El Desastre

No te gustan quizá, las rayitas que salen de los bordes cuando sales a buscar a quien dedicarle tus noches, a trazar las líneas del cuerpo con la corvatura del cielo y seguir el camino de las estrellas en las sombras y, quizá este desastre es demasiado, un movimiento errático en tu viaje. El no saber si el terreno es viable, el no creer que lo que encontraste es verdadero y el mirar soprendido a un huracán con alas sea una pesadilla...

Y quizá te gusta lo que puedes esperar, la tranquilidad y la precisión de la brújula en ese corazón pero nunca sabrás lo que el desastre es y sería si solo disfrutarás del ruido y del revoloteo de unas alas queriendo ser libres queriendo romper la aburrida estructura, la programada realidad....”

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