Entre tu yo hay un hilo que tejo y destejo, que coso y descoso, que paso y repaso.
No puedo terminar la costura de mi vida, porque aparece tu hebra allí, enredándome la tela, enmarañando mi mente.
Es como un botón sin ojal, sin uso…zurcido a la nada, remendado al silencio.
Como un ruedo torcido de un vestido con flores, confundido lo pétalos, por debajo los colores.
No es continuo, no le pertenece a nada esta enhebrado en el tiempo sin fin, no tiene aguja conductora y puede estar allí quieto por horas.
Percibo su efluvio…me invita a una puntada delineada, apretada como quien une dos partes fragmentadas en forma hilvanada.
Sé que debo cortarlo, que no puedo continuar atada a ese ciclo, perdido, dolido que no cesa de mezclarse entre punta y punta, que no para de mecharse entre mi dedos, dejándome siempre un dolor quedo.
Mientras termino el pespunte, te voy soltando de mi alma, entrelazo mi adiós texturizado a la textil sutileza de un amor que nunca fue…siempre estuvo destinado al olvido …como aquel viejo sastre en una calle cerrada y aquella modista cociéndole a personas desahuciadas.
Entre tu yo hay un hilo que tejo y destejo, que coso y descoso, que paso y repaso.

@esthersanchez