Pensamientos en torno al amor

in #spanish5 years ago (edited)

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“… no puedo creer que exista un cuento de hadas en el que se haya luchado por una mujer más y con mayor desesperación de lo que en mi interior se ha luchado por ti, desde el principio y siempre de nuevo y tal vez para siempre”.
Franz Kafka


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No me gusta pensar en el amor como una mera reacción química en el cerebro, que si bien eso dice y explica cosas, no lo dice todo. Lo mismo opino con respecto a la depresión, no es sólo química en el cerebro, es también, como el amor, una sensación como disturbio espiritual.

Pienso en el amor como una coordenada que nos lleva hacia los demás, y estos a su vez hasta uno mismo. He ahí su sentido de sempiterna búsqueda. ¿Pero qué buscamos? Es innegable que hay amores obsesivos que no sólo se dan por personas de un sexo específico, si no amores enfermos que se dan por figuras de amadísimos líderes de países que encierran una respuesta arquetípica al padre perdido, en ese caso como ya dije se busca el reemplazo de algún objeto amado que no es necesario haber tenido y luego perdido, este bien pudo haber estado siempre ausente. No obstante, esto no significa que dicha búsqueda sea en escenarios cotidianos más o menos malsanos. Puede darse en una escuela el caso del acoso por supuesto "amor"; o puede abrirse también el escenario de una búsqueda perenne de relaciones amorosas y sexuales que sirvan como nepente para el resultado de alguna relación fallida. Es en este último punto en donde radica la importancia del amor no entre padres y hermanos, si no el que se da entre dos personas completamente desconocidas que se encuentran por alguna razón en algún sitio y entre ellos comienza alguna química.

Ese «primer amor» funciona para moldearnos a nosotros mismos como personas. Si ese primer amor no es sano, es posible que deje heridas que tardarán demasiado tiempo en sanar, o que quizá nunca lo hagan, y así la persona en cuestión deba encerrarlas en lo profundo de sí mismas. En cambio, en caso de de ser positivo y ese amor acabar, se obtiene un arquetipo positivo de persona.

No es ningún error ni ninguna exageración decir de forma personal que yo como hombre soy también muchas mujeres a la vez: me refiero a las mujeres con las que he estado, las que me han amado y las que yo he amado a mi vez. Yo, queriendo desentrañar qué es el amor he llegado a esta conclusión.

Recuerdo que toda la vida te repiten la frase: «para amar a alguien más, primero debes de amarte a ti mismo» y puede ser verdad pero no en todos las casos, y creo que muchísimo menos en la mayoría de ellos. No sé si sea un fenómeno social de la sociedad posmoderna sumida en el caos de las publicidades que todos los días bombardean desde hace décadas de forma vertiginosa con la idea de que somos infelices y que necesitamos complementarnos con algún producto, aunado a los romances de las pantallas del cine y de la televisión, y más recientemente a las parejas "goals" de fotos de internet que, al fin y al cabo, son sólo fotos, no sabemos el contexto de ellas ni mucho menos si esas personas son lo que dicen ser. En todo caso, vivimos sumidos en una vorágine de autodesprecio constante que nos ciega e imposibilita conocer a través de cualquiera de nuestros sentidos qué somos, qué merecemos y qué podemos hacer. No sabemos qué de nosotros merece ser amado. No es hasta que viene alguien hasta nosotros y nos señala las cosas en nuestro ser que son amadas.

Ese amor que alguien más nos da, nos permite a nosotros amarnos también, a luchar por ser mejores y tan buenos como nos dicen que somos.

Ese amor es el que nos permite lograr descubrimientos en uno mismo antes imposibles. Y aunque ese amor acabe y quede el despecho, esos descubrimientos quedan expuestos para siempre, como una isla señalada en un mapa. Amar es habitar en otro, y dejar que a su vez, habiten en ti. Es pedagógica su experiencia.
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