EL ORIGEN DE LOS BONSAIS

En un primer momento, los bonsais eran ejemplares enanos extraídos del medio para nutrir la espiritualidad de los monjes budistas.
Una búsqueda de la verdad, un modo de conocer la enseñanza y las reglas de la naturaleza para fundirse con ella.
Los orientales ven en las plantas el nexo de unión entre el cielo y la tierra, el punto de equilibrio entre todas las fuerzas que rigen el espacio vital que nos envuelve.

En el universo vegetal podemos encontrar formas enanas de árboles y arbustos, debido a determinadas condiciones ambientales que impiden la evolución normal de la planta.

La observación de estos ejemplares, llevó al hombre oriental a desarrollar una serie de técnicas capaces de conseguir de forma artificial el mismo resultado. De esta manera aparecen los bonsais, plantas de macetas que evocan naturalidad e intentan restablecer la armonía perdida entre el hombre y la naturaleza.

Los primeros datos de los cuales se tiene constancia escrita de este arte proceden de China, en el período del siglo VIII al X, donde queda reflejada por primera vez en un mural, la presencia de una planta modelada en la naturaleza y replantada en una maceta.

A partir del siglo XII, las formas de estas plantas comienzan a ser trabajadas por el hombre, dando lugar al que hoy conocemos como árbol en miniatura y paralelamente, las técnicas y los conocimientos referentes a este arte empiezan a expandirse. Surgen las composiciones de paisajes creadas por varios ejemplares, la nobleza ya no es el único estrato social que mantiene la exclusividad de su cultivo, y en Japón encontramos las primeras referencias del bonsai.

Paulatinamente, se intenta imitar también el entorno natural en que se desarrolla cada especie, incorporando elementos que tratan de copias las montañas, los ríos, el suelo, etc. Así las piedras, la arena y las especies vegetales, como el musgo o los helechos, que crecen sobre la superficie ocupada por las raíces, se incluyen en las bandejas de cultivo, ensalzando aún más el encanto de estas plantas.

En los siglos XII y XIV el proceso de expansión se produce de igual forma en Japón.

Primero fue la nobleza y más tarde las clases sociales inferiores, quienes impusieron la cultura del bonsai. Aquí también se dieron dos modalidades: la que mantiene un único ejemplar como elemento individual, y otra, el BONKEI, que es una bandeja compuesta por un grupo de ejemplares cultivados en armonía, a fin de recrear paisajes naturales.

Estas técnicas llegaron a occidente a finales del XIX, cuando empezó a desarrollarse un profundo interés por todo lo oriental. La fascinación por sus culturas invadió los distintos ámbitos de la vida e inevitablemente la jardinería sucumbió a tan original modo de entender el cultivo de especies vegetales.

Con períodos de mayor o menor aceptación, los bonsais han logrado mantenerse en la cultura occidental a base de la organización de aquellos que han conseguido incorporarlos al incontrolable ritmo de la vida que llevamos. Su evolución y desarrollo se ha producido más lentamente, pero cada vez son más las personas que emplean su paciencia y tiempo en moldear y mimar un joven árbol para transformarlo en un bonsai. El vocablo es de origen japonés, BON-SAI, que significa árbol sobre bandeja. Con estas dos palabras, aunque parezca una definición muy básica de lo que representa un ejemplar de tales características, queda resumida la esencia de este arte. Al emplazar en un diminuto recipiente la imponente y emblemática figura del árbol, el cultivador se convierte de forma implícita en el sustituto de las fuerzas de la naturaleza, con la enorme responsabilidad que ello conlleva. Se trata de buscar un equilibrio entre las necesidades de la planta para su desarrollo y las condiciones específicas que impiden que éste se produzca en la forma habitual.

TIPOS Y FORMAS

La clasificación de los bonsais está basada en determinados caracteres propios de cada ejemplar, realizada siempre en función de cómo haya sido cultivado por su cuidador. Poco a poco van adquiriendo belleza y firmeza, paralelamente al aumento de su edad y embellecimiento.

La primera división es la que hace referencia a la altura alcanzada por el bonsai. Existe otra que ha sido establecida según el tipo de pie que presenta; es decir, si el bonsai no bonsais surgen a partir de un único cepellón de raíces o de más de uno. Sin embargo, en la que están soportadas la mayor parte de las técnicas de modelado, y al tiempo resulta la más llamativa desde el punto de vista estético, es en la diferenciación de los ejemplares según los estilos que representan.

EN FUNCIÓN DEL TAMAÑO

Cuando se refiere al tamaño, en concreto a la altura que alcanzan, podemos tratar tres grupos principales:

• Los mini-bonsai.
• Los bonsais medios.
• Los grandes bonsais.

La longitud se mide desde la base hasta el ápice del tronco, sin contar con la maceta.

Espero que les haya gustado un abrazo muy fuerte para todos. No olviden VOTAR, COMENTAR y SEGUIRME... @juanpablo420