La naturaleza en ocasiones parece ser despiadada, y después de millones de años de evolución, elabora sofisticados mecanismos que se asemejan a algo parecido al control mental, donde las víctimas son obligadas a sacrificarse en beneficio del organismo que los ha infestado.

Este mecanismo de supervivencia es aplicado por muchas especies, especialmente en el mundo de los insectos, donde la víctima es infectada y luego controlada, convirtiéndose en verdadero zombi a merced de su victimario. Obligándolos, por ejemplo, a suicidarse o entrar en un estado de “catalepsia” para ser devorados por las crías del invasor.

"Algunos parásitos pueden alterar el comportamiento de su huésped de manera que le den un mejor hogar al parásito, proporcionarle más nutrientes o hacer que el huésped se mueva a un ambiente diferente", dijo Janice Moore , bióloga de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins.

En este artículo tocaremos los casos más perturbadores, donde la naturaleza nos deja ver su lado más salvaje y siniestro.

Este nuevo diseño de telaraña será destinado como capullo para soportar el desarrollo de las crías de la avispa, que posteriormente, usarán a la araña como alimento para su supervivencia.

Cucarachas Zombies

FOTOGRAFÍA DE ANAND VARMA; LABORATORIO FREDERIC LIBERSAT, UNIVERSIDAD BEN GURION

Otro tipo de avispa conocida como: avispa esmeralda (Ampulex compressa), toma como víctima a las cucarachas, convirtiéndolas en un criadero viviente para sus crías. Igual que la especie anterior, esta avispa inyecta un químico en el interior de la cucaracha, paralizando sus patas delanteras. Al estar inmovilizada inocula nuevamente químicos en la cabeza del animal.

Estos químicos se dirigen a una parte específica del cerebro de la cucaracha que controla el movimiento, quedando a merced de la voluntad de la avispa, la cucaracha es dirigida a una madriguera, donde la avispa deposita sus huevos.

Durante varios días, las larvas de la avispa consumirá lentamente a la cucaracha desde adentro, cobijandose en su abdomen hasta que sea tiempo de emerger en una forma ya adulta.

Hormigas Zombis

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Este es uno de los casos más documentados y conocidos, se trata de un tipo de parásito conocido como: Dicrocoelium dendriticum, que comienza su ciclo de vida en el hígado de las vacas, estas expulsan al parásito en su forma larvaria mediante las heces, para luego evolucionar y ser consumida por los caracoles (primer huésped intermedio).

Después de infectar a los caracoles, las larvas se reproducen de forma asexual, estos nuevos gusanos parasitarios son expulsados por la baba del caracol, para posteriormente ser consumido por las hormigas hambrientas (segundo huésped intermedio).

Es aquí donde la historia se convierte en algo aterrador, los parásitos son alojados en el estómago del insecto, y al menos uno viaja hasta el cerebro de la hormiga.

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Es allí donde el parásito empieza a controlar el comportamiento del insecto. Las hormigas parasitarias se convierten en verdaderos zombis; después de ser infectadas las hormigas se dirigen a su colonia y se comportan de manera normal, hasta que llega un momento donde involuntariamente se apartan del grupo y se dirigen a la punta de una brisca de vegetación, donde permanecen colgadas con sus mandíbulas a la espera de ser devoradas por el ganado vacuno.

Este parece ser un ciclo clásico de parasitología, pero la manera en que el gusano controla la mente de la hormiga es objeto de muchos estudios para comprender su funcionamiento.

Es por eso que los investigadores del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido), han estado trabajando en un procedimiento que devele cómo interactúa el aterrador parásito que convierte a las hormigas en “zombies suicidas”.

Utilizando equipos de última generación de microtomografía computarizada de rayos X, han descubierto que el parásito invade la región del cerebro responsable de controlar los músculos de la mandíbula de la hormiga, obligándola a mantenerse aferrada al pasto de manera indefinida.

"Logramos ver la infestación en el cerebro por primera vez, y confirmamos que podría haber hasta tres parásitos cerebrales en una hormiga", pero "solo uno de ellos entra en contacto con el tejido cerebral", explicó el doctor Daniel Martín-Vega, coautor del estudio.

Aquí podemos ver un video donde explican con detalle el proceso invasor del gusano parasitario:

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El Baile De La Muerte En El Agua

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El parásito Euhaplorchis Californiensis tiene su ciclo de vida en las aguas saladas del sur de california, comienza en el excremento de las aves de playa, que son consumidas por Los caracoles de cuerno ( Cerithidea californica ), el parásito vuelve estériles a los caracoles y permanecen en él varias generaciones hasta que son expulsadas y el parásito busca su próximo huésped, el pez killifish (Fundulus parvipinnis).

Después de ser consumido por el pez, el parásito se engancha en las branquias del mismo, viajando posteriormente al cerebro, donde libera sustancias químicas que cambian el comportamiento del animal.

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El parásito disminuye la serotonina y aumenta los niveles de dopamina en el cerebro de los peces. El cambio en esta química del cerebro estimula a los peces a nadar y comportarse de manera más agresiva.

Este nuevo comportamiento hace que el killifish realice bruscos movimientos, que lo hacen sacudirse y saltar fuera del agua, lo que lo convierte en una presa fácil para las aves de playa. Una vez que se consume el pescado, el parásito vive en el intestino del ave y produce huevos que se liberan en las heces, comenzando el ciclo nuevamente.

Con estos primeros ejemplos abrimos una perturbadora serie de los parásitos que controlan el comportamiento de sus víctimas, y donde futuras entregas seguiremos conociendo más casos aterradores, donde incluso estaremos nosotros los humanos como protagonistas.

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