Cuan sereno es tu vuelo que mis sueños
parecen retirarse, diluirse.
Por eso dejó que mis pensamientos te acompañen,
se queden inmersos en el aire.

Llevando tantas dudas,
incomprensibles miradas,
donde se pierden las preguntas.
Por eso mis ojos se remontan en esa placidez.

Van en cacería de aquellos momentos
cuando uníamos nuestras manos,
representando el mundo en una felicidad
que ahora se pierde en la incomprensión.

Como tu paso sobre las aguas de un mar
que invita al desvarío,
te vas en esa quietud que se pierde
que me va diluyendo en la distancia.

Mis pensamientos vuelan para buscar ese sueño
donde poder sembrar otros destinos,
tal vez no con la misma fuerza de aquellos jóvenes
que contaban estrellas en el firmamento.

Hacían de la noche un mar para surgir entre las olas
con un ejército de gaviotas halando hacia la felicidad,
ahora veo tu vuelo solitario y con él, llevas mi historia,
está que ahora es un viento sin música
un barco que se diluye.
Una brújula sin ganas de marcar el rumbo
de estos ojos que miran el encanto de tu Plácido vuelo.