CONFLICTOS EN LA PAREJA Y QUÉ HACER PARA ENFRENTARLOS.
La base de todo desorden de pareja es el conflicto. Sería imposible describir a una pareja donde no exista el conflicto, es algo que no se puede evitar, pues como dije en un post anterior, las personas somos diferentes tanto en intereses, características biológicas y psicosociales cuando se convive en pareja, sin embargo las discusiones que se hacen frecuentes forman parte de la insatisfacción, bien sea por que la relación no está marchando bien y se buscan soluciones inadecuadas que ponen en peligro la relación.
Uno de los grandes problemas de este desorden de pareja se debe a la inadecuada conformación de pareja, a las discrepancias profundas de la personalidad y al mantenimiento de la relación, tema tratado en el post anterior.
Ahora bien, dependiendo de cuál de estas causas haya desarrollado el conflicto en la pareja, se busca cual es la dominante, ya que no es lo mismo una pareja estructurada y funcional porque su conformación se fundamenta en la pasión, en la intimidad y el compromiso y se encuentre afectada con el tiempo por mantenimiento de la misma, se recurra a una infidelidad, por ejemplo. Es importante resaltar que existen casos de parejas donde las personas enferman la relación porque su personalidad distorsionada y alterada no puede funcionar para convivir en pareja.
Algunos ejemplos de estos casos de parejas:
Esposa pasiva- marido rígido:
Ella insiste que él no le da importancia a sus sentimientos y deseos, se siente insatisfecha por falta de afecto, atención y dependencia, percibe a su marido frío y distante y lo hace responsable de sus dificultades en el acto sexual y de su crecimiento como persona. Él se percibe organizado, independiente, incapaz de desviarse en su comportamiento habitual. Él la percibe como una mujer fastidiosa, inconforme aunque él la complazca, acota que su vida sexual podría ser eficiente si ella no lo acosara lo que le genera inestabilidad emocional.
Esposa rígida- marido dependiente:
El hombre generalmente pide ayuda y en algunos casos se siente inseguro y preocupado por no saber controlar las relaciones extrapareja y que posición adoptar ante su mujer. Este tipo de hombre tiende a buscar en la relación la figura materna. Se percibe como una persona falta de amor y protección, al mismo tiempo impulsivo e irresponsable. Ella se percibe organizada, buena madre, y sus intereses se enfocan en su crecimiento profesional y sus hijos más que los de su marido.
Esposa dependiente-marido independiente:
Este tipo de pareja se les hace difícil funcionar el uno sin el otro, obteniendo malos resultados. Esta relación se compone de ansiedad, depresión e incluso alcohol y/o sustancias estupefacientes. En el caso que de la pareja tenga hijos, se les dificultad cumplir efectivamente el rol de padres, ya que cada integrante de la pareja espera que el otro lo proteja y lo atienda lo que trae consigo una inestabilidad personal y emocional.
Es difícil para las personas que tengan algún tipo de relación con las características antes descritas, pueda mantener una relación sana y funcional puesto que a lo largo, los conflictos llegan a manejarse de forma violenta en una de las dos partes, exponiendo la salud física y emocional de la parte afectada.
Rol social de la mujer y el hombre en conflicto en la actualidad
La violencia viene a destacarse como el uso de la fuerza para hacer daño a otra persona. Atacar los derechos de alguien supone un poder para proceder al acto de usar la fuerza, que por ende esta persona se siente por encima de la otra al momento de ser violento/a, puesto que el victimario cae en un estado emocional hostil a causa de las situaciones en las que percibe injusticia según la percepción del conflicto dentro de la pareja. Sin embargo voy a destacar un factor determinante que propicia los enfrentamientos: "razones socio histórico-cultural", ya que a medida que ha pasado el tiempo, la violencia intrafamiliar ha tomado auge en el tiempo actual.
