Oscuridad | Experiencia paranormal

Se ha vuelto constante la presencia de algo extraño que al parecer quiere darme un mensaje, prefiere la oscuridad y aunque no temo, es complicado ser valiente cuando te sientes atrapado en un mundo que no es el tuyo. 

Antes ponía en duda que el mundo espiritual existía pero ahora me queda claro que no hay nada más cierto que ello, debe haber algo más allá, algo que no podemos sentir desde aquí pero quizás si canalizar. No entiendo que busca y realmente tampoco quisiera saberlo pero sus visitas están cargadas de una energía pesada que va y viene, invade todo el cuarto y siento como los pelos se me ponen de punta, mientras mi mente intenta afrontarlo de la forma más valiente que puede. 

Hoy eran alrededor de las 9 de la noche y se fue la luz como es costumbre en Venezuela, elegí dormir porque el clima era cálido pero no sofocante y para ser sincera no sé en qué punto me dormí pero comencé a escuchar una música que subía el volumen segundo a segundo. Era una especie de rock pesado sin letra y con ella venía cierta sensación de que no estaba sola en el cuarto, que había alguien a mi espalda y podía sentir su energía totalmente, me quede embelesada intentando comprender aquella cadena de sucesos y de un segundo a otro comencé a escuchar pasos que venían desde el pasillo, me alegre al pensar que era mi mamá y cuando pensé en moverme o llamarla me di cuenta que estaba en la mitad de una parálisis del sueño. 

Mi perro que estaba debajo de la cama empezó a gruñir, confirmándome que efectivamente alguien o algo iba entrando al cuarto y se detuvo frente a mi cama a observarme, por un minuto pensé que quizás se trataba de mi mamá y me extrañaba que aún no me hubiese despertado. Pasaron alrededor de dos minutos que se sintieron como 20 y al momento en que mi cuerpo pudo moverse o de cierta forma regresar al mundo físico, me sorprendí al escuchar mi propia voz articulando la palabra “mamá” para darme cuenta que aún seguía sola en el cuarto.

Lo que más me sorprende fue el increíble salto de la música que invadía el ambiente por completo al pleno silencio inundado de oscuridad que solo dejaba oír mi voz.