La dieta Paleolítica o Paleo. Beneficios y críticas.

Esta dieta se basa en la manera como se alimentaban nuestros antepasados hace 2,5 millones de años y antes del desarrollo de la agricultura (10.000 años atrás); en la Edad de Piedra (período Paleolítico). En tal sentido, la dieta contiene alimentos que se obtenían mediante la cacería de animales o que eran alimentados con pasto (incluye carnes con bajo contenido de grasas), mediante la pesca (incluye pescados con alto contenido de ácidos grasos omega-3) y alimentos que podían ser recolectados en ese período del pasado (frutos secos, semillas, raíces y tubérculos).

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La dieta se caracteriza porque evita o limita a los alimentos habituales luego del surgimiento de la agricultura como los cereales (avena, trigo, cebada), semillas en vainas o legumbres (maníes, lentejas, guisantes), productos lácteos, sal, azúcar refinada y alimentos muy procesados.

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La dieta Paleolítica, como base, tiene el razonamiento que el cuerpo humano, genéticamente, no es compatible con la alimentación que surgió a partir de la aparición de la agricultura, lo que conllevó a que lo humanos cambiaran su alimentación y comenzaran a consumir, de manera adicional, cereales, legumbres y productos lácteos, entre otros; y dicho cambio fue rápido y no permitió al cuerpo adaptarse al mismo creando una incompatibilidad que se considera es factor que contribuye a la prevalencia de enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.

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En el ranquin publicado por el editor multiplataforma U.S. News en su reporte mundial para el año 2019, la dieta Paleolítica, evaluada por expertos en un sentido general, se ubicó en el puesto Nº 33. Si desea ver el ranquin para todas las dietas evaluadas pulse clic aquí.

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La dieta ofrece muchos beneficios y entre los más relevantes destacan los siguientes:

1.- A nivel metabólico, mejora el control de la glucosa y perfil lipídico (o de grasas) en la sangre, por lo que es eficaz para la pérdida de grasa abdominal y diámetro de la cintura.

2.- Mejora los síntomas del síndrome metabólico, caracterizado por mal control del azúcar en sangre, hipertensión arterial, alteración del colesterol y triglicéridos en sangre, y exceso de grasa abdominal.

3.- Disminuye más, parámetros de riesgo cardiovascular que dietas recomendadas por la Asociación Americana del Corazón. También disminuye la grasa hepática y regula los “genes acumuladores de grasa”.

4.- Al estar basada en alimentos predominantemente naturales esta dieta se ha relacionado con la pérdida de peso de forma eficaz por su poder saciante, lo que evita el consumo de alimentos ultraprocesados.

Aquí debo destacar una investigación publicada por Jönsson et al. (2009), quienes compararon los efectos de una dieta Paleolítica con una dieta para la diabetes, como se recomienda generalmente en factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en pacientes con diabetes tipo 2 no tratados con insulina. Los investigadores encontraron que durante un período de estudio de 3 meses, la dieta Paleolítica mejoró el control glucémico y varios factores de riesgo cardiovascular en comparación con la dieta para la diabetes en pacientes con diabetes tipo 2.

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Las críticas en contra de esta dieta, más que relacionadas con la salud se relacionan con el ámbito detallista.

1.- Es una dieta basada en un mayor consumo de carne y pescado, en consecuencia muy alta en proteínas. Sin embargo, también recomienda el consumo de frutas, verduras, tubérculos, frutos secos y aceites no procesados. Su enfoque no es en macronutrientes (proteína, grasa y carbohidratos) sino en alimentos naturales.

2.- En relación con la economía, es más cara que una dieta occidental, pero cabe destacar que la dieta occidental ha sido suficientemente relacionada con diversas enfermedades y a largo plazo esto genera un gasto. En razón de esto, la dieta paleolítica es más cara en teoría y a corto plazo.

