Un flashback a los 90's: Los Tres Tenores, Concierto de Los Ángeles de 1994

Me detengo un momento en mi trabajo de transcripción para redactar estas líneas llenas de nostalgia ante los sucintos recuerdos de la infancia que se agolpan por momentos en mi mente mientras escucho a José Carreras, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti en aquél magnífico concierto que ofrecieron en el Dodge Stadium de Los Ángeles con motivo del final de la Copa del Mundo de 1994 que se llevaron a cabo en Estados Unidos ese mismo año.

Recuerdo que 1994 fue el año de mi primer contacto con la música clásica. En ese año solía poner el cassette beta de Fantasía en la videocasetera para ver a Mickey Mouse hechizando una escoba, ver las flores danzar El Cascanueces y ver a Zeus lanzarle rayos a Baco; fueron tantas las veces que lo ponía que aún así no me fastidiaba. Un día, mi abuelo (qepd) llevó a casa aquél CD de portada azul con los rostros de los tenores y del director de orquesta, Zubin Metha, y lo ponía en el modular (o mini-componente) para escucharlo a todo volumen en toda la casa. Recuerdo que a veces hacía mi tarea con aquellas canciones de fondo; para mí aquello era un entretenimiento que me llenaba de curiosidad.

Si bien los volvía a escuchar en mis épocas de preparatoria y en la universidad, los sentimientos que me generaban parecían potenciarse cuando acompañaba las melodías con las reproducciones mentales de escenas de películas románticas como Only You o Anastasia. No podía negar que realizar aquél ejercicio en particular algunas veces antes de ir a la escuela, en plena soledad de la habitación que compartía con mi hermano en ese entonces y con un discman en mano era un enorme estímulo para mi imaginación.

Ahora que escucho la Marcha Húngara de Berlioz, la cual no fue incluida en el álbum, la nostalgia me invade; creo que ya es momento de regresar al trabajo, no sin antes compartir con ustedes el video del concierto, el cual encontré en YouTube, para que lo puedan disfrutar, distraerse un poquito de los ajetreos de la vida o para dormirse de un solo golpe.