"Los hermanos Van Hannen" [capítulo borrador]

in #spanish5 years ago (edited)

Esto ocurre algunos años después de "No soy un héroe"

Puedes leer mientras oyes:

He estado intercambiando cartas con dos hermanos muy lejos norte de la ciudad de Samour, específicamente de una ciudad portuaria poco conocida que se llama Locrian. Cuando conocí a Sebastian Levrais en la taberna de Teren, dijo que quería presentarme a sus amos, aunque no esperaba que fuera por este medio. El hermano se llama Painter y la hermana Fantasia (que recalcó que se pronuncia como 'Fantashia') van Havannen. El viaje de Samour hasta Locrian han sido más de 300 kilómetros en tren. Quise invitar a Amadeus a que viniera conmigo pero me argumentó: «así que llevas intercambiando cartas con unos desconocidos que viven a cientos de kilómetros de aquí, los cuales conociste gracias a un tipo en un bar. ¿Por qué no tienes relaciones a distancia como todos los demás? Usa el internet o algo. La gente de tu país tienen costumbres muy arcaicas, ¿es eso? (…) Ojalá no te secuestren, no te puedo acompañar. Si todo va bien, envíame una foto». En ese caso sólo conseguí que Laura y Stella me acompañasen. Habiendo llegado hasta Locrian en la tarde hacia un frío húmedo muy penetrante. Apreté la bufanda a mi cuello y me puse unos guantes de lana. A continuación vi a Laura tomando chocolate caliente y a Stella haciendo movimientos para conservar el calor. Saqué uno de los suéteres de lana que llevaba conmigo y se lo ofrecí.

 

—Parece que alguien necesita de algo extra de abrigo—bromee. Stella me devolvió una mirada asesina pero no dijo nada, cogió el suéter y se lo puso. —Quizá deberíamos comer algo caliente antes de seguir, además vendría bien pedir indicaciones para ubicarnos.

—Me parece bien; vi un cafetín por aquí cerca—dijo Laura incorporándose. Nos dirigimos hacia el cafetín, había mucha neblina, así que algunos negocios sólo se podían hallar a través de las tenues luces de sus anuncios de neón.

—Hacen menos tres grados allá a fuera—dijo Stella mirando al termómetro dentro del local. Luego corrió y ordenó comida caliente. Laura ubicó una mesa. Yo pedí algo para comer y calentar el estómago, luego miré al mapa que tenía de Locrian, aún debíamos coger un carro para llegar a nuestro destino.

—Oye, Laura, parece que a ti no te ha afectado tanto este frío—soltó Stella.

—En realidad muero de frío—replicó.—Pero de nada va a servir quejarme. Tú en cambio la estás pasando muy mal.

—Bueno, sí, es que no estoy acostumbrada—dijo apartando la vista. —Y, Jerome, ¿aún nos falta mucho? Calculo que en dos horas más no habrá nada de luz solar, y si nos quedamos en la calle nos vamos a convertir en estatuas de hielo.

—Nos falta una viaje en carro, calculo que de una hora más —dije. Debemos ir a este pequeño barrio que queda a través de la colina—dije señalando al mapa.

—¿Se imaginan que de verdad nos secuestren y que intenten sacarnos los órganos como en esa película?—Preguntó Lau.

—Nadie nos va a sacar los órganos—respondí.

—Claro, si alguien lo intentase, yo se los sacaría primero—agregó Stella. Laura se rió y yo también. De ahí en más salimos a buscar un carro y se nos fue una hora y un par de minutos. Sólo conseguimos un carro jalado por caballos que nos cobró una fortuna, pero por suerte era cómodo y cálido su interior. El chofer no hablaba para nada.

—Pensaba que el sujeto nos iba a prevenir del sitio a donde íbamos y que nos iba a dejar lo más cerca que pudiera—comentó Laura—pero las cosas no suceden como en las películas ni en los libros.

—Sí, en cambio, el tipo se mostró indiferente—dijo Stella.

—Han visto demasiadas películas, chicas. Me hacen pensar que se preocupan mucho—dije y luego hablamos de otra cosa todo el rato que duró el viaje. La verdad es que me sentía bastante ansioso por conocer a los hermanos Van Hannen después de tanto tiempo y tantas cartas. Nunca habíamos hablado de cómo éramos, ni ellos ni yo. Después de todo, esa no es la máscara que se pretende enseñar en nas cartas.

 

Cuando bajamos del carro, ya había caído la noche, pero en la zona que nos encontramos, ya bastante alejada del puerto, sus calles estaban adornadas con farolas enormes y muy elegantes. La neblina apenas nos permitía ver, pero las propiedades eran muy grandes y barrocas. Estábamos en una zona muy rica.

