Viviendo no para mí, para Dios.

Hay magia en el silencio de medianoche.
Y el mundo será maldito para siempre.
Y aquí no puedes encontrar tu papel.
Sombreando el óxido de blasfemia y alabanza.

¿Cómo puedes tratar de engañar,
Cuanto tiempo esta enamorado
Nuestro Señor Dios y nuestro Salvador.
¡Enséñale al vacío!

Y luego de repente se reúnen en la tarde en el Parque de la Victoria
No perdería su sabiduría...
Y quemado con anhelo
Ella viene de la oscuridad.

Para nuestro corazón ese argumento
Y el mar me arrastrará
Mirar hacia arriba como un rayo de luz.
Escrito en su amor.

Él está esperando el golpe de su destino.
Yo siempre broté en ti!
Su pequeño mundo.
Vas lleno de sueños.

Después de todo, todo el tiempo en tus manos.
Y cubierto de espuma sangrienta su morada.
En el tiempo con el sonido de tu propia canción
Con la sangre de un niño pobre.