Un día como hoy: Salvador Dalí

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En el año de 1904 nació un niño, y su padre recordó que años atrás había muerto otro hijo suyo al que no podía olvidar. Entonces decidió reemplazar aquel niño ausente y bautizar al recién nacido con el mismo nombre, y lo llamó salvador.

Para aquel pequeño, apenas tuvo un poco de conciencia, fue una experiencia emocional altamente traumática el visitar el cementerio y llevar flores a una tumba donde... donde aparecía su propio nombre.

Los dos niños, el que siempre llevaba la flores, y el otro sepultado, tenían el mismo nombre: Salvador Dalí.

Otras decisiones del padre marcaron la vida del pequeño. El padre era un republicano laico, y sin embargo lo matriculó en una escuela religiosa altamente ortodoxa llamada Hermanos de la doctrina cristiana, en la cual se alteró aún más el temperamento del joven estudiante.

Las excentricidades de Salvador Dalí no son todas narrables. Al parecer la muerte de su madre lo hundió en una profunda depresión, y entonces afirmó: “Quería vengar ante dios la muerte de mi madre, y para eso decidí alcanzar la gloria”. Pero poco tiempo después, cuando se hizo surrealista, pintó un cuadro de un Sagrado corazón de Jesús y escribió encima de él: “Yo escupo sobre mi madre”. Tal afrenta provoca la ira de su padre que lo expulsa inmediatamente de su hogar.

Cuando inicia sus estudios de arte, Salvador Dalí se convierte en el centro de todas las miradas: se viste de luto, su pelo es una larga melena, sus mejillas están adornadas con grandes patillas y lleva botas de cazador. Luego se corta el pelo, lo engomina y viste como un lord inglés.

Dalí, cuya vida sexual sigue siendo un misterio y motivo de especulaciones, tuvo un extraño amor que le marcó la vida. En alguna ocasión recibió en su casa al poeta Paul Éluard y a su esposa Gala. En un momento Dalí le dijo en baja voz a Gala: "Me gustaría volver a verla en cualquier otro momento"; entonces ella le respondió "¿De qué estás hablando pedazo de tonto?, ¿qué quieres decir con eso de que te gustaría volver a verme?, te informo, ¡que nunca más nos volveremos a separar en esta vida!” Y así, esa misma semana empezaron a vivir juntos hasta el fin de sus vidas.

La vida de Salvador Dalí fue un vuelo permanente entre la irreverencia, la genialidad y la extravagancia. Cuando los surrealistas decidieron expulsarlo de su movimiento, él respondió: "No podéis expulsarme del Surrealismo, ¡yo soy el Surrealismo!"

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Así era Dalí, alguien que con su pintura y con su turbulenta personalidad, marcó el arte del siglo XX. Y estaba naciendo un día como hoy 11 de Mayo de 1904.

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