 

—Qué bien, si no nos matan para sacarnos los órganos, seguro hoy dormimos como reyes—dijo Laura.

—¿Qué tanto has estado investigando sobre el tráfico de órganos en este país, Lau?—Pregunté bromeando.

—Lo suficiente, pero es más frecuente en el sur que en el norte.

—¿Y entonces, por qué te preocupas?—Volví a preguntar.

—Que las estadísticas arrojen poco, no significa que no podamos pasar a pertenecer a ellas.—reímos mientras caminamos unas cuadras más mirando a través de las tenues luces hasta que dimos con una pared con una enorme placa que llevaba grabada «Van Hannen». Entramos a través del enorme portón y caminos por el inmenso y solitario jardín hasta la puerta de la ostentosa mansión de color ocre. A continuación, me dispuse a tocar la puerta cuando está se abrió súbitamente, del otro lado estaba Sebastian sosteniendo una lámpara de aceite y nos iluminó con ella.

—¡Oh! Pero si es sur Jerome. Bienvenido—dijo él y le di la mano. De pronto, alguien se acercó detrás de él, y una voz de niña comenzó a hablar.

—¿De verdad es él? ¡Estoy sorprendida! Pude ver el brillo de sus ojos desde mucha distancia.

—Oh, ¿disculpa?—Pregunté mientras pasábamos según el ademán de Sebastian. Observé que la voz provenía de una niña de no más de diez años de edad. La observé detenidamente, sus ojos eran de color lila y su cabello negro como el carbón, brillaba incluso, y era muy largo, parecido a una noche sin luna ni estrellas.

—Nada. Sólo dije que miré al brillo de tus ojos desde la puerta cuando venías para acá. ¿Nunca te han dicho que tus ojos brillan demasiado? Incluso con todas esas máscaras que llevas puestas, son como dos lunas llenas, nada las puede opacar, ni siquiera la luna más obscura.—Me sorprendí de lo que dijo esa niña.

—Tú debes de ser Fantasia si no me equivoco.

—Pues, no, no te equívocas—dijo ella. Y comenzamos a caminar por el recibidor.

—Ellas son Laura, mi hermana; y Stella.

—Es un placer—dijo Stella primero.

—¿Stella, uh? Es un nombre muy bonito como tu rostro a pesar de todas las heridas y quemaduras que tienes aquí y allá.

—¿Heridas, quemaduras?—dijo Stella mientras se tocaba la cara.

—Es un gusto conocerte, Fantasia—dijo ahora Laura. Fantasia se detuvo y la miró.

—Tú de verdad que eres alguien especial. Ojalá que lo sepas. Pero hay mucha niebla al rededor de ti. ¿Quieres algo más de chocolate caliente?—Laura dijo que sí. —Muy bien, Sebastian, ¿podrías?

—Como usted ordene—recplicó haciendo un ademán y se alejó. A continuación, nosotros entramos a lo que debía ser el salón principal de la casa.

—¿Y en dónde se encuentra tu hermano?—Pregunté

—Está por acá—señaló con su dedo a la derecha—Ah, ya no está… Entonces está por acá—dijo señalando a la izquierda. Y allí estaba un niño de la misma edad que Fantasia sosteniendo a un tomo muy pesado mientras que sus ojos estaban vendados. Sin embargo, al acercamos, noté que dicha venda estaba hecha con una tela de un material muy fino y que llevaba el estampado de unos símbolos que no lograba recordar en dónde los había visto. Él miró hacia nuestra dirección.

—Buenas noches. Usted debe de ser Jerome, ¿no es así?

—Así es—dije, y él estrechó la mano, le di la mía.

—Es un placer conocerte por fin.

—El placer es mío, Painter—dije mientras disimuladamente eché una ojeada al libro que estaba leyendo, era un tomo cualquiera sobre historia de la literatura, pero no estaba escrito en braille como lo imaginé al mirar la venda en sus ojos. Seguidamente presenté para él a Laura y a Stella. Aunque a diferencia de su hermana no hizo ningún comentario extraño. Tomamos asiento y luego Sebastian entró junto a algunas criadas con chocolate y otros aperitivos.

—Oye, Painter, sabíamos que Jerome era especial pero también ha traído a personas especiales con él—dijo Fantasia con muchísimo entusiasmo.

—¿Ah, sí? Me alegra que hayas podido verlo Fantasia—dijo él.

—¿Y por qué somos «especiales»?—Preguntó Stella.