En la sociedad actual no se puede pretender desconocer la situación de pareja puesto que implica descartar momentos históricos, donde el hombre ha debido adaptarse a cambios emocionales para los cuales, tal vez, no estuvo preparado. La mujer, sin embargo, a pesar de haber ganado ciertas características en el modelo machista tradicional, ha estado sujeta aun a una serie de prohibiciones de su conducción a la igualdad con el hombre, y aunque tengan los mismos derechos como seres humanos hoy en día, el derecho de igualdad no es paralelo con el mismo. El hombre desde la infancia ha sido condicionado a la responsabilidad y control, pero en nuestros tiempos, ya no se encuentra ante una mujer sumisa e inexperta, sino a una persona preparada para competir aunque aún sigue siendo el sexo débil ante la sociedad.
¿Qué hacer si tengo un conflicto con mi pareja?
Algunas sugerencias que podrían facilitar la solución del conflicto en la pareja. Cabe destacar que en algunos casos la solución del conflicto puede darse a través de la separación de la pareja, y en la medida que ambos lo entiendan también será exitoso.
Enseñarse ambos a colocarse en una perspectiva objetiva con respecto a la gravedad del conflicto.
Elabore cada uno una lista de aspectos que le agradan de su pareja, aspectos que le desagradan de su pareja, y por último, que haría usted para mejorar la relación. Debido a la fuerza que tienen los sentimientos y las esperanzas de mantenerse unidos, cuando ocurre el conflicto casi siempre es por una mala comunicación, puesto que ambos se acusan y consideran al conflicto como algo que no tiene solución, perdiendo de vista los aspectos positivos de la otra parte, es por esto se debe aprender a escuchar de manera comprensiva a la pareja.
Comunicarse asertivamente con su pareja.
Es decir, en hablar en función de la honestidad, decir lo que siente sin omitir sus molestias, mirarse a los ojos, pero sin descalificar o herir a la otra parte ni a si mismo, mantenga aquellos aspectos positivos que le aportan estabilidad a su relación siempre respetando los derechos de la otra persona. Es importante ser empático, ya que podríamos saber como se siente la otra persona para comprenderlo.
Manifieste aprecio a su pareja.
No necesariamente tiene que existir una motivación sexual, sino más bien al repertorio de llamar para saludar y saber como está su pareja, dar un beso de despedida, abrazarse al llegar a casa, decirle y enviarle mensajes con palabras especiales, salir juntos a algún lugar, acompañar al otro a alguna actividad, detalles ocasionales, sentarse a conversar en casa o en el jardín de cualquier tema, preocuparse y ayudar a su pareja si tiene algún problema.
Motive a la atracción sexual, al placer de estar con la pareja.
Es importante reforzar la pasión entre la pareja. Podemos hacerlo a través de salidas a algún lugar romántico, vestirse diferente, perfumarse y verse atractivo/a, usar prendas y ropa interior sugestivas, llamadas con intenciones eróticas, coqueteos. Cabe resaltar que no necesariamente estas manifestaciones concluyan en un acto sexual, sin embargo si facilita la actividad sexual, pero no es obligatoria.
Realice un trato con su pareja.
Negocie con su pareja, separe el problema de su pareja y concéntrese en sus intereses y no en su posición, inventen acuerdos de mutuo beneficio y sobre todo, que los criterios sean objetivos para ambos. Resulta vital la compañía, el apoyo, la compenetración y la comunicación con el otro. Aunque el afecto no es la solución todopoderosa es un factor valioso, motivacional, que les permitirá la estabilidad en la felicidad para ambos.
Para concluir, si no estamos dispuestos a entender y admitir nuestra responsabilidad por nuestra participación en una situación conflictiva, de siempre defender nuestra posición ante el otro, de acusar y culpar a nuestra pareja de lo que sucede en la relación, estaremos siempre en la lucha con nosotros mismos como un mecanismo de defensa de luchar contra nuestra pareja. Es por esto que debemos abocarnos a la comprensión acerca de cómo piensa la otra parte, ya que nuestra manera de pensar es el problema y no la persona como tal.
"Si en realidad queremos permanecer con esa persona que elegimos para compartir nuestra vida, recuerda que debemos tratarla con respeto, ser honestos, ser flexibles en la relación, comprenderse el uno con el otro y sobre todo y ante todo, no olvidar que unieron sus vidas para darse amor."
Fuente consultada: libro de Asesoramiento Clínico, de Juan José Moles, 2da. Edición.
