¿Por qué no vale la pena salir a la calle a pelear por Venezuela?

¿Por qué la gente no sale nuevamente a las calles a pesar de que la hambruna, la inflación y las muertes producto del chavismo van en un acelerado aumento?

Porque la gente ya no tiene una razón para hacerlo. No hay razón para revelarse pues todas las formas de rebeldía fueron consumadas y apagadas por la misma oposición política. En forma de calle se apagó con el diálogo. La calle hace unos meses junto al afamado artículo 350 de nuestra constitución significaron un momento de varios meses en que la dictadura se sintió acorralada interna y externamente. Pero la oposición chavista, es decir, la MUD, la cual no se puede confundir con una «oposición al chavismo», tomó el control de los movimientos ciudadanos convirtiéndolos así en marchas más que en protestas, en donde todos los días, o al menos en Caracas como hará constar Joanna Penso León se resumía en tener que esperar a la llegada de un dirigente opositor como Guevara o como Pizarro. Recordemos que Henry Ramos, ergo, «viejo marico», no hizo acto de presencia en esos meses porque era contrario a sus planes. Prosiguiendo, la MUD toma el control de la fuerza de calle y la va apagando paulatinamente a fuerza de derrotas, de frustración, de muertes y de miedo. Por último, terminan en un plebiscito como una opción diferente a la protesta, es decir, la mal llamada «opción de salida electoral» en donde cada ciudadano daría a conocer su opinión mediante el sufragio para decirle «No» a la ya reconocida internacionalmente como dictadura chavista.

Pero como era de esperarse, esta opción al igual que la de calle sería agotada y convertida en una necesaria derrota para la ciudadanía y no para la MUD, quienes mediante negocios entregaron una vez más a las esperanzas de la nación. Esto trajo como consecuencias —no sé si esperadas para el viejo marico— que en las elecciones de gobernaciones supuestamente hubiera abstención para la MUD lo cual devino en una humillante derrota en casi todos los estados del país. Y se espera que pase lo mismo con las de alcaldes.

¿Actualmente qué pasa? Que la gente sabe consciente o inconscientemente que la salida ni está en los votos porque el sistema siempre dará como ganador al PSUV y arrojará algunas migajas a la MUD. Como tampoco está en la calle porque saben que los militares y los colectivos están dispuestos a matar.

El venezolano es una paradoja en sí mismo de la irreverencia. Puede ser irreverente con sus compañeros de estudio y de trabajo, incluso quizá con algunos familiares