Nuevamente uno de los personajes favoritos y renovados de Marvel Comics. Dando la entrada a Laura Kinney o mejor conocida en las comics como X-23.

Tuvo sus inicios en el año de 2003 en la serie llamada X-Men: Evolution, pasando a los comics o historietas en el número NYX # 3. Posteriormente los autores de la primera serie Craig Kyle y Chris Yost retomaron el personaje con una serie de 6 volúmenes en Enero del año 2005 llamada X-23 #1, creando así el personaje completo de Laura y toda su historia.

Cuando se experimentó con Wolverine en el ARMA X, se confabularon en secreto para extraer parte de su ADN y crear parte de sus experimentos secretos, para dar creación a un clon. Después de varios intentos fallidos la Dra. Sarah Kinney encargada del programa, sugirió la creación de un clon femenino, tras la negativa de dicha propuesta en secreto se creó a X-23.

Criada en cautiverio y como sujeto de experimento X-23 fue entrenada como arma, a pesar de que Kinney intento conservar parte de su esencia y apariencia humana, dichos esfuerzos fueron frustrados por la tortura y los métodos de experimentación. Dichos métodos llevaron a X-23 a sufrir diversos tipos de torturas para estimular la salida de sus garras, además de exposición a radiación para acelerar el proceso del gen mutante.

Parte de la preparación llevo a que sus garras fueran cubiertas por Adamantium y manipulada por un compuesto químico llamado "aroma desencadenante" o "olor a disparador" que le produciría al detectarlo una furia descontrolada directa a matar.

Después de varias misiones y el desencadenamiento de traumas y desequilibrio, y trastornos de personalidad que la llevaron a estar en silencio.

Kinney reconoce todo lo causado a X-23 siendo una niña y la conduce a una misión privada donde se planea recuperarla, lo que llevo a que escapara del programa y la destrucción de otros clones. Antes de la muerte de la Dra. Kinney le dio un nombre real a X-23, llamando Laura Kinney.

Después de algunos años, llega a la ciudad de Nueva York y trabajo en un club nocturno donde salva la vida de la hija del mafioso Don Parisi de unos matones, asesinándolos a todos, donde las muertes violentas implicaron a Wolverine, esto hizo que sus compañeros X-Men investigaran dando con el rastro de Laura. El encuentro algo traumático y violento, llevo a la progresiva participación de X-23 con los X-Men y posteriormente a ser parte del Instituto Xavier de los X-Men donde Wolverine formo parte importante de su integración y adaptación.