Se acerca el nuevo año escolar y con el se generan un cúmulo de emociones debido a las expectativas que tenemos del primer día. Y es que éste es tan importante que, las vivencias que tengamos en ese día inicial influirán directamente en nuestro interés de seguir asistiendo o no a clase, sobre todo si somos niños.

Un día antes del primer día, revisamos y organizamos todo lo que llevaremos a nuestra escuela. Desde el uniforme o la ropa que nos pondremos, la cual es adaptada a nuestra pequeña humanidad ajustando con costura las camisas y recogiendo los ruedos a los pantalones, hasta el calzado que usaremos que por lo general es de un material bastante resistentes para que pueda aguantar los embates de nuestros trayectos hacia y desde la escuela, las correderas en el recreo, los recorridos hacia el baño, los ejercicios deportivos de la clase de educación física, las idas a la cantina escolar o, si nuestro comportamiento así lo requiere, hacia la oficina de dirección.

Y ni hablar de los útiles que llevaremos. Si son nuevos los vemos una y otra vez. A los cuadernos les miramos con detenimiento las imágenes de la portada y lo viramos rápidamente para verle la contraportada y, una vez hecho esto, hojeamos sus páginas viendo embelesados el movimiento de sus hojas con sus ordenadas líneas horizontales o su blancura absoluta si es un cuaderno de dibujo. Pero si son viejos, igual nos distraemos hojeando sus páginas pero en este caso, vemos lo que en algún momento escribimos sobre el para posteriormente, tratar de modificarlos dividiéndolos en un antes y un después. A los lápices nuevos los agarramos por ambos extremos y le damos vuelta para ver las letras o los dibujos que están impresos en el. Y si ya han sido usados le sacamos punta con el mayor de los cuidados para prevenir que se nos dañe y así poder seguir usándolos.

Llegado el anhelado día, nos acicalamos de la mejor manera posible donde un buen peinado es primordial. Las niñas, por lo general, con sus cabellos recogidos pero bellamente adornados y los niños con un corte de cabello clásico donde muchos suelen usar fijador. Una vez lista nuestra indumentaria y revisado nuevamente los útiles (sí, nuevamente), partimos camino a nuestra escuela con cierta rapidez, esto con la intención de ser puntuales y, sobre todo, de no perdernos ningún detalle de ese tan importante encuentro escolar.

Ya frente a nuestra escuela, nos disponemos a pasar el portal que nos trasladará a nuestro mundo paralelo, donde nos reencontraremos con nuestros antiguos compañeros de clase o conoceremos a otros nuevos. Donde en momentos de apremio el docente pasará de ser un simple humano a ser nuestro gran superhéroe, donde adquiriremos los conocimientos básicos de lectura, escritura y cálculo matemático que nos permitirán interactuar de la mejor manera con otras personas. Pero sobre todo, donde viviremos innumerables experiencias de las cuales habrá algunas que nunca olvidaremos.