Volvo Ocean Race. La Regata

Pronto empezaría una de las regatas más conocidas “Volvo Ocean Race”. Carlos y su tripulación participaban todos los años. Un largo viaje por el océano, en una hermosa embarcación, instalada de tecnología de última generación.

El sueño de Carlos era ganar tan estimado trofeo. Aunque lo más divertido para él, era disfrutar del viaje y sentir la brisa marina sobre su rostro, que le hacía soñar en ese estimado premio, el cual le otorgaría fama y prestigio.

Llegó el día de la salida, éste año era en Alicante. Bordeando las costas de África, Australia, República Popular China, Hong Kong, Nueva Zelanda, Brasil, Rhode Island, Reino Unido, Suecia y Holanda, destino final La Haya.

Primera etapa parada Lisboa, empezó la regata e ilusionados zarparon en busca de aventuras surcando los océanos con un viento suave y mar en calma. Todo fue tranquilo, no obtuvieron una posición muy ventajosa pero estaban contentos.

Descansaron para la segunda etapa, había que llegar a Ciudad del Cabo, bordeando las costas africanas. Este viaje fue con un oleaje más movidito, se formó una tormenta durante el trayecto en el que alguna embarcación tuvo que retirarse de la competición por daños en los radares.

Faltaban 6 horas para llegar a Ciudad del Cabo, cuando su estado de salud, empeoró gravemente sufría de una fuerte gastroenteritis acompañado de una fiebre muy alta. Avisaron al barco de apoyo que le seguía de cerca para que lo trasladaran a un hospital. Aunque se negaba hacerlo, tuvo que abandonar la embarcación.

Llegaron a Ciudad del Cabo pero el ranking no subía del undécimo puesto, se estaba poniendo difícil para remontar en la clasificación. Cuando uno de los allí presentes sugirió, una idea para al menos recaudar algo en el viaje. Todos quedaron muy atentos a lo que tenía que contarles.

El plan consistía en trasladar 2kg de diamantes desde Ciudad del Cabo hasta La Haya (Holanda). Quedaron boquiabiertos el resto de la tripulación y tras unos minutos, todos estaban de acuerdo. Habría que esconderlos en los tanques de lastre, en un pequeño compartimento que él había acondicionado para el momento.

Al día siguiente, tres horas antes de iniciar la siguiente etapa hacia Melbourne (Australia). Un hombre trajeado con un maletin, se presentó en el barco. Traía los diamantes para ser transportados a la siguiente ciudad. Era dinero fácil y nadie, excepto los presentes se iban a enterar. Aceptaron el trato y los escondieron.

Llegó la hora de partir, animados y contentos por el dinero que iban a recibir.
El tiempo era tranquilo, viento y olas relajadas. Fueron varios días de viaje, en cuanto llegaron a agua australianas, una lancha motora empezó a seguirles. El miedo entre los tripulantes de la embarcación era notable, se acercaron a ellos y uno de los tripulantes armados asaltó la embarcación, obligándoles a pulsar el botón para ocultar su posición.

Luego los reunieron a todos y les pidieron los diamantes. Nadie sabía como se podrían haber enterado, coaccionados prefirieron entregarlos y pensar luego en la consecuencias que eso conllevaría.

Llegaron a Melbourne y había gente trajeada esperandolos. No querían desembarcar por el temor a lo que iba a pasarles. Los hombres se le acercaron reclamando su botín, pero al decirles que no los tenían. Los retuvieron para pedir un rescate por ellos.

Era día de la próxima etapa, hacia Guangzhou (China). Cuando los organizadores de la competición observaron que no había ningún tripulante a bordo y la embarcación había sido destrozada por dentro.

Salió en las noticias la desaparición de los regatistas y Carlos que aún estaba ingresado en el hospital, no podía creer lo que estaba oyendo.
Pasaron meses y seguían desaparecidos, cerrando el caso hasta la aparición de nuevas pruebas. Un año después, aún no se encontró rastro alguno del paradero de los chicos.

Cinco años más tarde un submarinista viendo la fauna marina encontró unas bolsas con cadenas, las subió a la superficie vieron que eran huesos. Las pruebas de adn, confirmaron que eran los huesos de los regatistas de la Volvo Ocean Race.

Relato original by Sashas.

Siguiendo con el juego de dame 5 palabras para una historia. Estas son las palabras que me dio @juanmcar en uno de sus comentarios:

Lastre, océano, sueño, brisa y trofeo

Nota:
Si alguien quiere seguir con el juego estas son las 5 palabras del día. Si lo haces, publica tu link del reto, para que otros puedan leer tu historia
O si prefieres proponer 5 palabras en mis comentarios para crear la próxima historia.
Cada día iré poniendo las palabras que dejéis en los comentarios en el blog de @sashas, para que los que quieran seguir el juego, lo hagan al mismo tiempo.