Semillas//Corto cuento de reflexión.

yulimarv04 (40)in #spanish • 6 years ago

Cada mañana el señor Pablo, un anciano de 78 años de edad espera el autobús para ir a la ciudad en busca de cualquier tipo de alimentos, medicamentos o simplemente en busca de distracción ya que vive solo, todos los días con él se embarca una señora cuyos cabellos claramente blancos debidos a los años recorrido, el señor Pablo siempre la observaba con una pequeña bolsa en sus manos pero nunca había tenido la oportunidad de entablar una conversación con aquella dulce anciana, la cual al igual que el señor Pablo viajaba totalmente sola.

Al llegar el autobús a su destino todos se bajaban del mismo, pero la anciana permanecía sentada acto que le causaba un misterio al señor pablo, el cual la observaba hasta que el autobús dada vueltas y regresaba de nuevo a la ruta ya transitada, muchos fueron los años que esta escena se repetía día tras días, teniendo como protagonista a este par de ancianos sobre todo a la señora Flor.

Un día cansado de esperar para poder tener una oportunidad y de esta forma hablar con la señora Flor, Pablo se atreve y se le acerca y de una manera muy caballerosa le pregunta si puede acompañarla, acto que a la señora flor le encanto comentándole:
-Siempre había querido ser acompañada por alguien durante mi viaje de siembra, mi nombre es Flor.

-Encantado en conocerla señora, mi nombre es Pablo la he observado por años día tras día, veo que se monta en este autobús pero al final del recorrido nunca se baja del mismo, cosa que siempre me ha llamado la atención, y ahora me dice que realiza un viaje de siembra pero de verdad no logro entender lo que dice.

-Cuando joven me case viví felizmente con mi esposo hasta que un día tuvo que partir de este mundo terrenal, tuvimos una hija la cual unos años más tarde también me abandono para hacerle compañía a su padre en el cielo, mi hija siempre viajaba conmigo al centro de la ciudad donde llega este autobús, y todos los días ella me preguntaba cuáles eran los motivos de no haber ningún tipo de flores en el lugar por donde pasaba dicho autobús, pero nunca le preste atención hasta el preciso momento de su partida, a ella le encantaban las flores, en nuestra casa hacia todo lo posible por tener alguna de ellas, siempre me decía mama quisiera algún día dejar un legado en estas tierras, que le brindara pureza a la naturaleza y a todas las personas que transitan por estos espacios, pero no le pregunte que era ese legado que ella quería dejar, esto lo hice en el momento de su partida, sus últimas palabras fueron, mama siempre me encontraras en cada una de las flores que puedas esparcir en cualquier lugar.

Desde ese momento entendí lo que mi hija quería dejar, veo que nadie se ha dado cuenta pero sé que les encanta ver todas esas hermosas flores cuando van dentro del autobús, cuando estas personas llevan a sus niños veo reflejados en sus ojos a mi pequeña niña, entendí que en esta vida tenemos que sembrar para recoger los frutos necesarios para estar cada vez más vivos, los últimos años de mi vida lo he dedicado a dejar semillas por todo el camino tanto el de ida como el de vuelta, esta acción me ha devuelto la tranquilidad ya que era el sueño de mi hija, y además me ha permitido vivir sus experiencia y ese amor a esas hermosas plantas que tantos beneficios nos dan, este es mi legado, espero que alguna de las personas que observa este paisaje no lo deje morir ya hice mi parte ahora le toca otro.

El señor Pablo admirado por aquella acción le dijo:

-Increíble las cosas de la vida todo lo que nos rodea nos beneficia pero a veces creemos que se dan de manera espontánea tenemos que dar para recibir, tenemos que sembrar para cosechar, gracias a ti como a tu hija siempre pude observar este hermoso y placentero paisaje.

Al día siguiente la señora flor no llego al autobús, pablo al ver que nunca llego se dirige al chofer del autobús y le comenta:
-Una pregunta amigo, la señora que siempre se monta con nosotros no sabe porque no vino hoy.

-El chófer le responde, amigo la señora flor ya no está con nosotros ella se marchó junto con su hija y esposo, me comentaron que sus últimas palabras fueron, ya hice lo que tenía que hacer y pude transmitir mi acción a alguien más de buen corazón, claro nadie entendió lo que dijo afirmo el chófer.

Esas palabras si las entendió el señor Pablo, desde ese día el hace lo mismo que hacia la señora flor darle vida a aquel hermoso paisaje que tantos años le costó a la noble anciana flor.

Esto se refleja en nuestro día a día somos herederos de todas las cosas que nos rodea pero con la imperiosa obligación de cuidar ese legado.