Por acá me encuentro para participar en el concurso: "Una imagen, una historia", que promueve @franyeligonzalez; este consiste en escribir un relato a partir de la siguiente imagen:

Me despierto, camino hacia la ventana de mi cuarto, la que da al edificio del frente, la ciudad duerme, un conticinio profundo y abrasador se impone triunfante, cierro mis ojos por un instante, como si fuera a mirar dentro de mí, me gusta hacer eso, es como si viviera por un momento en mi universo particular.

Abro los ojos lentamente, se apodera de mí un escalofrío paralizante; en el apartamento del edificio del frente, donde me gusta mirar con esa curiosidad morbosa que me caracteriza, veo la silueta de alguien, está de perfil, puedo detallar su nariz afilada, el moño en lo más alto de su cabeza me hace pensar que es una mujer que mira fijamente su celular, como si estuviera llamando a alguien; con cierta dificultad veo otra sombra detrás de ella, es alguien que quiere ver la pantalla de su celular.

Abro bien los ojos, pestañeo dos veces, esperando ver algún movimiento, pero no, nada se mueve, es un mundo extraño congelado, miro a mi alrededor y todo también está en blanco y negro: mis ropas, las réplicas de los girasoles de Vicent van Gogh, el piso, el techo; todo, todo está en blanco y negro. Suena mi teléfono móvil, lo saco nerviosamente del bolsillo de mi bata de dormir, la pantalla está en modo oscuro, número desconocido, siento temor de contestar, trato de entender lo que está sucediendo, miro de nuevo al frente y la imagen sigue congelada allí, en la ventana del frente, de perfil, inmóvil como un cuadro.

Me entra la duda de si contestar o no, el teléfono sigue repicando, rin rin rin..., algo me dice dentro de mí que todo esto tiene que ver con la silueta del frente "¿Me estaré volviendo loco?", me pregunté en silencio, pero algo tenía qué hacer. Sin pensarlo más, contesté la llamada:

-Buenas noches -quién llama -dije tratando de demostrar seguridad.

-¿Es usted Carlos Acosta? -respondió una bella voz de mujer.

-¿Quién es usted, qué desea, por qué llama a esta hora? -dije tratando de parecerle más molesto que asustado.

Miré a la ventana, y ya la imagen no estaba de perfil, sino de frente; y sí, efectivamente, era una mujer, a su lado estaba alguien pequeño, de mi estatura, con mi gestualidad, es como si fuera yo, ella hablaba por el celular y con su mano me hacía un gesto para que fuera hacia allá, con su mano abierta, con la palma hacia arriba y flexionando los dedos hacia la palma de su mano, cerré los ojos nuevamente, y sin saber por qué apagué el teléfono, interrumpí la llamada, de nuevo abrí los ojos lentamente; ya la sombra había desaparecido y los colores regresaron.

Corrí hacia mi cama, me lancé en ella, me envolví en mi cobija, juré hacerle caso a mi mami, y no espiar más al apartamento del frente, o quedaría atrapado en el mundo de las sombras.

FIN

Me gustaría invitar a @solperez, @albenis y @casv. Aquí la información