La búsqueda de la excelencia debe ser permanente, los seres humanos no debemos conformarnos con ser buenos en lo que sabemos hacer, debemos buscar lo optimo, lo máximo, lo mejor,esa es una condición natural que poseemos y debemos desarrollar todo su potencial. El creador ha dotado a cada ser de un talento único que nadie mas posee, en esa repartición ilimitada de talentos cada uno tiene algo que solo cada cual sabe como hacerlo, es como si la vida fuese un gigantesco mosaico en el que cada quien comparte una pieza única que difiere en el color, textura, sabor, de tal manera que esas cualidades son dones que hemos recibido del universo y por cuyo uso tendremos que rendir cuentas, de modo que es una oportunidad única que hemos recibido del cielo para ayudar al creador a desarrollar la vida.

La excelencia es el polo opuesto a la mediocridad, existen personas que pasan toda su vida en esta condición ignorando que existe un mundo de posibilidades a su alrededor, no sabiendo que tienen la misión de moldear la arcilla de la que están hechos igual que el mejor de los alfareros, de que el talento que les ha sido otorgado es una joya preciosa que debe ser pulida y abrillantada. Los seres humanos debemos procurar vivir una vida plena no obstante las duras condiciones por las que estamos pasando, pues son precisamente esas condiciones adversas las que nos servirán para moldear y probar nuestras capacidades, son esos escenarios los que nos permitirán conocer nuestros dones ocultos y así ponerlos en practica en beneficio de nosotros y de los demás.

Tenemos que rendir cuentas por los talentos que nos han sido otorgados, no para ser juzgados si no para ser evaluados, de modo que tenemos que tomar consciencia de la grave responsabilidad que tenemos de buscar en nuestro interior los talentos ocultos que poseemos para desarrollarlos, es el deseo del universo que todos sus hijos aprendan a conocerse para exaltar todo nuestro potencial de modo que esa chispa divina que hemos heredado se convierta en una luz brillante capaz de iluminar a buena parte del mundo, vayamos todos en busca de la excelencia hasta encontrar toda la paz y abundancia a la cual tenemos derecho por ser los hijos predilectos de Dios.