Sea creativo escribiendo desde un café

Más formas de inspirar tu escritura observando a la gente

La semana pasada, armé un artículo rápido sobre cómo usar una pluma estilográfica para inspirarme , y quería continuar ese pensamiento con otro consejo: escribir en un café para inspirar y hacer que los jugos creativos se muevan nuevamente.

Si se ha quedado atrapado escribiendo en su oficina, salga.

Rodeado por el mismo entorno todos los días puede ponerme en la rutina de rutina temida. Dúchese, tome el desayuno, siéntese en el escritorio y escriba. La rutina puede ayudar a algunos a mantener la tarea, pero ralentiza mi alma creativa. Cuando miro hacia las mismas cuatro paredes en mi oficina con una decoración invariable, a menudo corro las mismas viejas historias en mi mente.

Sentarme en un café con personajes maravillosos entrando y saliendo me ha dado una tremenda chispa.

La razón principal por la que me gusta escribir en un café (aparte de una fuente inagotable de gran espresso) es la inspiración. Me gusta tener una mesa hacia adentro, lo que me permite ver a las distintas personas entrar y salir, y captar un bocado de conversación. Entiende, no escucho para ser espeluznante, pero en una cafetería concurrida, no puedes evitar escuchar las conversaciones que te rodean.

Escuchar trozos de charla al azar desde la mesa frente a mí es una gran fuente de material, como entablar una conversación con alguien en la fila. Para ser sincero, eso es lo que encendió la publicación de hoy. Un par de personas hablaban de salir de su cubículo de la oficina para sentarse en esta cafetería y terminar el trabajo. Me sentía exactamente de la misma manera y sabía que necesitaba escribir sobre eso.

Pero hablar y escuchar no son las únicas chispas creativas que obtengo de las cafeterías y cafés. También juego un juego de observar a la gente. Me gusta observar a las personas que me rodean e imaginar lo que los trajo aquí o lo que hacen para ganarse la vida. Por ejemplo, mirando alrededor del café ahora mismo:

• Un grupo de cuatro mujeres con vestidos de verano conversa sobre algunos pasteles y lattes helados. Aunque no puedo escuchar su conversación, me imagino que están discutiendo un plan tortuoso para noquear a sus maridos; cada uno de una manera única basada en la antigua serie Alfred Hitchcock Presents .

• En la silla de cuero junto a la ventana se encuentra una mujer mayor, tal vez de alrededor de 60 años, golpeando su teclado. Imagino que está dando los toques finales a su trabajo de toda una vida en una novela.

• Me imagino a los dos caballeros en la fila, vestidos con trajes caros, están hablando de los detalles del enorme caso que acaban de aterrizar, un caso que implicará un golpe para el abogado más viejo, que el joven escapa por poco. ¡Y hay una razón por la que escapa!

• Un hombre con los codos sobre la mesa, el sudor goteando de su frente, habla con su médico acerca de su última oportunidad para una operación de salvamento que es muy controvertida; e ilegal. La ventana para hacer esto se está cerrando, y él debe abordar un vuelo a Argentina esta noche. Pero lo que descubre en este viaje cambiará la medicina para siempre.

Algunas de estas ideas podrían convertirse en historias cortas, aunque la mayoría no lo harán. Pero estas chispas no se habrían visto si no hubiera entrado en el café. hoy. Y cada hora, una nueva multitud de historias llega a la tienda.

Hay interrupciones en la cafetería que normalmente son bienvenidas. Honestamente, hay momentos en los que necesito estar libre de distracciones, y ahí es donde la oficina cerrada es útil. Pero cuando necesito esa chispa creativa, nada me gusta el café local.