—Deberías saberlo. Pero si no, ahora mismo no importa tanto.

—Pero tú lo dijiste en primer lugar—recalcó Stella.

—Cierto. Pero creo que es algo natural que Jerome conozca gente así.

—¿Y viven ustedes aquí solos?—Preguntó Laura.

—Junto al buen Sebastian y a otras personas que trabajan para nosotros. Se podría decir que no estamos viviendo solos.

—¿Y sus padres?—Volvió a preguntar Lau.

—Hace mucho tiempo que murieron. Lo único que nos quedó de ellos han sido unas joyas y algunos recuerdos.

—Lo siento mucho—dijo Lau apenada.

—No te preocupes. Un alma tan noble y pura como la tuya no debería de empañarse con tristezas innecesarias.

Había notado a este punto de la conversación dos cosas: primero, la mirada de Painter siempre seguía a su interlocutor, es normal que algunos ciego no lo hagan, aunque podría deberse por su cortesía; la segunda cosa era que Fantasia me miraba bastante a los ojos. ¿Se debía al comentario que me dio al recibirme? Me daba muchísima curiosidad, y aunque se tratara de una niña pequeña no quería ofenderla a ella ni a su hospitalidad con una preguntaba indebida. Así que traté de realizar la pregunta más inocente posible.

—Fantasia, cuando llegué, dijiste que mis ojos brillaban muchísimo, como dos lunas a pesar de las muchas máscaras que llevo puestas. ¿Es acaso alguna forma poética?

—¿Poética? ¿Poesía?—Preguntó mientras miraba al techo—No creo que ninguna de esas. Sólo me refería a lo que veía. Por ejemplo, una de esas muchas máscaras que llevas puestas ahora mismo es tu nombre. No te llamas Jerome, pero es un nombre agradable. Aunque no tienes cara de llamarte como tal.

Me sorprendí bastante de lo que dijo, noté que Laura me dirigió una mirada y luego miró a Fantasia. Yo también lo hice pero era imposible detectar malicia alguna en sus ojos. Era simplemente una niña muy sincera.

—Sí, tienes razón, ese no es mi nombre—dije. Stella también me miró. Veo que sabes muchas cosas. ¿Pero podrías saber mi verdadero nombre?—Pregunté jocosamente.

—Eso es difícil, no soy adivina—dijo.

—Creo que el nombre de Jerome no es importante, hermana.

—No importa, Painter, ustedes han sido muy amables conmigo, así que lo mínimo que puedo ofrecerles es mi nombre: me llamo Khalain.

—Sí, tienes cara de que tienes un nombre del este. Ahora llevas una máscara menos. Las otras son muy profundas y no las logro comprender del todo bien, pero no son importantes.—Lanzó una risita inocente.

—El chocolate de aquí es de muy buena calidad—dijo Laura.—Me parece impresionante que hayan podido mantener la mansión ustedes siendo tan jóvenes.

—Con los años nos acostumbramos, querida Lau—respondió Fantasia.—¿Puedo decirte solamente 'Lau'?—Laura hizo un gesto afirmativo—pero a medida que el mundo cambia, también debemos cambiar nosotros a nuestra historia.

—¿Qué quieren decir?—Preguntó Stella mientras comía.

—Mi hermana quiere decir que debemos adaptarnos al mundo constantemente.—Sebastian entró por la puerta y se colocó entre los hermanos.

—¿Pero con sólo diez años?—Volvió a preguntar.

—Bueno, para ser exactos no tenemos diez años—comenzó Painter—Verán, nuestra historia es un poco más compleja que eso. Pero por la confianza que hemos desarrollado con Khalain podemos contarla.

—Pueden decirme simplemente "Khan"—interrumpí—Painter sonrió y movió afirmativamente su cabeza.

—¿Somos amigos, no?—Preguntó él pero mirando a su hermana. Esta frunció el entrecejo y comenzó a mirarnos abiertamente como lo haría cualquier niña curiosa de su edad.

—Sí—soltó mientras se levantaba y miraba hacia Lau—por ejemplo mira a Lau, tiene muchos amigos.

—Pero realmente yo no tengo muchos amigos—interrumpió ella con un deje de tristeza en su voz.

—Claro que sí. Cuando creas un lazo sincero con alguien se crean hilos invisibles que te unen con esas personas a través de cualquier distancia. Pero sólo aparecen cuando son sinceros, y puedo contar muchísimos en ti. Eres la que más tiene dentro de esta casa.—Al decirlo se dio la vuelta hacia mí. —Khan—soltó una risita.—Vale, hace más de cien años que estamos aquí Painter y yo, pero no somos fantasmas, ¿verdad, Painter?

