El día de hoy me sentí un poco intrigado al recordar una frase del ex político y militar Simón Bolívar, “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”, hoy sucedió una osadía muy de lo más común en mi país Venezuela, actualmente de me dedico a trabajar actualmente en una cadena de supermercados, el cual no haré mención, cabe resaltar que muchos ya conocen la situación político y social del país y los que no tienen ninguna noción acerca de esto, un empleado con un salario mínimo gana alrededor de 1.50$, los invito a indagar un poco en internet.

El día de hoy hubo una fiscalización en el establecimiento, del cual era para regular los precios actuales que debido a la hiperinflación, se deben de estar modificando frecuentemente, lo que significaría una gran pérdida para el establecimiento.

Al pasar un rato los funcionarios aún seguían en el establecimiento, al llegar los que en ese momento eran los responsables del establecimiento o los jefes, a obviamente defender sus bienes, conversaron un poco con los funcionarios, el cuales mostraban mucha molestia por lo sucedido.

Al dialogar un poco ambos, se deciden a salir de la oficina en donde se encontraban y se dirigen hacia la oficina del jefe, y que después de un rato salieron, y el jefe encargado de la fiscalización decide marcharse junto con sus colegas.

¿Qué si hubo gato por liebre? Pues sí, a mi parecer, como se explica que un FUNCIONARIO PUBLICO, después de toda la molestia que mostró por los altos precios del establecimiento y que después de un palabreo con los jefes, decida marcharse como si nada, de igual forma que se puede concluir si un empleador compra un kilogramo de tomates a 1.000.000 (un millón de bolívares) y su margen de ganancia sea del 30% es decir el precio para la venta es de 1.300.000 (un millón trescientos mil bolívares) y después de una semana compra el mismo tomate que le costó 1.000.000 ahora le cuesta 1.700.000, mi pregunta es ¿Quién pierde? Lo dejo a su criterio.

Me llamo mucho la atención, una frase muy particular que dijo uno de los funcionarios antes de marcharse, lo cual menciono: “En realidad no la estamos pasando tan mal”, pensé de manera inmediata, quizás tu no, pero muchas personas si, personas que pueden llegar a acostarse con una sola comida al día, o sin nada en el estómago, piensen ustedes por un instante, una persona con un salario mínimo que son 5.000.000 (Cinco millones de bolívares) mensuales, que puede comprar para alimentarse, si un kilogramo de arroz cuesta 2.500.000 (Dos millones quinientos mil bolívares) ¿Qué puede comprar para alimentarse? Y piensen más allá ¿Esa persona tiene que mantener a alguien?.

Nosotros somos objeto de nuestra propia destrucción, un país donde cada persona piensa en su beneficio propio y no en su gente, en su familia, en sus seres queridos, un país donde tener un pensamiento diferente te hace delincuente, un país que se autodestruye asimismo.