Hola Feliz y espero sea un exitoso día tengan todos, amigos steemians

Me complace el unirme a la dinámica de esta semana, en esta edición que arriba a su novena sexta edición el cual es presentada por la amiga @solperez en su sección "Arte y Escritura" y con su invitado especial, que engalana este concurso, el pintor italiano Francesco Filippini

_{Imagen extraida de la resentacion del concuso y cuya fuente es:}

De manera que de las tres obras que nos presenta la autora de este concurso seleccione la pintura de mencionado e ilustre pintor; llamada Vísperas en Val Trompia (1881).

_{Imagen resentada en el concurso cua Fuente es:}

Narrativa de una real, de experiencias vividas.

Esta obra trae a mis recuerdos; la época de transición entre los 12, ya pronto a cumplir los 13 años, en una de las fases, ya entrando a la adolescencia, lejos casa en ese tiempo, por libre voluntad y haber escogido el ir a vivir, en casa de una tía, hermana de la abuelita por parte de padre, llamada Franciscana y todos por cariño llamaban chicana.

También, en esos años, casi finalizaba el ciclo de la primaria, con una gran emoción por conocer otros predios diferentes a los acostumbrados y con el fin de variar la acostumbrada cotidianidad monótona a mi criterio, y con un gran espíritu aventurero, con gran entusiasmo y optimismo, partí de casa a culminar el quinto grado y comenzar allá, mi sexto grado de la etapa escolar primaria, en uno de los pueblos de la región falconiana, Cabure, llamado así, el lugar, con grandes cerros y una vista espectacular, bello y pintoresco, con muy pocos habitantes.

Era un ambiente muy diferente al acostumbrado, en el que día a día me desenvolvía, con personas que apenas conocía, primos de mi papa, sin haber tenido ningún roce anterior.

Al principio todo para mí, era espectacular, toda una novedad, después de un tiempo, y como un miembro más del hogar, asignaciones fueron otorgadas como por ejemplo, recoger leña en los alrededores, cuando no había disponibilidad de dinero para comprar la leña en la bodega, tocaba salir después de llagar de la escuela y poder encender el fogón para hacer la comida.

En esos momentos todos los niños en compañía de tía Chicana, todos en una fila y con ella al frente, buscábamos palos secos para recogerlos, a medida que avanzábamos por los caminos empinados de la sierra falconiana que rodeaban al pueblo, recogíamos palos finos y secos de árboles caídos y estaban esparcidos por todo el lugar, transcurrido unas horas a habíamos recolectado.

Lo que no me agradaba de aquella recolección era pasar por la calle principal del pueblo era porque se reunían un grupo de jóvenes, compañeros de clases y residentes de lugar y algunos de la misma edad que yo, pasaban el rato y el solo hecho de pasar frente a ellos, sentía una indescriptible vergüenza, en tan solo pensar que me verían en tales fachas; Dios, trágame tierra era el único pensamiento que mantenía en mente y para cerrar con broche de oro, era la figura y digna represente de la timidez personificada en su máxima expresión.

Tiempos remotos que quedaron atrás con momentos en la vida me ha permitido transformar y madurar acerca de esos pensamientos irreflexivos y sin una gama de edificación.

Tal experiencia deja como enseñanza el saber que nada de lo que estaba haciendo era vergonzoso, pues estaba realizando un mejor esfuerzo para contribuir con el hogar donde había sido acogida, era más en ese momento sentir orgullo, que un somero pensamiento de vergüenza por la apariencia y el ser valiente para afrontar cualquier escenarios que se presente para avanzar libre de temores y sin estar avergonzada de absolutamente nada..

En definitiva esa es la esencia real de la vida.

Culmino con este pensamiento que escuche:

De jóvenes aprendemos y de adultos entendemos......

Considero que en esta fase se puede acotar que la madurez de criterios se ha asentado firmemente en la persona, en toda la extensión de la palabra.

Gracias por leer el contenido presentado.

Invito a

@shohana1, @zulay7059 y @theatrorve

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