—Ahmm, no…

—No, no son fantasmas—dijo Laura mirando a Fantasia.

—Para hacer corta la historia: es sólo que no podemos envejecer y tampoco morir bajo ninguna circunstancia—dijo Painter reclinándose sobre el sofá como si un peso muy grande se le hubiera quitado de encima.

—Creo que si nos cortan la cabeza, sí nos morimos—agregó Fantasia.—Pero no ha pasado. Así que lo correcto seria decir que el paso del tiempo no nos afecta.

—Sí, hermana—Painter tosió—eso es lo que sabemos.

—¿Y llevan todo este tiempo viviendo aquí?—Les preguntó Stella.

—En parte, señorita Stella, hemos pasado algunas décadas a fuera también. Todo para no levantar sospechas. La gente es muy supersticiosa y también prejuiciosas.

—¿Y qué hay de sus sirvientes y críados?—preguntó de nuevo ella.

—El bueno de Sebastian es el único que sabe de esto—Painter hizo un gesto con las manos señalando hacia un cuadro.—Cada cierta cantidad de años cambiamos de sirvientes. A algunos criados les damos dinero para que puedan independizarse, eso es como nuestra forma de agradecerles por su trabajo.

—Debe ser muy duro desprenderse de la personas para ustedes por lo que puedo notar—interrumpió Laura.

—Sí, señorita Laura, sí que lo es. Pero no sólo para nosotros, para ellos también lo es—interpuso Fantasia. —¿Recuerdas acerca de los hilos que te mencioné? Muchos dejan los suyos atados a nosotros. Estamos cubiertos de esos hilos como un ático abandonado puede estar cubierto de telarañas.

—Eso es algo que Fantasia siempre me recuerda, y a veces se pone a llorar por esa razón—ella se sonrojó al oír las palabras de su hermano. Este tomo un aliento y continuó—Sebastian siempre cuenta alguna historia sobre nosotros. Que si nuestros padres acaban de desaparecer, o de fallecer, lo que te puedas imaginar. En ocasiones han sido cosas dramáticas pero creíbles. Realmente tampoco salimos mucho a la calle. No obstante, hace un año nos hicimos amigos de unos niños del vecindario los cuales solían venir aquí—señaló hasta otro cuadro.—Pero hace cuatro meses aproximadamente, sus padres fallecieron en un accidente, y como no hubo nadie que tomara sus custodias han sido llevados al orfanato. Allende a esto, es muy posible que a nosotros también nos lleven y nos encierren en el orfanato de la ciudad. Y quién sabe qué podría pasar cuando noten que no podemos envejecer.

—Eso último no me lo habían comentado en sus cartas—dije.

—No creo que fuera necesario, Khalain—dijo Painter.—Pero queremos pedirte un favor muy grande dada a nuestras circunstancias.

—¿Y cuál será?—Pregunté. Painter sonrió. Su sonrisa se veía más grande en su rostro supongo que por el velo que cubre sus ojos.

—Deseamos que nos ayudes a salir de la ciudad. Es algo que Fantasia y yo junto con Sebastian llevamos tiempo planificando.

—Fue primero idea de Sebastian—intervino su hermana.

—Claro… Por mí no hay problema—comenté.

—Pero también queremos que nos ayudes a rescatar a esos niños.

 

 

 


Posted from my blog with SteemPress : http://seifiro.timeets.xyz/2018/11/30/los-hermanos-van-hannen-capitulo-borrador/

Sort:  

This post has been found valuable and upvoted by El surtidor


This post got an extra 5 power for following us

Follow @elsurtidor to get biggest votes in your next posts

Congratulations! This post has been upvoted from the communal account, @minnowsupport, by Seifiro (I'm not Batman) from the Minnow Support Project. It's a witness project run by aggroed, ausbitbank, teamsteem, someguy123, neoxian, followbtcnews, and netuoso. The goal is to help Steemit grow by supporting Minnows. Please find us at the Peace, Abundance, and Liberty Network (PALnet) Discord Channel. It's a completely public and open space to all members of the Steemit community who voluntarily choose to be there.

If you would like to delegate to the Minnow Support Project you can do so by clicking on the following links: 50SP, 100SP, 250SP, 500SP, 1000SP, 5000SP.
Be sure to leave at least 50SP undelegated on your account.

Coin Marketplace

STEEM 0.26
TRX 0.11
JST 0.033
BTC 63966.64
ETH 3055.32
USDT 1.00
SBD 3.87