El mundo oscuro (relato poco creativo)

in #spanish5 years ago (edited)

Tres días y algunas horas de más sumidos en la obscuridad. Una, me atrevo a decir, peor que una ceguera física puesto que esa obscuridad que experimentamos era tan súbita como esta pero también llena de falta del habla y del oído, cargada con un miedo colectivo, angustia, hambre y muerte en los hospitales del país. El abismo por el cual caemos siempre está presto a convertirse en un infierno todavía peor allende a las humillaciones cotidianas de todos los días a los cuales hemos sido sometidos a través de los años y convertidas en costumbres servidas en cualquier instancia de la vida social dentro de cualquier parte de este país. Ya esto que vive todo el país es lo que ha estado viviendo el estado Zulia durante muchísimo tiempo, cortes eléctricos de uno, dos o más días; zonas en donde la energía eléctrica se fue y jamás llegó. Leí hace poco que en Cuba suelen o solían cortar la electricidad tres días seguidos para que cuando esta regrese, los ciudadanos sometidos celebren su regreso y se acostumbren a una sempiterna miseria y humillaciones intencionadas por una dictadura comunista que no parece tener fin.

Un corte de luz de estas magnitudes te despide de la modernidad como si fueras una de las balas serviles de los tiranos en el Poder. Las primeras horas transcurren con la triste normativa a la que nos hemos acostumbrado, pero cuando comienzas a escuchar que «toda Venezuela no tiene energía eléctrica» tan sólo puedes intentar procesar la magnitud del desastre y a memorar todas y cada una de las advertencias que se han hecho a lo largo de los años al respecto del estado del único lugar en toda Venezuela que produce energía eléctrica. Un día después… un día y medio después ves las calles repletas de colas en los pocos establecimientos que tienen plantas eléctricas para poder poner a funcionar a los puntos de venta. Cuando decía más arriba que esta oscuridad nos despojaba del habla, me refería a que el súbito apagón nos dejó en el mismo momento sin comunicaciones en todo el país debido a que las compañías de telefónicas también sufrieron el apagón, imposibilitando las llamadas y la conexión a internet, y colapsando los puntos de ventas en un país donde el efectivo es escaso y las subidas de precio de cualquier producto está a la orden del día. Muchísimas personas amanecieron esos días sin comer, y quién sabe cuántas pudieron llevar comidas a sus bocas dependiendo de si la suerte les permitió poder pasar la tarjeta de débito en el caso de que en ese momento la conexión con su banco estuviera bien.

Sé que en un hospital de Acarigua murieron 8 personas por la falta de electricidad, mientras que muchísimos más neonatos fallecieron en todo el país por lo mismo. La clínica privada de mi pueblo estaba por tener que cerrar sus puertas debido a la falta de combustible para poder alimentar la planta. El combustible necesita de energía eléctrica para ser despachado.

Personas dentro y fuera del país preocupadas por la imposibilidad de comunicarse con sus seres queridos durante varios días porque simple y llanamente ninguna linea telefónica servía, salvo a veces por Movilnet que lograba algunos minutos de conexión intermitente para caer por media hora o más tiempo hasta volver a lo mismo.

Por desgracia esta tragedia no podrá ser solventada hasta que Maduro no salga del Poder. El chavismo en 20 años jamás hizo mantenimiento al Guri, mientras que las plantas termoeléctricas del estado Zulia jamás llegaron a ser operativas. Cualquier pieza que necesite la o las turbinas de emergencia que son las únicas que han estado trabajando por años, porque sí, hemos estado de emergencia por muchísimo más tiempo no se fabrican en el país, esas deben ser importadas desde USA o desde Europa. Y Maduro no puede comprarlas simplemente porque no puede negociar ya con ningún país. Y por más dictador que él sea, si quiere permanecer en el Poder no le conviene dejar al país sin energía eléctrica. Guaidó por su parte tiene que lograr sentarse en Miraflores para atender a la inmensa escalada de la crisis humanitaria que este apagón significa. Porque sí. Es algo que sin duda se va a repetir.

Seremos arrastrados al mundo obscuro quién sabe cuántas horas, días o semanas.

Realmente en este punto vuelvo a perder las esperanzas con respecto a nuestra situación debido a que el apagón nos enseñó cuán débiles y desprotegidos estamos todos nosotros los simples ciudadanos que intentamos sobrevivir todos los días en esta catástrofe. Las marchas que propone Guaidó, como la que sucedió el día sábado, no tenían ningún propósito si no fuera para drenar el malestar del apagón. De seguir estas convocatorias es probable que él se sepulte como pasó con Capriles. La misión de Guaidó es cuando menos darle premura al nombramiento de su gabinete para terminar así con su gobierno de transición.

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