Alguien.

Me duele, entiendes?
Hacemos un banquete, hermanos de sangre y en el salto.
Pelea tu amor por tu vida,
Una de las verdades es la batalla eterna.

Y en el hielo, y en el fuego.
Medusas descaradas.
La niña que soñaba con ser azafata.
Y guarda silencio para ti tan inspirador, tan ardiente.

Y no sabía en absoluto qué es el dolor.
Y todo está vivo, le enseñó a cantar.
O encoge los hombros de todos modos.
Soy duro sin ti.

No necesito tu arrepentimiento
Donde la linterna respira tenue y lastimeramente.
Cantamos canciones fuera de la ventana de una ventisca.
Te conozco más joven, o en años.

Y no enamorarte.
Y el otoño cayó detrás de nosotros.
Alguien se quedó dormido en el camino.
En un montón, susurra engaño.

Tus labios son como una tormenta que roba despiadadamente.
Y vagamos por los laberintos.
Y todo el mundo está destinado a algo.
Encuéntrame donde compiten las estaciones de tren.

Tengo ganas de salir ahora
Por cuarto año lleva extraños techos,
Los corredores crujen alcances
¿Por qué hay... Para cerrar al menos en la cerradura?