Los filósofos se preguntan cosas simples pero difíciles de responder, con tal de comprender algo tan complicado como qué es el mundo, nuestra realidad, y en especial, nuestra vida: qué le da significado, qué lo hace hermoso, sus males, y su origen, nuestros orígenes.

Hacen preguntas que cuestionan cada aspecto de tu vida personal, con cruel honestidad y sin importarles que incomodo será: por qué te sientes como te sientes, por qué piensas lo que piensas, y por qué haces lo que haces. Esto será ProVenezuela Digital: Edición Filosofía de la mano de @jc21.ramos

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Todos tenemos esa película, libro, o serie, que nos ha marcado. Esa de la cual nunca nos cansamos de ver y que siempre la asociaremos con recuerdos gratos. Nos duele cuando nuestros personajes favoritos sufren y sonreímos como unos idiotas en frente del TV cuando les ocurre algo bueno. Nos gusta hablar sobre ello con otros que tengan los mismos gustos que nosotros, y nos duele cuando alguien juzga nuestra historia ficticia favorita. Pero, ¿por qué? ¿por qué nos afecta tanto? ¿por qué nos importa a nosotros el bienestar de personajes ficticios? ¿por qué nos parece absurdo cuando alguien dice que Gandalf no tiene barba o "Sabes mucho, Jon Snow?"?

Gandalf tiene la mejor barba de toda la tierra media y que Jon Snow no sabe nada. Y por más que repitas una y otra vez Los Juegos del Hambre, Primrose seguirá muriendo. Entonces, ¿cómo es posible que algo ficticio provoque emociones reales en nosotros?

Yo escribiendo estas palabras y tú leyéndolas, esta es nuestra forma de comunicarnos. Esto me permite a mi transmitirte los conceptos, mis ideas, de una manera que tú lo puedas entender. Cada una de las palabras que estás leyendo, de por sí no son más que garabatos, cobran sentido debido a que todos concordamos en que hacen referencia a un objeto o idea que podemos observar en el mundo real. Parafraseando, cuando yo digo "este es un panda", fácilmente te puedes imaginar a alguien señalándote un panda, ¿cierto?

¿Pero qué pasa si yo digo, "esto es un nfqwemo"?

Podrías pensar que eso no significa nada, y tendrías razón, no tiene ningún sentido ya que fue el resultado de pegarle a mi teclado a ver qué salía. Entonces, si la palabra "panda" hace referencia a la especie de oso más adorable del planeta, ¿a qué hace referencia "nfqwemo"? ¿a qué objeto se refiere? ¿acaso tiene algún valor esa palabra? ¿si quiera tiene algún valor? Supongo que puede ser que cuando nos referimos a objetos inexistentes, solo estamos hablando disparates. Pero estoy casi seguro de que realmente sé mucho sobre cosas que no son reales. Y veo esa información como hechos, hechos verdaderos. Sé que Goku se ha pasado gran parte de su vida buscando las esferas del dragón, y si tú vienes y me dices que cuando las acumulas todas, aparece un ornitorrinco magico gigante, simplemente estás equivocado.

... Pero no existen las esferas del dragón, ni Goku, ni Jon Snow y mi vecino con la barba por el ombligo no es Gandalf, ¿entonces como es posible que podamos hablar sobre cosas inexistentes?

Para responder esto, retrocedamos un poco. Una semana para ser exactos; la semana pasada tocamos el tema de "¿qué es el arte?" y esta semana lo continuaremos con una pregunta aún más difícil de responder, ¿que tan necesario es el arte? o más complicado aún, ¿qué tan real es?

Empecemos por el primer gran filósofo que estaba en contra del arte, Platón. Platón no tenia mucho afán por aquellas personas que se dejaban llevar por sus emociones y no por la racionalidad, y él argumentaba que el arte hace exactamente eso, juega con nuestros sentimientos mucho más que con nuestra razón. Por tanto, el arte era problemático para él, ya que nos anima a pensar con la parte emocional de nuestras almas. El también tenía problemas con el arte porque, según él, [el arte] representaba la imaginación como si fuera real. Y para una persona como él, que estaba tan preocupado por la verdad al punto de cuestionarse si toda nuestra realidad no es más que una silueta sombría de una dimensión superior, pueden ver porque esto pudo haber sido algo difícil de confrontar.

Llegaba a tal punto que Platón abogaba por su censura en general. Y él tenía razón en algo, el arte es influyente, puede cambiar completamente la perspectiva de alguien. El arte es poderoso.

Platón llevo el problema del arte al extremo, pero es que no todo el arte es igual. Existen del tipo que sólo tiene como objetivo ser un escape de la realidad por un tiempo, algo para distraernos un rato. Un simple y corto libro o una serie ligera. Algo solo para sacarnos una risa, unas lágrimas o cualquier emoción del pecho. Pero luego está el tipo de arte que literalmente nos cambia. Nos hace replantearnos nuestros ideales. Esta clasificación del arte proviene de R.G. Collingwood, un el filósofo del siglo XX. Al primero lo llamó arte de entretenimiento y al segundo, arte mágico. Tanto Crimen y Castigo como Los Juegos del Hambre son libros, pero ni siquiera creo que sea justo compararlos Collingwood quería hacer énfasis en que no debemos ver todo el arte de la misma manera.

