El pensamiento dialéctico lleva taladros (es taladral)

Es una muestra de ignorancia enorme connotar un tema tan interesante como la dialéctica como un brazo mono-ideológico propio de lo que fue la URSS. No dudamos que esto tiene que ver con el hecho de que fue precisamente la Academia de Ciencias de esa desaparecida nación (y una nutrida serie de autores alineados de una u otra manera a ésta) una entidad que le dió una atención alta al asunto a punta de sus visiones a veces agudas y a veces superficiales, pero claro hay que tener que la temática de la dialéctica viene siendo tratada con atención desde los griegos, desde los sabios de India, hace mucho tiempo atrás.

La racionalidad dialéctica recoge dos rasgos fundamentales tanto de la realidad objetiva (naturaleza y relaciones sociales) y de la hominidad (pensamiento, lenguaje, emocionalidad y proceso de conformación de la personalidad). Tal par de rasgos básicos es, por un lado, el dinamismo, el cambio, la transformación; y por otro lado, la contradicción. Sin contradicción interna y externa, nada de cambio hay. Como es posible advertir, tal ordenamiento de razón va, en buena parte, en contravía con el par de principios de una racionalidad más primitiva; a saber, la que plantea que la cosa es como es y que jamás puede ser al mismo tiempo su contrario.

Precisamente cuando se asume la razón dialéctica, se desdeña en buena medida el criterio de que la cosa es idéntica a sí misma y no se contradice (que es el principio de la elemental lógica analítica, llamado "tercer excluido") y se legitima entonces el principio llamado "nuevo incluido". Este principio dialéctico del "nuevo incluido", así, sostiene que negando el "tercer excluido" puede surgir no solo un tercer INCLUIDO sino que pueden surgir UN CUARTO INCLUIDO, UN QUINTO INCLUIDO, UN SEXTO INCLUIDO, en fin ¡un nuevo incluido! Dentro de este nuevo incluido puede surgir hasta uno que jamás haya estado prefigurado...

Sobre la base de los referidos principios dialécticos se hace posible que aflore una razón de taladros... Sí; una racionalidad que en español habría que denominar TALADRAL (y que en inglés habría que decir lo siguiente: dialectical thought has the character of drills.