Mi mamá

Ella en mi vida es un pilar fundamental, ¿Por qué? porque es quien me apoya, me guía, me orienta, me ofrece los mejores consejos para mi vida y principalmente es quien nos da el amor más sincero y nutritivo de todos.

Gracias mamá por ese día en que me enseñaste a dar mi primer pasito, porque me diste la seguridad de tus brazos, que me sostuvieron siempre para que no me cayera.

Gracias mamá porque junto a ti aprendí el significado de la palabra más preciosa del mundo: AMOR.

Gracias mamá por cada velita que me ayudaste a apagar y por cada cumpleaños que me festejaste con mucho esfuerzo y alegría.

Gracias mamá por pasar noches enteras orando y velando por mi cuando yo estaba en un problema, preocupación o estaba enfermo.

Gracias mamá por compartir todas mis alegrías y por ayudarme en mis tristezas.

Gracias mamá por escucharme, aconsejarme, por luchar por mí, por darme tu fuerte hombro para que pueda llorar en él, y compartir tus lágrimas conmigo.

Gracias mamá porque me has ayudado a cumplir cada uno de mis sueños y aun sigues luchando para que pueda lograr todos los que faltan.

A pesar de muchas cosas te doy las gracias porque eres imperfecta, porque haces muchas cosas bien, pero haces cosas que no desearías acabar haciendo. Y aunque sé que has llorado porque no has logrado ser la madre ideal que querías ser, debes estar orgullosa solo por el mero hecho de haberlo intentado y de seguirlo intentando. Pero aun así, te doy las gracias porque cada vez que te equivocas yo me doy cuenta de que, cuando me equivoque, que lo haré, seré tan humano como tú. Porque cada vez que me pidas perdón, yo estaré aprendiendo a pedir perdón.

Finalmente feliz día a mi Mami hermosa, que amo y adoro con todo mi corazón y todas esas Madres que día a día tratan de dar lo mejor a sus hijos, feliz día a esas luchadoras que nos forman y nos hacen ver el mundo de una forma diferente, y a diferente me refiero que hacen que veamos las cosas espantosas como cosas maravillosas, que cuando nos rendimos nos llenan de esperanza y fortaleza, nos siembran entusiasmo y nos demuestran esa motivación que muchas veces necesitamos sentir como hijos. Gracias Mami por tu crianza y por formarme como ser humano luchador, lleno de vida, guerrero, soñador y sobre todo gracias por siempre inculcarme la humildad, porque sin eso no puedo llegar lejos.