Pero esto queda corto a la hora de explicar por qué para algunas personas Harry Potter, El Señor de los Anillos, o Narnia, sea puro entretenimiento, y que para otras sean un antes y despues en sus vidas.

Regresando a la antigua Grecia, el famoso estudiante de Platón, Aristóteles, era el polo apuesto de Platón en este tema. Él veía el arte como algo practico, útil. Fue uno de los primeros (sino el primero) en darse cuenta de lo absurdo que era la tragedia. ¿Alguna vez te has preguntado por qué la gente va al cine a ver una película de horror? ¿o muy triste? ¿o de esas románticas que te provocan diabetes? ¿no es esto algún tipo de masoquismo a gran escala?

Aristóteles no lo veía así. Como podrás ver en ediciones futuras, Aritóteles era muy fan del equilibrio. Él creía que nuestros cuerpos necesitaban experimentar un rango completo de emociones para poder mantenerse en balance. Él argumentaba que si no habíamos estado tristes, felices, asustados o enamorados, podríamos empezar a anhelar esos sentimientos. Y cuando no experimentamos o no podemos experimentar ese rango completo de emociones en nuestras vidas, ahí es cuando el arte salva el día. De acá proviene la palabra catarsis, lo cual Aristóteles definió como ese alivio placentero cuando por fin experimentamos las emociones que anhelábamos.

Ahora aquí nos encontramos con un problema. Sabemos que las historias que nos encantan son ficticias (la mayoría) pero aún así sentimos que producen emociones reales en nosotros. Deseabamos que alguien terminará de matar a Joffrey y que Tyrion jamas se vaya de Juego de Tronos pero, ¿acaso esas emociones son reales? No corras a contestar, ya que estarías colocando la muerte de un personaje ficticio al mismo nviel que la muerte de un amigo o familiar cercano, y sabemos que simplemente no se comparan. Entonces, cambiemos la pregunta. ¿Qué tan reales son estás emociones? ¿Y por qué importa si lo son o no?

La semana pasada tocamos el tema de Helena, la exhibición de arte con peces dorados en licuadoras. Y sí, es tan absurdo como suena. Y aquí es donde, a mi parecer, importa mucho que tan reales creemos que son estas emociones y que es lo que significa "arte", qué lo define. Ya que sí bien hemos tenido suerte a la hora de ser inspirados positivamente por el arte, y corremos a colocar en pedestales a escritores como Harriett Stowe, Dostoyevsky o Tolkien (pedestales bien merecidos), por inspirar a generaciones al bien, pero si un trabajo inspira malas acciones o malas actitudes, ¿El artista también debe ser culpado? ¿Donde trazamos la linea entre arte y moralidad? ¿En qué punto llegará alguien con Helena 2.0 pero con algo más traumante que peces en una licuadora? ¿Acaso el arte tiene un limite?

El filósofo austriaco del siglo XX, Alexius Meinong, tenía una visión muy particular del significado "existir". Meinong estaba convencido de que podemos tener pensamientos significativos sobre objetos que no están en la realidad. Pero él decía que para poder hablar significativamente sobre algo, ese algo debe (en algún sentido) tener existencia. Así Meinong propuso un sistema que estaba dividido en clases: existencia, subsistencia y "absistencia". Y lo más peculiar de su sistema es que facilitaba de una forma practica la manera en que sabemos que Chubacca no existe, pero a la vez sabemos de memoria su forma de hablar.

fuente

• Primero, cualquier objeto posible que se puede imaginar, absiste. Si puedes pensar en ello, tiene "absistencia". Esto incluye cosas que nunca podrían existir en la vida real, desde Gandalf hasta el Monstruo de Spagetti Volador.

• Y dentro de el grupo de cosas que absisten, está un subconjunto mas pequeño de objetos subsistentes. Estas son cosas como números y conceptos matemáticos. Cosas que no manifiestan existencia física, pero que tampoco contienen ninguna clase de imposibilidad. Simplemente son conceptos.

• Y finalmente, los objetos existentes son aquellos que están realmente aquí en el mundo físico.

Ahora, probablemente debería acotar que muchos de los contemporáneos de Meinong lo veían como un chiflado. Muchos de sus contemporáneos se burlaban de él, y se referían a su supuesto grupo de objetos inexistentes como la jungla de Meinong, un lugar donde vacas voladoras, Gandalf y unicornios toman el té.

Unos criminales intentar robar un banco. En el robo, debido a sus nervios y nula experiencia, algo sale mal y uno de ellos le dispara a un hombre. El ladrón es atrapado por la policía, pero no sin antes salir herido de bala. En el hospital, el hombre el cual fue víctima del robo en el banco, de casualidad escucha de una de las enfermeras que el ladrón que le disparó es una de las personas más buscadas por los horribles crímenes que ha cometido, y ahora este ladrón necesita una transferencia de su sangre para sobrevivir. El hombre sabiendo esto, decide envenenar su sangre, con la intención de que el ladrón muera envenenado. El hombre ya daba al ladrón por muerto. Pero a la hora de hacer la transferencia, en un giro del destino, los doctores le terminan transfiriendo sangre de otra persona, pero el ladrón aún así murió.

Nadie sabe lo que el hombre intento hacer, y él no sabe que su sangre fue cambiada a ultimo minuto. ¿Acaso el hombre es culpable de asesinato? Y... ¿Acaso el hombre hizo algo malo?