Divagancia #4
¿Qué poder mágico hace que una persona se someta a otra? ¿Cuánto de vacío hay en un alma humana para que decida entregar su voluntad?
Estas preguntas vienen a mi mente mientras leo un artículo recientemente publicado en el New York Times, en su versión en español. Si le quieren echar un vistazo lo pueden consultar aquí y aquí.
Los artículos recogen parte de una investigación que libra la fiscalía de la ciudad de Nueva York en contra de un sujeto que junto a otras personas, todas mujeres, logró tejer una red de esclavas sexuales, que se entregaban completamente a sus deseos.
El hombre en cuestión hace su aparición en escena durante los años 90, presentándose como uno de los tantos gurúes predicadores de auto ayuda y ofreciendo claves y recetas para alcanzar la felicidad y el éxito. En su mejor momento sus talleres y cursos lograron llegar a un público conformado por 16000 personas.
Aprovechando su influencia poco a poco fue convenciendo a un grupo importante de mujeres, entre las que se contaban figuras públicas, para que le cedieran propiedades, les entregaran medios para chantajearlas, y se convirtieran ellas mismas en reclutadoras de otras mujeres para ampliar la comunidad de esclavas a la que pertenecían.
Todas esas personas probablemente encontraron inspiración en unas palabras que estaban deseosas de escuchar.
¡¡Pasa el tiempo, llegamos al siglo XXI y en el fondo el ser humano sigue agobiado por una gran necesidad de encontrar algún sentido a su existencia¡¡
¿Es acaso un gran vacío, ese no saber quién soy, ni para donde voy, el que puede explicar que alguien se entregue mansamente ante un seductor de la palabra? ¿Qué defensas tiene cualquiera para no dejarse enredar por este tipo de embaucadores?
¿Podemos concluir que todas esas personas no tuvieron buena formación familiar? ¿Qué su educación fue precaria? ¿Qué tienen algún déficit psicológico? ¿O hay algo más allá de estas consideraciones? ¿Qué poder ejerce el uno y qué debilidad tienen las otras?
Vivimos en un tiempo donde se ha pregonado a los cuatro vientos el poder de la información para lograr lucidez en nuestro razonar. Hemos creído que con las informaciones necesarias podemos elevar sustancialmente las posibilidades de nuestro entendimiento.
Pero esas mujeres que entregaron su voluntad, en el caso que comentamos, no eran ignorantes ni pertenecen a un sitio apartado de la civilización. Han hecho su vida en una de las principales ciudades del mundo, donde el bombardeo informacional es permanente. Seguramente que todas ellas tienen contacto con las últimas tecnologías, con el amplísimo mundo de internet.
¿Qué nos separa de aquellas gentes del pasado que también buscaron afanosamente algo en qué creer? Que también cayeron en manos de cualquier embaucador que se ofreció de guía para indicar un camino. ¿Acaso estamos condenados a errar sin rumbo?
Gracias por su tiempo.
Fuente de las imágenes editadas
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Excelente reflexión. A lo largo de la historia ha habido muchas ideologías que han embaucado a multitud de personas. Religiones, nacionalismos, sectas, etc...
La necesidad de encontrar algún sentido a la existencia? Quizás.
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Hay algo en ciertas personas que los hace caer en esas redes. Siempre me ha causado curiosidad el por qué de esas situaciones, uno de los tantos misterios de la naturaleza humana. Muchas gracias por la visita y el comentario. Abrazos.
Hola amigo @irvinc,muy interesante, un día recibí una dosis de burrundanga, no quede así por eso, ya yo era así como soy. Vino a mi mente ese momento tan desagradable, donde puede quedar uno al mando de otra persona, querer salir y no poder. A estar atento con nuestros seres queridos para que con nuestro afecto no caigan en estas redes. Tenemos siempre como dos bandos.Saludos amigo mio. Buena reflexión.
Existe también ese tipo de manipulación con sustancias químicas. Es preocupante pensar que cualquiera de los nuestros puede caer. Muchas gracias por la visita y el comentario. Abrazos grandes.
Interesantes lineas con una gran reflexión y profundidad, mi querido amigo @irvinc. Esa necesidad de buscar en quien creer siempre ha existido y existirá, pero pienso que, quienes se dejan embaucar en este tipo de charlatanerias y cosas malas, tienen un deficit espiritual y personal, pues, el ser humano si es bien cierto debe fomentar la fé en algo y más que todo, en la vida, en Dios, muchos lo malinterpretan y su debilidad interior los lleva a ser absorbidos y manejados por esta serie de delincuentes, no tienen ni merecen otro nombre. La información y la forma como se maneje, juega un papel importante en esto, debemos buscar siempre el equilibrio, jamás dejarnos llevar por los extremos. Excelente material, mi querido amigo, como siempre, magistral e impecable. Un gran abrazo de vuelta!.
Lo que sucede es que el poder de la palabra es inmenso, y quienes tienen ese don deciden cómo usarlo. Lamentablemente, muchos lo usan para manipular, utilizando el infalible truco de adular a las personas haciéndolas sentir bien y con falsas promesas. Los más vulnerables son los faltas de afecto, los depresivos y los incultos. Gracias por invitarnos a hacer estas reflexiones.