LA GRAN SABANA. Lugar Mágico
La Gran sabana es parte del Estado Bolívar-Venezuela; pertenece al Parque Nacional Canaima, mide aproximadamente 30.000 Km2, convirtiéndolo en el sexto parque de mayor extensión del mundo, hace frontera con Brasil y con nuestra zona en reclamación. Fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la humanidad.
Visitar la Gran sabana era un paseo soñado. Hace unos años tuve la oportunidad conocerlo. Hoy les cuento cómo fue ese paseo.
Uno de los hijos y su esposa, que viven en Maturín, nos entusiasmaron, así que llenos de alegría mi esposo, mi hija y yo nos preparamos para disfrutar nuestro largo recorrido de 848 km. Nos encontraríamos con ellos en Ciudad Bolívar, salimos unos días antes para disfrutar de esta hermosa ciudad y sus alrededores.
Una vez que nos encontramos continuamos el viaje para la Gran Sabana. La primera parada de rigor fue en la Piedra de la Virgen. Una piedra tallada de manera natural que muestra la imagen de la virgen, hay un santuario y el lugar es propicio para agradecer por la experiencia y pedir por un excelente viaje y un feliz retorno.
Te invito a que veas este corto vídeo.
A la mañana siguiente realizamos una visita al pueblo y posteriormente nos montamos nuevamente en la carretera.
Nuestro destino de ese día era llegar a Kavanayén una comunidad indígena pemón. El asentamiento fue fundado por misioneros capuchinos en 1943.
Había tanto que ver y disfrutar en el camino que se nos hizo de noche y estábamos bajo un torrencial palo de agua, por lo que decidimos para en una posada, la cual resultó estar a menos de 20 minutos de Kavanayen.
El paisaje deleitaba, los ríos que se mueven entre la sabana, sus morichales, la inmensidad del paisaje y la visión de los tepuyes hace que te quieras parar, bajarte del carro y respirar ese aire tan puro, sentir la naturaleza viva y latente. De repente te das cuenta que estas pisando el lugar geológico más antiguo de la tierra, El Escudo Guayanes, eso de verdad que emociona y conmueve.
A la mañana siguiente llegamos a Kavanayen. Un sitio tranquilo y los lugareños, pemones, te acogen con cariño, respeto y confianza, tanto es así que esa noche nos invitaron a la celebración de unos 15 años.
Estimado lector no te imagines en ningún momento que visten con algún traje típico o que la música es en vivo con algunos instrumentos propios, nada de eso, vestidos de manera actual, con el “mejor” reguetón y vallenato del momento. Es un pueblo que se ha abierto al turismo por lo que saben tratar muy bien al visitante, son muy amables y atentos.
En la misión pudimos compartir con dos de los misioneros y entablar interesantes conversaciones sobre las costumbres y problemas que presentan como comunidad, entre otros: el tendido eléctrico que atraviesa la sabana para llevar energía a Brasil o la destructiva práctica de la explotación minera.
Desde aquí fuimos a conocer algunos saltos cercanos como el Aponwao. Impresionante caída de agua de aproximadamente 108 mts.
Para ello es necesario contratar los servicios de un guía y hacer un recorrido en un peñero a través del río.
El Aponwao es un hermoso y majestuoso Salto, cuya fuerza y volumen de agua sobrecogen.
Lo vimos desde arriba y luego bajamos, la caída de agua es tan fuerte que salimos de allí como si nos hubiésemos metido bajo la cascada, completamente bañados. Realmente un bello momento.
Al tercer día de estar en Kanavayen decidimos continuar nuestro camino para llegar a Santa Elena de Uairén, encontrando a nuestro paso saltos, ríos y quebradas, entre ellas: la Quebrada de Pacheco y la Quebrada de Jaspe que con un fondo macizo y sus colores rojo y negro hacen del lugar algo especialmente hermoso.
El camino estaba en muy buenas condiciones. Una larga carretera asfaltada. A su paso vas encontrando lo que necesitas: posadas, campamentos y lugares donde comer, la gasolina en ese momento era difícil conseguir me imagino que ahora debe ser mayor la dificultad, pero no dejemos que este pequeño detalle arruine un viaje tan hermoso,(ja,ja,ja).
Llegamos a Santa Elena descansamos, la visitamos. Al día siguiente la ruta era para La Línea es el caserío más próximo a la frontera venezolana con Brasil, no es un sitio bonito pero tiene un comercio que se mueve bastante.
Queríamos llegar a Manaos, la ciudad de Brasil más cercana a la frontera venezolana, sin embargo, nuestra pareja ya tenía que pensar en el retorno a sus labores en Maturín y también deseábamos ir al Paují. La decisión no fue difícil, iríamos al Paují.
El paují es una comunidad anclada al sur del estado Bolívar, su característica principal es que en ella está asentada una población multicultural, personas de muchas partes del mundo han decidido vivir aquí y ello debido a que en el lugar, según los entendidos, convergen fuerzas universales de muy alta vibra por lo que se presta para vivir bajo un signo de paz, tranquilidad, armonía, conectados fuertemente a la naturaleza y actuar en consecuencia.
En el Paují tomas vía para El Abismo un tepuy de 1.053 mts de altura. Con la ayuda de un guía subes, tiene tres grandes niveles con mediana dificultad para ascender. Ya desde el primer nivel puedes observar la selva amazónica. ─Dicen que se ven hasta seiscientos metros de selva─.
Es una belleza, una visión única que te llena de una gran paz interior, de agradecimiento a Dios, al universo por todo lo que te ofrece a través de la majestuosidad de la naturaleza.
Y así llegamos al final de nuestro recorrido. Espero que hayas disfrutado de uno de los lugares más bellos y mágicos de Venezuela.
Gracias por visitar y comentar
Fuente Fotografías: archivo personal
Imagen: 1 modificado con PowerPoint
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Gracias por el apoyo y por el excelente trabajo que realizan. Saludos.
Qué paseo tan extraordinario, el recorrido que cuentas y las imágenes son fabulosas. Me debo ese regalo en algún momento tocará. Venezuela es hermosa por donde se le mire y esos espacios donde se puede respirar aire puro con ese cielo tan bello son los mejores. Saludos.
Ciertamente es darse un regalo. La Gran Sabana te deja esa agradable sensación de bienestar interior que cuando la recuerdas te vuelves a impregnar de su paz, por otro lado te hace amar y valorar esa Venezuela fuerte, pujante, próspera y llena de encantos. Saludos
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grateful for the support
¡Qué buena reseña! La verdad es que uno se queda con las ganas de hacer el viaje. Sin duda, el lugar tiene la magia que dices...
Gracias por compartir y ¡felicitaciones por un trabajo tan bonito!
Gracias @ylich por el apoyo contante que me brindan, aprecio mucho tu comentario. La Gran sabana es un paseo maravilloso, hay que hacerlo y vivirlo. Saludos.
Muy agradecida por el apoyo dado. Cada día más integrada y motivada a seguir trabajando.