La verdad y sus enemigos

in #spanish5 years ago (edited)

En mi última publicación hablaba sobre la naturaleza, el orden natural físico, y la voluntad natural, la cual es expresada mediante la traslación y la alteración, también me enfoqué precisamente en dejar en claro que únicamente estaba hablando de lo relativo a la física, y nada más.

Hoy hablaré sobre la máxima fuerza que tiene la naturaleza para expresar su voluntad, y si en la vez pasada esta voluntad era expresada mediante el movimiento continuo y el cambio constante, esta vez es expresada precisamente mediante la inmovilidad y mediante la permanencia estática y eterna de aquello que llamamos verdad.

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El Tiempo desvelando la Verdad

La verdad es una cualidad, una idea, no es nada que exista físicamente, sin embargo, al igual que todas las demás cualidades, se manifiesta en todas las cosas físicas en una suerte de omnipresencia; a pesar de que nada físico es la “verdad”, todo lo que realmente existe es “verdadero”, por tanto, la “verdad” siempre está allí esperando a ser descubierta.

Su contraparte, que no es la mentira, sino la falsedad, es por el contrario un constructo humano. Si la verdad y las cosas verdaderas son precisamente las cosas como son, y nada más, la falsedad representa la voluntad humana de ignorar, de ver las cosas como no son.

Y como ya sabemos todos, la voluntad humana, por más fuerte que sea el hombre, nunca puede con la voluntad de la naturaleza. Una falsedad, por más engañosa u elaborada que esté, por más aparentemente evidente al sentido común que sea, morirá, pues si la falsedad es creada por los hombres, cuando no queden hombres dispuestos a defenderla, esta simplemente dejará de existir.

Una mentira, al igual que una falsedad, necesitan constantemente de hombres ejerciendo su voluntad para mantenerla. La verdad por el contrario siempre está allí, no necesita que nadie la defienda para hacerse presente, y tarde o temprano, se sobrepondrá.

Esto me recuerda a una máxima de Max Planck: "La verdad nunca triunfa, simplemente sus oponentes se van muriendo".

¿Sus oponentes? ¿Pero quiénes son sus oponentes? ¿Alguien hoza a oponerse a la verdad?

Así como el mal siempre es hecho en nombre del bien, porque no hay nadie que bajo su propia opinión sea malo; y así como la injusticia siempre se hace en nombre de la justicia, porque no hay nadie que bajo su propia opinión sea injusto; los que se oponen a la verdad no creen, en su opinión, ser opuestos a ella, pero como ya intuimos aquí, la opinión es el problema. Y lo digo literalmente.

Si la verdad es precisamente las cosas como son, y la falsedad las cosas como no son. La opinión es las cosas como nos parecen; sea porque creemos que son así debido a que somos ignorantes, esto cuando somos racionales; o sea porque queremos que sean así a pesar de saber que no es así, esto cuando somos emocionales.

Pero como no somos omniscientes para conocer la verdad, todos los hombres tenemos opiniones.

La opinión es verdad subjetiva, es decir, aquello que es verdad únicamente con respecto al que lo piensa. Nadie sostiene opiniones que conscientemente sabe que están erradas. Incluso aquellos que dicen que la verdad no existe, contradictoriamente creen que su opinión es verdadera. Por tanto, para cada individuo del mundo, su opinión es una serie de ideas que son las que más se acercan a la verdad, sabiendo, por supuesto, que las opiniones son siempre opiniones y nada más, algunas más verdaderas que otras, algunas totalmente falsas, sin embargo, siempre opiniones y nunca “verdades”.

Las opiniones no son jamás la verdad objetiva.

Los oponentes de la verdad se crean cuando personas se hacen leales a esta verdad subjetiva, sean sus opiniones o las opiniones de otros, pues entonces, la verdad objetiva, aquella que impera en los hechos y no en la imaginación, es olvidada.

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El Incrédulo cubriéndose de la Verdad

Y el problema con tales personas que se hacen leales a las opiniones, es que tarde o temprano terminan recurriendo a las mentiras, sofismas, falacias, y finalmente, al abandonó total de la razón. ¿Por qué? Porque le tienen miedo a la verdad. Temen que su opinión sea falsa y el mundo de cartón que han construido a su alrededor se derrumbe. Y lamentablemente para ellos, los cuales somos todos en algún momento, la voluntad de la naturaleza siempre se sobrepone, y aquellos que honran a la opinión y no a la verdad solo podrán fracasar.

Si deseas saber cuándo se busca conseguir la verdad y cuando mantener las opiniones, solo debes fijarte en las conversaciones. Aquellos que buscan la verdad lo hacen mediante la dialéctica, y cuando conversan con otros dialogan. Aquellos que buscan mantener su opinión lo hacen mediante la imposición, y cuando conversan con otros discuten.

Cuando dejamos de discutir y comenzamos a dialogar, entonces el personalismo se acaba, no eres tu contra mí, sino ambos por la verdad, y si en el primer caso tu opinión era enemiga de la mía, en el segundo las opiniones no importan, porque la verdad no es enemiga tuya ni mía, ni de nuestras opiniones, sino enemiga de la falsedad.

Por supuesto, a escalas pequeñas no vemos con precisión la distorsión creada por la negación de la verdad, personas particulares crean problemas pequeños. Pero cuando personas influyentes se rehúsan a aceptar la verdad y comienzan a defender a capa y espada únicamente sus opiniones, los resultados son catastróficos. El fanatismo, extremismo y radicalismo son siempre el resultado.

Los que son leales, no a la verdad, sino a su verdad, dicen mentiras para conseguir sus objetivos, como si engañando a las personas engañaran al universo y cambiaran los hechos; reescriben la historia, como si modificando las palabras en un papel cambiaran efectivamente la historia, y las infinitas huellas que dejó el ayer, no en las páginas sino en la realidad, y las cuales son incambiables; censuran libros y esconden información, como si el sol se pudiera tapar con el dedo, como si por ignorar la verdad esta dejara de existir; y finalmente, creen que el adoctrinamiento produce conocimiento, pero qué podemos esperar de hombres que sienten tal desprecio por la verdad, pues ellos bien saben que la mentira, a diferencia de la verdad, debe ser impuesta.

El mayor de los fracasos no puede ser sino el mejor de los resultados al cual puede aspirar alguien que deja la verdad por el camino. Pero como ya aprendimos, a estos, el fracaso no les preocupa, pues la verdad les es de poca importancia, tarde o temprano se las arreglaran para aparentar no haberlo hecho, pues como bien sabemos no les importan los hechos, sino solo la opinión que se tiene de estos.

Lamentablemente, si bien existen algunos sectores políticos que representan arquetípicamente esta conducta, la realidad es que todos a veces somos así, y dejamos de ver las cosas como son, para comenzar a ver las cosas como queremos que sean, o como nos gustaría, o como creemos que deberían ser.

Lo único que podemos decir, entonces, es que, tanto sobre sus opiniones como sobre las nuestras, y por sobre todo la falsedad, la verdad siempre triunfará.


Fuente de la Imagen: 1, 2

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Que lucidez para expresar la realidad! Es semejante a la luz que ofrece la matemática, que ha encontrado la verdad en el esqueleto numérico del universo

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Muchas gracias por las buenas palabras, me alegra que le haya sido de utilidad.

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