Nuestro país vive actualmente uno de los momentos más controversiales y volatiles de su historia reciente. Un proceso sociopolítico inédito para estas tierras que adquiere un matiz aún más distinto con la partida del Presidente Chávez, fundador del proceso revolucionario. Proceso que se volvió determinante para el resto de los países de Latinoamérica y el Mundo, incluyéndose entonces Venezuela, dentro del escenario global, no solo por su riqueza en recursos minerales e hídricos, ahora también por ese peculiar proceso sociopolítico-económico que se gestaba.

En el mundo, las fuerzas políticas en pugna pos guerra fría obliga a los poderosos EEUU y la Unión Europea a redefinir su geopolítica y geoeconómica, frente a las nuevas formas de lucha irracional, entre ellas, el terrorismo, la trata de niños para la explotación sexual, nichos de drogas, narco guerrillas, sumado a los conflictos del medio oriente, la confrontación en Siria, y la intensa confrontación entre Israel y Palestina. El resurgimiento de los gigantes China, Rusia e India en la economía mundial, la desarticulación de los gobiernos socialistas de Latinoamérica (Argentina, Brasil y Ecuador), y un sinfín de sucesos que se desarrollaron, se desarrollan y otros que apenas se están gestando, pero que se dejan ver a través del desarrollo de sus procesos de acoplamiento en torno al sistema capitalista mundial.

Se requiere entonces un proceso de acoplamiento y desacoplamiento para seguir acoplándose a las nuevas verdades que dejan atrás verdades de la modernidad y verdades muy recientes pero que estaban enmarcadas en las leyes y teorías de Newton que solo nos han ayudado a entender el comportamiento mecánico de objetos en reposo, objetos en movimiento y las leyes que actúan sobre ellos, cuando la realidad del Ser , desde hace décadas está enmarcada en el Gran Diseño de la creación con exponentes como Einstein en su búsqueda de una verdad relativa.

La nueva racionalidad económica pasa por ese entramado que busca derrotar las viejas verdades impuestas por sectores o factores políticos en pugna. Una gran explosión social daría lugar a una verdadera redimensión del estado capitalista que asimismo da pie a una verdadera sociedad caracterizada por el trabajo y el placer.

Ya para finalizar, y esperando contar con algunas reflexiones adicionales, considero que los futuros desenlaces a muy corto plazo, producto del agotamiento definitivo de las viejas verdades que sirven de soporte del viejo modelo abrirán las compuertas hacia una nueva estructura socioeconómica y política. A este nivel se requiere de un gran consenso nacional con las fuerzas sociales y políticas emergentes que aun en el desacuerdo permitan la madurez para ser un punto de apoyo de las grandes trasformaciones sociales, con urgencia necesarias. Saludos, hasta un próximo artículo.