Antes de ser llevada al cine hace un par de años en una adaptación laureada en distintos festivales llamada El autor, la novela El móvil de Javier Cercas fue publicada por la editorial TusQuets en su colección Andanzas en el año 2003. Pero incluso antes de eso, el verdadero origen del debut narrativo de este escritor español se remonta al año de 1987 y la editorial Sirmio. En esa primera edición, el libro constaba de cinco relatos, de los cuales sólo sobrevivió uno (la purga fue hecha por el mismo autor para la reedición de 2003), la novela corta que da nombre al libro.

El móvil cuenta la historia de Álvaro, un escritor comprometido con su vocación literaria que se encuentra escribiendo una novela para cuya trama se vale de sus vecinos: un matrimonio joven, un hombre mayor jubilado, una adolescente poco agraciada y una portera, la mejor aliada a la hora de enterarse de la vida de los demás. Lo que Álvaro pretende es, a través de una aguda observación e intercambio de palabras, conocer a sus vecinos lo suficiente como para poder construir los personajes de su novela de manea creíble y no se detendrá ante nada para conseguirlo. Curiosamente, todos los personajes de la novela que escribe hallan sus modelos en los miembros de su edificio y la trama de su ficción - un matrimonio joven que asesina a un anciano por motivos de dinero - más temprano que tarde acaba colándose en la vida real, pero ¿cuál es la realidad?

La frase que abre la novela marca el tono y habla tanto de su protagonista como de su autor: “Álvaro se tomaba su trabajo en serio”. Y es que Álvaro, al igual que Cercas, “había subordinado su vida a la literatura”, estableciendo una rutina diaria para escribir porque “toda creación consta de un uno por cierto de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración” y como “cualquier tema es bueno para la literatura; lo que cuenta es el modo de expresarlo”, Álvaro decide dedicarse de lleno a la idea que tiene y para ello decide abordar a la portera, prendida de él desde hace tiempo, con fines de investigación y lee libros de ajedrez y aprende a jugarlo, sólo para entablar amistad con el viejo de su edificio a quien usará de modelo para uno de sus personajes. Es decir, todas las acciones que lleva a cabo están subordinadas a un fin último y superior: la creación de su novela.

El móvil, en la edición de TusQuets, tiene apenas 110 páginas (incluyendo el epílogo de Francisco Rico) y la trama incluye pocos personajes con rasgos tan diferentes entre sí que constituyen un universo literario equilibrado y representativo de cualquier sociedad: Montero es de extrema derecha, Casares es de una izquierda desencantada, hay tres mujeres, tres hombres, un matrimonio, la joven estudiante, el viejo pensionado amante del ajedrez y la portera. Pero a pesar de su brevedad y sencillez, es una obra completísima que ya incluye varios de los temas centrales de los siguientes libros de Cercas: la vocación literaria, la responsabilidad del escritor y la relación entre realidad y ficción. Si bien es un thriller metaliterario, las primeras páginas contienen, más que acciones, reflexiones importantes sobre la Literatura, los libros, los escritores y menciona libros, autores y frases, como cuando dice que “tres o cuatro libros encierran, como creyó Flaubert, toda la sabiduría a que tiene acceso un hombre, pero los títulos de esos libros varían también con cada hombre”.

Pero lo más impresionante de la novela es que a pesar de su brevedad, hace un uso perfecto de los rasgos característicos del thriller y del mise en abyme, esa forma fractal de metaliteratura en la cual se sobrepone o se introduce, dentro de una narración, otra similar (o de temática semejante), como si se tratase de muñecas rusas. Y es que el autor (Javier Cercas) escribe una novela (El móvil) en la cual su personaje (Álvaro) escribe una novela (sin nombre) en la cual su personaje (anónimo) escribe una novela que acaba siendo, a la vez, la novela que escribe Álvaro y la que escribe Cercas. Estas matrioskas me recordaron la conferencia que dictó Javier Marías en Madrid en 1989 titulada Quién escribe y que ha sido recogida como epílogo en las versiones más recientes de su novela Todas las almas. Allí, Marías habla de la a veces confusa línea que separa al autor de un libro de su narrador en primera persona.

Algunos libros del autor

A lo largo (o corto, mejor dicho) de la novela, hay varias escenas en las que Álvaro abre la puerta, dejando entrar a sus vecinos a su vida y representando a su vez la entrada de los personajes a su novela. La realidad se filtra así en la Literatura y en simultáneo la Literatura de filtra en esa realidad, pero al involucrar a personas reales, los acontecimientos que rodean a Álvaro no ocurren de la misma forma en que él tenía pensado para su novela, porque la realidad no es tan gobernable. El móvil es un libro altamente recomendado para los amantes de los thrillers, novelas policíacas, pero sobre todo para los amantes de la buena Literatura, pues a pesar de ser su primer contacto con la narrativa y datar de hace más de tres décadas, ya contiene los rasgos que caracterizarán la obra de Javier Cercas y que veremos después en sus libros, sobre todo en su obra más famosa Soldados de Salamina, cuya reseña publicaré en los próximos días. Mientras tanto, intenten conseguir y leer esta pequeña joya, antes de ver su adaptación cinematográfica.