El otro día una amiguita de Steemit me pregunto que cómo hacia para organizarme y no dispersarme. Le respondí que tengo un par de hábitos: anotar las cosas en un cuaderno y sentarme una parte del día a hacer algunas tareas, a veces juego con el tiempo y me tomo horas que luego compenso. Sobre todo, trato de mantenerlo simple.

Ahora, ¿Cómo hago para escribir? Esa es la pregunta que realmente me interesa y la que me he hecho muchas veces porque me gusta escribir y es algo que trato de mantener en el tiempo de forma genuina.

Uno de mis Nortes es seguir escribiendo de la forma más sencilla posible, y con sencilla me refiero a que deseo que las palabras sean el puente y no el fin, y es que cuando escribo me gusta que lo que deseo transmitir pueda llegar a donde deba llegar de forma libre y amplia, que no se queden el mensaje enredado en las ramas de las palabras.

Cuando se trata de lograr escribir con frecuencia, la mayoría llegamos a hacernos preguntas sobre qué nos gustaría escribir, y nos sentamos frente a la página en blanco con muchas ideas dando vueltas… Cuando visito mi viejo blog, puedo percibir aun ese estado de mi mente cuando quiere decir mucho y luego divaga, buscando tratar de encontrar dentro de ese desorden una forma. Crear alguna figura, una imagen concreta, pero a veces solo salen esbozos… A veces las ideas no están completas.

He aprendido que todos sabemos muchas cosas a nuestra manera, tenemos experiencias incontables. Entonces, ¿Todos podríamos hacer arte con las letras? ¿Verdad? Todos tenemos los materiales, pero ¿Qué pasa y por qué puede volverse difícil encontrar la manera?

Desde mi punto de vista creo que eso sucede porque somos demasiado ambiciosos en el sentido que, para escribir, solo debemos tomar los detalles, las pequeñas ideas que tienen forma, o que tienen el potencial de desarrollarse.

Hay momentos en los que escribiendo he podido lograr sacar de dentro de mí estas ideas, pensamientos, o sentimientos, el proceso no tiene porque ser lineal, no es necesario esperar las ideas a veces es escribiendo que aparecen, a veces aparecen cuando voy caminando, cuando estoy lavando los platos…

El arte al fin y al cabo se trata de pequeñas cosas, de particularidades, de la sensibilidad, de poder transmitir la forma única que cada uno tenemos de percibir el mundo, de mirar… el arte se trata también de libertad, de poder mirar lo que veo y no solo mirar lo que me enseñaron a ver, se trata de desaprender, para volver a ver como si fuera la primera vez…

La belleza se encuentra allí donde viste algo que te hizo sentir… cuando enfocas la atención en algo que te hace sentir (más que pensar) diferente.

Hablar de lo original, implica ir al comienzo…

Volviendo a las primeras líneas: “¿Cómo hago para escribir?” Primero hay que aprender a escribir y a escribir se aprende: Escribiendo.

En mi caso descubrí que para poder escribir de forma fluida, para tener una íntima relación con las palabras, para mí ha sido importante hacer un trabajo interior, la reflexión, la introspección, el descubrir el significado exacto de las palabras, ese código que es común para todos, y luego intentar una combinación distinta para despertar la curiosidad, para moverme de lugar… todo eso es necesario para escribir, en mi caso.

Las palabras son las herramientas, si aprendes a usarlas de la forma correcta luego puedes hacer con ellas lo que quieras.

Y digo mi caso porque tal vez para otros sea diferente, hay quienes escriben para comprenderse, otros para encontrarse, están quienes lo hacen para crear algo nuevo en el proceso, hay diversos motivos. Muchos autores hablan de como empezaron creando una historia, pero luego la historia tomo su propio rumbo. Eso es lo que sucede cuando te adentras a escribir de lleno. Las palabras toman su propia forma.

Podemos tener un solo motivo para escribir o muchos, pero el motivo de arranque es lo que te mueve, esencialmente.

A veces también me he preguntado; ¿Pero escribir sobre qué?

Aquí hay algunas respuestas que me han servido:
✅✍️ Escribir sobre lo que estoy haciendo hoy, pero no al estilo de una lista de tareas, más bien es al estilo de qué pienso sobre lo que estoy haciendo…

Desarrollar el dialogo interno, llevarlo al papel, creo que no hay nada más fascinante que esto… Eso lo descubres unos meses o años después, cuando empiezas a conocer al autor de esas letras, cuando lees tiempo después lo que escribiste, es allí cuando te cuestionas por qué no diste más detalles, porque no fuiste más abierto, más sincero, porque no dijiste más… Obviamente eso te sirve para las próximas oportunidades, para estar atento a los detalles.

✅✍️ Escribir acerca de esos temas que dan vuelta en mi cabeza pero que no les presto la suficiente atención, temas como: Relaciones de diferentes indoles, los proyectos que me llaman la atención, las cosas que quisiera hacer, lo que he descubierto en los días recientes, lo que me motiva y me mueve… Lo que quisiera mejorar, etc., etc.

Y no me refiero a hablar de estos temas de forma general, me refiero a hablarlos como los siento, como me afectan de forma individual. No importa lo que diga internet de la tristeza, por ejemplo, se trata de mi sentir, que es una manera que puede ser única.

✅✍️ Escribir acerca de temas de los que hable hace mucho tiempo.
Cuando llevamos tiempo escribiendo en un blog, lo normal es que tengamos muchos temas desarrollados, un buen ejercicio es tomar temas pasados y volver a escribir acerca de ellos.

Cuando he hecho este ejercicio, he podido darme cuenta de los aspectos en los que he crecido, por lo general he aprendido a ser más suelta, espontánea y natural al escribir.

✅✍️ Escribir sin miedo.

He aprendido que para poder expresarme, perder el miedo es fundamental, no pasa nada si me equivoco, no pasa nada si revelo demasiado, si no quiero hacerlo en internet, llevar un diario personal es lo que puede ayudar. Pero es fundamental aprender a expresar lo que se lleva por dentro.

Al cabo de un tiempo nadie vera el error si es que lo hay, y por el contrario, es posible que al volver a mirar lo que escribí, me sorprenda porque era mucho, muchísimo mejor de lo que en ese momento había pensado.

Me ocurre que no se darle valor a lo que escribo, me pasa que suelo amar lo que escribí años atrás y no lo que escribí hoy ni el mes pasado. Creo que es porque el tiempo hace que me desvincule emocionalmente y entonces puedo ver lo que escribí desde afuera, como si lo hubiera escrito otra persona, y es allí cuando me gusta.

Como sé esto, entonces escribo sin temor, sin pensar si me gusta o no, sino más bien buscando ser sincera, conectando con quien soy ahora, abrazando lo que me gusta ser y olvidando “lo que debería ser”. Ser libre, en síntesis.

Creo que soy libre cuando escribo, como cuando voy en una calle libre sin más vehículos y puedo ir a la velocidad que quiera, como cuando llego a una playa amplia y puedo mirar horizonte y percibir casi la curva de la tierra… Para mí escribir es como soñar…

Espero que te guste este post y te sirvan algunos tips, si quieres escribir.

Muchas gracias por leer y comentar.

_{Las fotos son de mi autoría.}

@inspiracion