3.- De manera puntual, detractores de la dieta Paleolítica han sugerido que en la Edad de Piedra los humanos no desarrollaban enfermedades metabólicas porque su esperanza o expectativa de vida alcanzaba de 20 o 30 años. Si bien, esto al parecer es cierto, lo que parece ocurría es que existía una elevada mortalidad infantil y si se sobrevivía, la edad promedio alcanzaba los 54 años. Se argumenta que muchas de las muertes en el Paleolítico se debieron más a traumatismos e infecciones que a la alimentación.

En este punto es importante realzar una publicación de Thompson et al. (2013), quienes al considerar que la aterosclerosis es asumida como enfermedad de los humanos modernos relacionada con estilos de vida contemporáneos, y como su prevalencia antes de la era moderna es desconocida, decidieron realizar tomografías computarizadas del cuerpo entero de 137 momias de hace más de 4.000 años del antiguo Egipto, Perú, pueblos ancestrales del suroeste de América y de las islas Aleutianas. Entre las metodologías y sus criterios, si veían una placa calcificada en la pared de una arteria la consideraban definitiva y si la observaban a lo largo del curso esperado de una arteria la consideraban probable. En líneas generales concluyeron que la aterosclerosis fue común en las 4 poblaciones preindustriales estudiadas, incluidos los cazadores-recolectores preagrícolas. Por lo que, aunque se supone que es una enfermedad moderna, la presencia de aterosclerosis en seres humanos premodernos aumenta la posibilidad de una predisposición más básica a la enfermedad.

Si desea apreciar un video tridimensional que muestra enfermedad de la arteria carótida (calcificaciones detectadas) de una momia egipcia (sujeto masculino de 40-50 años de edad), pulse clic aquí.

4.- En la dieta se evitan los cereales, legumbres y productos lácteos, y por eso ha sido considerablemente criticada, ya que al limitar a esos alimentos en la dieta a una gran mayoría no le parece conveniente ni acertado.

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A criterio de Yaqub (2013), en parte basado en el libro “Paleofantasy: What Evolution Really Tells Us about Sex, Diet, and How We Live” de Marlene Zuk, considera que, se piensa que los diversos efectos de los estilos de vida modernos sobre la salud se pueden en cierta medida contrarrestar optando por el seguimiento de una dieta Paleolítica, pero el asunto es, que a través de la evolución ni los humanos ni los alimentos consumidos han permanecido iguales desde los tiempos del “hombre de las cavernas”. Conductual y fisiológicamente somos muy diferentes de nuestros antepasados. Por lo que no existe una dieta natural para humanos porque comimos demasiados alimentos diferentes en el pasado y nos hemos adaptado a demasiados nuevos. La creencia de que deberíamos ajustar nuestras dietas para conformarnos a un ideal de “hombre de las cavernas”, desde este punto de vista, parece relativamente equivocada. Los cambios evolutivos nos han permitido comer y digerir una gama más amplia de alimentos que nuestros antepasados, no obstante, esos alimentos están contribuyendo a las llamadas enfermedades de la civilización.

El Español. 2018. Dieta paleo: Beneficios e inconvenientes para la salud.

Jönsson, T.; Granfeldt, Y.; Ahrén, B.; Branell, U. C.; Pålsson, G.; Hansson, A.; Söderström, M. & Lindeberg, S. 2009. Beneficial effects of a Paleolithic diet on cardiovascular risk factors in type 2 diabetes: a randomized cross-over pilot study. Cardiovascular Diabetology. 8: Article 35.

Mayo Clinic. 2018. Dieta paleo: ¿qué es y por qué es tan popular?

Thompson, R. C.; Allam, A. H.; Lombardi, G. P.; Wann, L. S.; Sutherland, M. L.; Sutherland, J. D.; Al-Tohamy Soliman, M.; Frohlich, B. et al. 2013. Atherosclerosis across 4000 years of human history: the Horus study of four ancient populations. The Lancet. 381 (9873): 1211-1222.

U.S. News. 2019. U.S. News’ 41 Best Diets Overall.

U.S. News. 2019. What is Paleo diet?

Yaqub, F. 2013. Walk and talk like a man, eat like a caveman. The Lancet Diabetes & Endocrinology. 1 (2): e11.