Ningún recurso salvará al mundo, si siempre le damos un muy mal uso. El problema somos nosotros y eso hay que entenderlo. El único inconveniente de la humanidad es que nos tomamos muy en serio de que el mundo es nuestra casa. Maldito sea el día en el que interiorizamos eso. No sé si se dan cuenta, pero la mayoría de nosotros nos comportamos mejor cuando estamos de visita, ya sea en casa de un amigo o en el país vecino.

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Algo de lo que habla el video es que empezamos a ver el valor de los recursos según la utilidad que nos brinde. Ya no nos importa qué tan necesario sea para el planeta tal montaña, la derrumbaremos si necesitamos crear un centro comercial. No me acuerdo si fue en Sapiens u Homo Deus, en donde el historiador Yuval Noah relata que el ser humano fue extinguiendo a centenares de especies animales alrededor del mundo. En defensa propia, por hambre o diversión; los acabamos a todos. Le hubiéramos seguido sino es que nos hartamos de las flechas y las lanzas para empezar criarlos por nuestra cuenta.

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Es muy tarde. Ya vimos a los seres vivos como recurso, prepárense para escuchar alguna noticia extraña sobre sus consecuencias. Hasta ahora pasa a tal grado de que la mayoría no vemos que las vacas y gallinas siguen siendo un animal con el mismo valor que los perritos. Al escribirlo, por más que lo analizo no puedo imaginarme viendo vídeos sobre vacas haciendo cosas de humanos, no me generan ni el más mínimo cariño a comparación de un cachorrito. Desafortunadamente la humanidad los ha elegido como recursos para explotar.

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No creo que cambiemos el trato que les damos de la noche a la mañana, pero si podemos redireccionar nuestra mentalidad al respecto. Ningún ser vivo está aquí para complacernos. No son recursos para nuestra supervivencia. Me preocupa que no los veamos como seres vivos porque incluso no creo que exista algún recurso que no podamos echar a perder. De hecho, hay una leyenda sobre ello en el lugar más legendario este planeta. La Antigua Grecia.

Existe la leyenda que en la antigua Grecia descubrieron el "feic", un extraño recurso natural que encajaba con todo. Con él se podrían construir desde vestimentas hasta ciudades enteras. Si afilabas las espadas con el feic, podrías volverlas tan filosas que un niño de seis años sería capaz de talar un árbol de un intento. Si te lo comías podrías mejorar tu digestión, incluso había rumores que cómo fragancia te haría salir de la friendzone. Todo iba bien...

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Un grupo de griegos influencers, fueron contratados para promocionar la nueva bebida hecha con feic. Todos la tomaron. Todos intentaron crear la suya para hacerse millonarios. Sin embargo, el feic creaba un agua tan perfecta que era imposible salir de ella. Hoy pueblo afortunado y ambicioso está en las profundidades del océano. Desafortunadamente todos los arboles de feic se perecieron junto con la Atlántida.

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En un recurso perfecto. Manipulable. Renovable. Admirable. Todo lo que termine con ble. Lo único que le faltaba era alguien que lo supiera aprovechar. Seres inteligentes, no los changos que creían serlo.

Antes de irnos queremos recordarles que ningún recurso salvará al mundo, si siempre le damos un muy mal uso. El problema somos nosotros. No podemos culpar a las metralletas por haber asesinado a millones de judíos. Al plástico por amontonarse en el Pacífico. Ni mucho menos al próximo recurso que vayamos a explotar. Debemos cambiar primero nosotros, sé que es una frase muy trillada, pero eso no le quita lo cierto.