la dicha de poder compartir con unos jóvenes especiales; hago mención de su especialidad debido a que son cristianos con muchas necesidades básicas, fue una experiencia realmente gratificante que rebaso mis expectativas y objetivos iniciales, algo de lo cual siempre estaré agradecido de resguardar como un recuerdo en mi memoria. 

Pero Road, ¿cómo fue que pensantes en hacer esto?

La verdad es que me daba curiosidad ser anfitrión de un meet up desde que entre en la plataforma Steemit. Muchos usuarios para ese tiempo de mis inicios, se regodeaban de lo grandioso que era participar en un evento como ese donde podían compartir sus gustos y conocimientos con otros usuarios. La verdad que la idea no era alocada, ciertamente todos sabemos lo genial que es Steemit, y lo gratificante del compartir con las demás personas. 

Yo lastimosamente nunca pude acudir a ninguno, puesto que lo más cercano a un evento de esos, me quedaba a 8 horas de mi ciudad sin dejar a un lado el gasto que este conllevaría, para ese entonces no tenía la adquisición que poseo ahora gracias a mi trabajo constante en la plataforma y en la comunidad de @cervantes. Muchas veces intente realizar un meet up en conjunto con los limitados Stemians de mi ciudad, pero por una cosa u otra nunca pude concretar, hasta este pasado domingo que pude ser protagonista y anfitrión de uno por así decirlo. En la misma comprendí que no se necesita de muchas cosas para pasarla bien, y más importante aún, hacer sentir bien a los demás, regalarles un día solo para ellos, y eso fue lo que paso. 

Proceso

Me tome un día para hacer las compras debidas y necesarias para ofrecer arroz chino en el compartir, así como algunas chucherías, bebidas para acompañar la comida y torta, además de unas mejoras técnicas para la consola de videojuegos con la cual nos divertiríamos sin límite alguno. 

Llego el día domingo, y me dispuse a ir religiosamente con mi familia a la reunión, tan pronto finalizo me vine corriendo a casa para iniciar los preparativos gastronómicos, la verdad es que debo agradecerle mucho a uno de mis invitamos jóvenes que es chef, el arroz chico y el Chop Suey le quedo estupendo, pasaron 2 horas después de haber llegado a casa y los invitados comenzaron a llegar a granel, todos ellos jóvenes. Lo primero que hicimos fue una actividad en la cual @gardenofcarmen me ayudo a realizar, una simple pero estupenda actividad de presentarnos y hablar un poco de nosotros, imagínense éramos más de 20 personas en la sala de mi casa.

Paso una hora y el chef nos aviso que todo estaba listo para servir, así que con las ayuda de @damian-z, @kpopjera y @gardenofcarmen nos dispusimos a servir todo y antes de degustar dimos las gracias en oración por la vida y por los alimentos que íbamos a consumir, algo que en mi familia en tradición desde hace ya muchos años. No paso mucho tiempo en que comenzaron los halagos por la comida, y la verdad es que estuvo muy buena. 

La parte divertida

Tan pronto que descansamos la comida encendimos el Xbox y en pareja pasamos al reto de bailar con el Kinect, fue un momento súper divertido, aquellos que no sabían bailar se destacaron y entre todos transformamos el ambiente a algo lleno de diversión sana. Lastimosamente solo pudimos jugar un par de rondas ya que el Slim del Xbox no estaba funcionando al 100% y se podía recalentar, pero eso no impidió que  siguiéramos la diversión.

Jugamos en pareja a mímicas, podíamos utilizar todo el cuerpo sin hacer sonido alguno; una actividad que nos ayudo a desenvolvernos mas como personas, pero mi parte favorita fue cuando @gardenofcarmen busco un peluche y mando a todos a hacer un circulo en la sala, ya yo sabía la actividad que iba a realizar, pues yo lo había llevado a cabo en la universidad para una tarea de dinámica de grupos. 

La cuestión se torno en suspenso porque los chicos no entendían de inicio de que trataba, yo reía por dentro porque lo sabía todo. El juego consistía en hacerle algún gesto o caricia al peluche, era de libre elección; alguno de ellos lo abrazaron, algunos otros le hicieron una mueca o simple caricia, pero hubo alguien que lo puso de cabezas, yo moría de risa.