Streetart-literario #4# **Don Saturnino**

Esta es una serie de 15 publicaciones que combina arte callejero (grafiti en su mayoría) con literatura. Por una parte, una imagen cada vez tomada con mi Smartphone, paseando por las calles de Málaga; por otra, una propuesta literaria a partir de esa imagen.

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Don Saturnino

Foto tomada por @salvao – Grafitero desconocido

Ahora que ya era mayor, podía mirar hacia atrás, haciendo un repaso por lo que había sido su vida y podía estar en verdad satisfecho. Se había dedicado a los demás. Lo hizo mediante la enseñanza. Podía contar en cientos a las personas que mantendrían su recuerdo una vez faltara.

Desde que era pequeño, apenas un niño de ocho o nueve años, quiso ser maestro. Siempre lo tuvo claro. Creció y creció… y se esforzó como nadie para hacer uso de las herramientas que le permitieran conseguir esa posición que anhelaba. Siempre aplicado, siempre dando lo mejor de sí. Sacó su carrera y su oposición, consiguió su plaza, trabajando para el Estado. Y año tras año asumió con responsabilidad a ese grupo de niños que le asignaban en su colegio de siempre, en su pueblo de siempre.

Muchos de los maestros (la gran mayoría) enseñaban lo que estaba en los libros de turno, lo que recogía el programa escolar. No era el caso de Don Saturnino, él era un maestro diferente. Pero no nos equivoquemos, aunque también enseñaba a leer, a sumar, la geografía y la historia… Don Saturnino siempre fue de ese tipo de hombre que conseguía regalar a sus alumnos esa otra enseñanza. Más especial. Más profunda. Conseguía llegar al alma de los niños y niñas que, año tras año, tenía a su cargo. Despertaba en ellos ese interés por la vida, por el mundo, por el entorno y por el amor que la sola aplicación de los parámetros marcados por el Ministerio de Educación de turno no era capaz de asumir. Era ese maestro de la vida. Ése que no es fácil encontrar. Ése que, cuando tienes la suerte de cruzarte en su camino, consigue que encuentres, desde pequeño, un crecimiento y una conciencia especial del mundo.

Ése que tanto echarán de menos, aún sin saberlo, las generaciones venideras.

Ahora donde estaba Don Saturnino vendrá algún o alguna joven que, como tantos otros, no entiende el significado de VOCACIÓN. Algún "maestrillo" del montón que sólo busca su plaza fija, su sueldo asegurado, y a quién posiblemente ni siquiera le guste trabajar con niños. Alguien tan gris que la energía “arcoíris” de este recién jubilado le abrumaría hasta un total desconcierto que ni siquiera será capaz de razonar.

Don Saturnino ya es mayor, ya se jubila. Ya va a quedar en el retiro de su vejez… Pero, por ser como siempre ha sido, nunca le faltará la compañía de todos esos niños y niñas que aprendieron con él. Muchos de ellos ya adultos, que lo seguirán acompañando en intensas tertulias que una vez fueron en las aulas y que ahora, cómo no, son en patios y terrazas, y acompañadas de buen vino.

Gracias a todos los “Don Saturninos” del mundo.

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[Relato a la vocación]

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Si quieres ver más Streetart-literario, puedes seguir los siguientes enlaces:

1. La casa de los cristales   --   [Micro-ficción]

2. Corazón de oso   --   [Docu-ficción colonial]

3. Jessi desmadrada   --   [letra para canción de punk]