¿Qué es el "nanar"? cuando algo es tan malo que es bueno
Nanar es una voz francesa que sirve para designar a una obra artística en especial una audiovisual que es tan, pero tan mala que es buena. En el mundo del cine existen muchas películas como también directores que pecan de ser sujeto eternamente mediocres que sacan al año una película con la misma fórmula la cual a veces vende mejor y otras peor como en el caso de Adam Sandler. Siempre es la misma repetición del sujeto heterosexual masculino como protagonista bajo situaciones cotidianas que no salen de la heteronorma y logra hacer pequeñas parodias sobre el LGBT, tampoco se le puede acusar de ser un machista ni mucho menos homófobo como si un mal director, pero en el gusto del nanar por lo menos hay una que otra película de él que provoca ver por los fáciles que son de digerir. Pero ojo, no todo lo malo puede ser bueno como el nanar. El año pasado el famoso youtuber español conocido como Wismichu (quien además tiene licencia para ser idiota como muchos de los que tienen cantidades absurdas de suscriptores) estrenó una película en el festival de Sitges en España.
Aquí hay que hacer un pequeño paréntesis. El festival de Sitges no es como cualquier festival de pueblo u universidad en donde vemos cortometrajes casi siempre mediocres y de paso, utilizando como locación a la misma universidad como si hubiera que limitarse desde el vamos; en el festival de Sitges participan películas que se sabe podrían ser nominadas al Oscar como sucedió con "La forma del Agua" de Guillermo del Toro, lo que quiere decir que un nivel alto se debe exigir a los materiales y que por consecuente debe de haber un equipo humano encargado de juzgar las películas. Pero pasó esto:
"Bocadillo" de Wismichu, tráiler:
Película completa:
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Una razón para que una obra mala no pueda ser buena es porque ofende a su público al tratarlos como imbéciles o al hacerles perder el tiempo consumiendo el producto. Y no, no necesariamente lo que es nanar es recomendable porque el nanar es el pecado de uno como consumidor, es casi como ese gusto u fetiche sexual raro del cual sólo hablas en cierta intimidad.
En los juegos de vídeo, un siempre y muy simpático ejemplo del nanar es el vídeo juego de Pepsiman. Aquel intento de los años 90 de la compañía de refrescos por vender en Japón a través de los juegos de vídeo cuando el mercado de los mismos estaba inundado de personajes muy inteligentes y de arquetipo solitario como Cloud Strife o Solid Snake. Allende al arquetipo del héroe, el juego es anacrónico para la época y realmente no posee ni historia ni nada interesante más allá de escenarios en Estados Unidos bastantes jocosos y unas ansias por descubrir que el enemigo final sea la Coca-cola. Es nanar porque al menos yo lo recuerdo con cariño y sé que muchos más amigos gamers también.
Las primeras tres películas de Scary Movie me parecen un cine completamente nanar. Son humor mediocre que depende de situaciones ridículas, y las películas siguientes son incluso peor que esto pero no puedo catologarlos como nanar. Y por los vientos que soplan, tampoco a la nueva trilogía de Star Wars por pecar de exprimir a la franquicia mezclando sus jugos con la carne de la generación Marvel y de lo políticamente correcto para así intentar crear una quimera en donde la trama peca de aburrida y de tener elementos sumamente innecesarios como todos los demás personajes que no sean del elenco principal. Lo mismo puede decirse de los spin off que hemos visto hasta ahora.