Felicidad Financiera con Jorge Romero (26-11-2018)
En Rutablockchain hablamos de posibilidades de hacer negocios aun en un contexto de crisis.
Los pasajes trágicos de los cuentos de hadas pueden ser recreados si se cambian las perspectivas de sus actores y de sus argumentos. Una Cenicienta felizmente casada con el rico príncipe, pero que no se olvida de la madrastra y tiende la mano a sus hermanas que vieron nulas las posibilidades de superar los apuros económicos porque el príncipe escogió como esposa a la hermana sirvienta. La noble muchacha no abandona a la anterior familia a su suerte, les ayuda económicamente, y las tres mujeres agradecen ese gesto que hace felices a todas. Con esta paráfrasis de la Cenicienta, el moderador del podcast “La Felicidad Financiera” de Rutablockchain, Jorge Romero, ilustró la posibilidad de ver otros escenarios para emprender negocios en medio del caos que atraviesa Venezuela.
Se avecinan tiempos difíciles para Venezuela, considerado en su momento el más rico país de Latinoamérica y el Caribe. Las presiones internacionales contra el Gobierno se harán sentir aun más en los próximos meses y el proceso hiperinflacionario seguirá su curso en el año próximo. En ese contexto, ¿cabe la posibilidad de hacer negocios? En Rutablockchain se apuesta a que sí; a pesar de las circunstancias, hay negocios que pueden arrancar con buen pie para sobrellevar la crisis.
Este fue el tema central del último podcast “La Felicidad Financiera” en el canal Discord de la comunidad Rutablockchain. El profesor Jorge Luis Romero, su moderador, como cada lunes a las 21 horas de Venezuela, habló de algunas estrategias para acometer emprendimientos en este contexto de crisis. Es muy difícil predecir escenarios políticos, y así no ocurran cambios en la estructura del poder, hay que persistir en crecer financieramente, buscar alternativas, explicó el especialista. La experiencia de otras naciones que han pasado por crisis peores y que lograron superarlas, nos dice que sí hay opciones aun en medio del caos. De eso se ocuparon Romero y los contertulios del pasado lunes.
Según Romero, llegará el momento en que los precios se equipararán al nivel internacional porque ya no habrá posibilidades de seguir subsidiando productos y servicios. Paulatinamente, los salarios irán ganando capacidad adquisitiva y la cartera crediticia volverá a sus patrones normales. Mientras eso llega, hay que prepararse. La realidad es que no podemos ver al país de una manera homogenizada, compacta. “Son varias Venezuelas, aún hay estratos de unos muy ricos, otros menos ricos y otros pobres y muy pobres. Hay gente contenta, hay gente malhumaurada y hay gente que pese a las limitaciones, pone su empeño en mantener sus negocios con optimismo aun con la crisis amenazante”, afirmó Romero, coach financiero.
Según el profesor Romero, se debe ajustar el modelo de emprendimiento a la situación y una de las maneras es crecer es ampliar la infraestructura y el inventario para copar mercados que han sido abandonados. El esfuerzo debe orientarse a olfatear esos espacios y aprovechar para colocar productos, y eso pasa por superar lo que este experto denomina los negocios rentistas, esto es, aquellos en los que se hace una inversión inicial y se espera que el dinero se multiplique en el libre juego del mercado, como ocurre en muchos casos con las economías estables. Al poco tiempo se recupera la inversión inicial sin mayor esfuerzo creativo por parte del financista. Ahora no es el momento para ello, “Hay que cambiar la perspectiva, funcionar con otras lógicas”, insistió Romero.
Un buen negocio, aseguró, es el de la venta de productos no perecederos, como por ejemplo los tornillos, que siempre son necesarios, pero también los alimentos y golosinas para niños son buenas oportunidades para un país como Venezuela. Otro: los licores artesanales, cuya producción acarrea menos costo que el alcohol de procesamiento industrial y permite competir con precios más accesibles para la mayoría de los venezolanos.
Para ilustrar su disertación, Romero hizo un ejercicio con los participantes del podcast en el que presentó una nueva versión del cuento de La Cenicienta. Cada papel de los personajes fue abordado desde perspectivas distintas a las de la historia original. Así, la madrastra que siempre es la malvada de la obra, presentó argumentos distintos para justificar su conducta para con su bella hijastra: dada la necesidad material en la casa para dar de comer a cuatro bocas y los esfuerzos por mantener el hogar ante la ausencia del marido y padre de Cenicienta y sus dos hermanastras, la muchacha debía pagar su estadía y comida de alguna manera. La Cenicienta, una vez casada con el príncipe y ya sin apuros económicos, ayuda financieramente a su familia anterior y no la odia por lo que le tocó vivir con ellas; y las hermanastras están muy agradecidas con ella por su noble gesto de olvidar el pasado y mantenerlas. Un cambio de perspectiva, transformó una realidad muy arraigada. “Así puede hacerse con el contexto que tenemos, de lo que se trata es de buscar las otras lecturas de una misma realidad, eso nos permite captar oportunidades”, dijo el profesor Jorge Romero.
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