Origen de la palabra "Coroto" //samueldc
El uso de la palabra “coroto” es muy común en Venezuela y en algunos lugares de Colombia, y su origen se remonta a finales del siglo XVIII. Según la Real Academia de la Lengua Española RAE, tiene tres acepciones de uso coloquial: la primera es “Objeto o utensilio domestico, cuyo nombre se desconoce o no se quiere mencionar” la segunda es “Cacharro de la cocina o de la Vajilla” y por último “Poder Político”.
También hace mención la RAE a dos locuciones en las que forma parte esta palabra, “arreglar los corotos” que se interpreta como arreglar los utensilios y “cargar los corotos” que significa irse con la música a otra parte.
En Venezuela se usa para referirse a cualquier objeto domestico, bien sea vaso, olla, cucharas, vasijas o, en un término mas general como por ejemplo: “mudar los corotos” (hacia otro lugar), en este caso en particular se refiere normalmente a mobiliarios y enseres del hogar.
Según parece, el origen de esta palabra, tuvo su origen en la Venezuela del siglo XVIII, cuando el general Antonio Guzmán Blanco trajo de Paris un lienzo del famoso paisajista Jean Baptiste Camille Corot. El general era muy cuidadoso con sus pertenencias y, cuando debía mudarse por asuntos políticos, le pedía encarecidamente a su servicio que tuvieran sumo cuidado del “Corot” refiriéndose por supuesto al lienzo.
Con el tiempo, el personal de servicio del general, a manera de burla se referían a todos los utensilios del hogar como “corotos”, derivándolo de “Corot”. Así, con el pasar del tiempo y por costumbre, fue usándose esta palabra para referirse ya de una manera un poco mas especifica a ciertos tipos de utensilios del hogar (trastos o losas de la cocina) pero, como ya mencioné anteriormente, cuando se trata de una mudanza puede significar muebles y enseres.
Una variante de la anécdota sugiere que el también general José Tadeo Monagas era quien tenía dos lienzos de afamado paisajista francés Jean Baptiste Camille Corot, y al caer la dictadura de Monagas, el pueblo saqueó la residencia del mandatario, y arrastraron por la calle los dos lienzos particularmente apreciados por el dictador. Alguien que estaba viendo como arrastraban las obras de arte de Corot, dijo: “Adios corotos” expresión que también quedó muy arraigada en la jerga popular hasta el día de hoy.
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